No es ninguna novedad. Desde que Microsoft anunciase su Game Pass en 2017, responsables de Sony comentaban que ya estaban detrás de una propuesta similar para sus consolas. Las ventas de PS5 con respecto a Xbox Series (a razón de casi 4 a 1) han hecho que este servicio aún no esté disponible, especialmente porque no lo necesitaba, y porque su público seguía gustosamente pagando el dinero (y mucho) en sus juegos. Sin embargo, parece que el número de suscriptores de Game Pass, cerca de los 30 millones a finales de 2021, han hecho que Sony se plantee esta opción, y sobre todo para no quedarse demasiado atrás si finalmente consigue atraer a más público cuando las consolas vuelvan a estar disponibles de modo normal en todo el mundo. Hay más de cuarenta millones de subscriptores en PlayStation Plus, pero teniendo en cuenta el número tan superior de consolas de Sony con respecto a Microsoft, es una clara victoria para Xbox y su estrategia.

También os hemos comentado en varias ocasiones cómo pensábamos que se podría mejorar el servicio de Sony para atraer más jugadores, y que efectivamente pasa por unificar Plus con Now, en una clara estrategia por atraer a público que quiere seguir jugando a los clásicos de Sony, es decir, Modo Nostalgia ON. De esta forma, la estrategia es muy diferente a la de Game Pass, que sigue intentando atraer a mucha gente con lanzamientos de juegos actuales, de mayor o menor calidad, pero que de alguna forma sigue llamando como canto de sirena a muchos usuarios que parecen buscar más la cantidad que la calidad. Si analizamos ambas estrategias, no es que ninguna de las dos sea especialmente buena, ya que por un lado el Plus actualmente intenta contentar a su público con algunos juegos triple-A (los top), aunque en muchas ocasiones no consigue acertar demasiado con el gusto de sus fans, y otras hagan trastadas como las de diciembre de 2021 con una demo de pago. Por el contrario, Game Pass se sigue llenando también de mucho título de dudosa calidad entre la que a veces es difícil de discernir los juegos buenos, y que muchos nos seguimos manteniendo a la espera de que empiecen a llegar aquellos grandes títulos por los que mucho de su público nos hemos comprando sus consolas, esto es, los Halo, Gears y los juegos de Bethesda por nombrar algunos ejemplos.

No tengo muy claro si la estrategia de Nostalgia contra Cantidad (que no calidad) le saldrá bien a Sony, aunque sí que es una opción para atraer a un público que, al menos ahora mismo, tienen más que ignorado y que solo contentan con ciertas remasterizaciones o remakes (de pago) de algunos de sus juegos sin demasiado criterio. A pesar de todo, y bajo mi opinión personal, creo que Game Pass seguirá estando por delante a la hora de atraer a los jugadores, a menos que Sony comience a incluir más de títulos de calidad en el Plus, juegos de reciente lanzamiento más allá de apuestas de juegos de Talents, aunque algunos de esos juegos tengan ya un tiempo en el mercado. Por último, si el precio es suficientemente atractivo (el de este nuevo servicio), Sony podría marcarse un tanto importante para atrear, y sobre todo mantener a sus fans, pero si el precio de todo el pack es elevado (como, por ejemplo, la suma de los dos servicios), me temo que este servicio no solo no atraerá a más gente, sino que además alejará aun más a los excépticos que buscan más juegos que jugar cada mes por una cuota reducida, algo que se puede conseguir con Game Pass, y que actualmente no se puede conseguir con Plus.

Bonita sí que es, y parece una evolución muy creativa a lo que tenemos en PS4 y en PS3 y que son parecidas entre sí. Desde luego, con la potencia de estas dos consolas, y daba una mala pinta encenderlas para ver una enorme pantalla oscura con unos brillitos dando vueltas y unos cuadraditos pequeños puestos en fila india con cada juego que iban desapareciendo poco a poco conforme nos descargábamos nuevos juegos o aplicaciones. Al final uno se acababa acostumbrando a estos interfaces e intentaba personalizarlos un poco añadiendo temas para que no resultasen tan sosos, y lo que era peor, se adaptaba intentando crear carpetas con lo más usado para que nunca se fuese de la vista o actualizando todo lo que tenemos posibilidad de jugar en los próximos días uno a uno.

Parace que el nuevo interfaz, a priori, es más bonito y más usable ya que cuenta con más opciones a primera vista. La idea de tener los posibles trofeos y objetivos o actividades del juego siempre visibles da la sensación de que está pensado con la idea de que no solo los hagamos por el hecho de conseguirlos, sino también de que no abandonemos el juego por cualquier motivo, ya que a día de hoy el porcentaje de juegos finalizados por los jugadores sigue siendo ridículo según las propias compañías. Algunos echan la culpa a los juegos, otros a los jugadores, otros a que son demasiado difíciles, otros que son demasiado fáciles, y al final por todo la casa sin barrer.

