Matar al último monstruo del capítulo uno no es excesivamente difícil. Tenemos que utilizar las armas de largo alcance que tengamos a nuestra disposición (cuchillas y estacas son las más efectivas), aunque también funciona muy bien la escopeta sin dejar de disparar aunque parezca que no le estemos dando (se marcará cuando lo hagamos el cursor en rojo).
La mejor estrategia para acabar con él es no dejar de moverse en todo momento en círculos a su alrededor y mantenerse alejado lo máximo posible para evitar sus ataques. De vez en cuando escupirá un torbellino para acercarnos y algunos enemigos que no nos darán almas para recuperarnos, pero repartidos por todo el escenario hay cuatro almas doradas y munición.
Una vez acabado con el monstruo y tras una pequeña animación tendremos al monstruo delante nuestra y tendremos que coger su alma. Parece que es un fallo (bug) del juego por la poca información que nos dan. Simplemente hay que acercarse a la cabeza del monstruo con el arma de las cuchillas y activar el disparo secundario (el botón derecho del ratón en la versión para PC) para atraer su alma.