Por lo visto en el vídeo me queda una duda, y es que estas tarjetas parece que se van acumulando en una fila india similar a la de los juegos de PS4 y PS3 con actividades (objetivos del juego, trofeos, etc.), amigos que se conectan, charlas conjuntas, capturas realizadas a compartir y otras notificaciones. Sin embargo, en el vídeo vemos que cuando uno quiere irse a compartir una captura realizada tiene que pasar por un montón de estas tarjetas hasta llegar al final donde está (y es lo último que hemos hecho) lo que no le veo sentido teniendo tanto espacio libre en pantalla. De la misma forma si queremos abrir un chat con un amigo también tenemos que buscar la dichosa card de conexión al chat grupal. Sinceramente no le veo demasiado sentido y puede convertirse en un poco tedioso porque le da mucha prioridad a las actividades en lugar de a la conexión con la comunidad y/o los amigos, y (creo que) debería ser al contrario. Obviamente es solo una opinión personal sin haber visto el modelo final ni trasteado con él.

Aún así pinta muy bien y tengo ganas de poder encender la mía próximamente.

La presentación de hoy no era para la mayoría de los fans de la consola, aunque sí que puede servir para que los Xboxers le saquen punta con estos primeros datos. Algo menos de 1 TFLOPs de potencia con respecto a la competencia directa, menos disco duro (1TB SSD por 825 GB), sin compatibilidad total con el catálogo de PS4, sin ninguna compatibilidad con las generaciones anteriores de PlayStation, o sin compatibilidad con los 120HZ o las 8K que sí que mencionaron los responsables de Microsoft son algunos de estos datos.

En realidad, como venimos diciendo durante los últimos meses, la potencia va a ser realmente similar entre las dos consolas y no va a marcar ninguna diferencia entre ellas a nivel de desarrollo de juegos. Algunos puristas se agarrarán a que sí, a la compatibilidad con los 8K o a poder poner cinco pelos más por personaje y datos por el estilo, aunque la realidad está en que nunca la potencia de una consola ha sido el factor principal para su éxito como, repito, venimos diciendo desde hace años (Nintendo 64, Xbox, Jaguar, DS y 3DS, la propia Meda Drive o incluso los primeros años de PlayStation 3 son todos buenos ejemplos de ello).

Si hablamos de los modelos básicos, PlayStation 4 tiene más potencia que Xbox One, y sin embargo lo que ha hecho que vendan mucho más que su rival han sido un catálogo envidiable de juegos, mejor estrategia de marketing desde su lanzamiento, un precio más competitivo y la esperanza de que en el futuro íbamos a jugar a más cosas de más compañías (principalmente japonesas). Y puede que en esta ocasión la estrategia de Sony también vaya por el mismo camino, construyendo férreas alianzas con muchas compañías, desarrollando grandes juegos first y second parties, lanzando remakes de algunas de sus franquicias más conocidas aprovechando la NO compatibilidad, así como también lanzarla a un precio más competitivo al mercado al costar menos fabricarla. Esto no tiene por qué ser así como ya sabemos, ya que en muchas ocasiones las compañías lanzan sus productos al mercado incluso con pérdidas para intentar hacerse con una buena cuota para, además, abaratar sus costes de producción, pero sí que es una buena estrategia para Sony quienes pueden ganar dinero desde la primera consola vendida si el precio es muy competitivo.

Con la situación actual que estamos viviendo, y el cierre de todas las fronteras y fábricas por culpa del Coronavirus, es probable que el lanzamiento de esta nueva generación se retrase incluso, o a lo mejor no lo hace pero las unidades que llegarán al mercado estarán contadas, así como también sus juegos que están en pleno desarrollo actualmente, y puede que el teletrabajo no sea la mejor de las opciones para muchas de ellas debido a los altos costes de tener en casa este tipo de máquinas y software. Todo sigue en el aire hasta que conozcamos más detalles de sus lanzamientos, sus precios, y lo que más esperamos todos los aficionados poder ver pronto como son sus primeros juegos.

Esta política de Sony me tiene un poco descolocado. A falta de más de un año para el lanzamiento de las nuevas consolas, Sony está dando demasiadas pistas sobre lo que vamos a encontrarnos cuando PS5 y Xbox Scarlett aterricen en el mercado. Muchas desarrolladoras ya conocen las principales características de ambos soportes, por lo que tanto Microsoft como Sony ya saben a qué se van a enfrentar respectivamente cuando llegue el momento. Está claro que en esta ocasión va a ser una lucha de software y posibilidades más que de hardware, ya que ambas consolas serán muy parecidas en potencia (apostamos por algo más de Microsoft porque en esta generación su Xbox One ha sido un lastre para las desarrolladoras a la hora de poner resoluciones similares a PS4).

Digo que descolocado porque el nuevo Dualshock 5 (nombre más que probable pero sin confirmación oficial) dicen tener un agujero o hueco en él, lo que puede significar muchas cosas. A falta de un año para su lanzamiento, la competencia puede averiguar e imitar de alguna forma sus funcionalidades, por lo que no tiene mucho sentido desvelar algo tan crítico a falta de tanto tiempo, a menos que no sea importante. Si es un puerto de expansión o algo que se le añade a la consola, no sería importante y puede desvelarse, pero si no, Microsoft podría tomar cartas en el asunto y hacer algo similar también, a menos que ya lo conozca y prepare algo similar.

Aún así, como usuario de las consolas me gusta conocer estos detalles poco a poco, al menos por parte de Sony quien sigue desmigando su nuevo hardware a espera de que Microsoft también suelte prenda y nos desvele alguna cosa, además de un vídeo en el E3 2019 de lo que será el nuevo Halo, y que muy probablemente sea mucho más de lo que ya vimos. De todas formas, y a pesar de que no se haya desvelado demasiado nuevo, sigo estando hypeado con todo lo que se está mostrando y aún falta más de un año.

De esta presentación celebrada por parte de Sony y donde hemos podido ver los tiempos de carga de la nueva consola de la compañía se pueden sacar muchos detalles interesantes, pero quizás los más significativos sean estos dos:

- Aunque en PS5 seguiremos teniendo Blu-Ray, puede que sea la última consola que soporte discos físicos, o al menos que sean su soporte de almacenamiento principal.

- La idea de Sony es seguir apoyando la tecnología del juego retrasmitido (streaming) para poder jugar a cualquier juego de la compañía en cualquier soporte, incluyendo móviles, tablets, PCs...

Esto es algo obvio desde hace ya muchos años, y si miramos a un futuro próximo, el mercado tiende a expandirse aún más para poder soportar los altos costes de mantenimientos de sus servidores y de desarrollo de muchas de sus superproducciones, es decir, las ventas de los juegos tienen que subir aún más si queremos que estos juegos sean rentables. El streaming también traerá compatibilidad entre más soportes de los dichos hasta ahora, ya que necesitando una conexión a Internet de fibra óptica y un mando para jugar asegura que cualquiera pueda jugar en cualquier soporte, incluyendo las consolas de la competencia (por ejemplo, PlayStation Now o Stadia en Xbox y viceversa). Esto hará que en un futuro todos podamos jugar con todos, unificando más el mundo de los videojuegos.

Esto también lo hemos visto hace unos días con el anuncio de la aceptación del acuerdo de entendimiento con Microsoft para utilizar e investigar conjuntamente soluciones en la nube, y que básicamente quiere decir que Sony utilizará la tecnología desarrollada en los últimos años por Microsoft en beneficio propio y Microsoft compartirá sus conocimientos y utilizará los avances que Sony haga. En otras palabras, otro detalle más que nos dice a las claras que el futuro estará más unificado que nunca, y que si bien no serán la misma compañía, ni se unirán ni nada por el estilo, sí que podremos ver un soporte conjunto para que no haga falta comprarse dos soportes distintos para jugar a los juegos de todos ellos. Esto no es algo que ocurrirá en la próxima generación, pero todos los pasos que se están dando apuntan a esta dirección. A lo mejor no una consola unificada, pero sí una tecnología que permita jugar en el mismo sitio a todos los juegos.

Esta información no pilla por sorpresa a nadie. Todo el mundo sabe que al finalizar el diseño de una consola, los ingenieros se toman un descanso y se ponen a fabricar nuevos periféricos y a diseñar su nueva consola, por lo que todos sabíamos que esta llevaba en producción por algunos años incluso. Las características que adelanta Marc Cerny son las que ya os habíamos adelantado en varias ocasiones y todo el mundo suponía, como son resolución de 8K, retrocompatibildiad total con la generación anterior, discos SSD y el uso de las tecnologías más actuales en procesadores gráficos y principales.

La retrocompatibilidad también estaba cantada (podéis echarle un vistazo a nuestro artículo sobre la nueva generación aquí: https://www.ultimagame.es/juegos/mundo-videojuego/articulos#34469 realizado hace algunos meses con nuestras apuestas). El modelo emprendido por Sony con PS4 Pro (antes con Nintendo en sus DS con la DSi, pero con menor fortuna) y más tarde Microsoft con su Xbox One X, es el modelo actual de los móviles, es decir, ofrecer un hardware que se potencia cada poco tiempo con nueva tecnología para ir avanzando poco a poco en el mercado y que sus hardcore fans se actualicen para disfrutar de mejores gráficos pero sus mismos juegos sin perder a los antiguos usuarios que no se quieren actualizar. Con este modelo es lógico que sus siguientes generaciones sigan estos pasos por lo que en PS5 podremos disfrutar de juegos como The Last of Us 2 a 8K y 60FPS (y estamos seguros de que nadie dirá eso de que es un juego de una generación anterior).

Estaba cantado que Sony iba a esperar hasta el 2020, y pensamos que Microsoft hará lo propio, pero aún falta una confirmación por parte de la compañía norteamericana, ya que un gran golpe de efecto podría ser lanzar la nueva Xbox Two (como se llame) a finales de 2019 y adelantarse en el mercado. Aún así, y dado lo reciente aún del lanzamiento de Xbox One X dudamos que esto ocurra, pero todo puede suceder.