En raras ocasiones nos encontramos con conceptos realmente originales con forma de videojuego que pueden llegar a ser auténticas joyas o completos fiascos, generalmente a medio camino entre ellos. Los chicos de Ironwood tienen una apuesta muy curiosa y original que es difícil de definir y que, precisamente, podría estar en uno de estos dos extremos, aunque tirando más para el de algo nuevo, fresco y original por no existir nada ni remotamente parecido.
Su juego, Pacific Drive es lo que se podría denominar un simulador de vehículo en un mundo post-apocalíptico, lo que puede ya dejar a muchos con más preguntas que respuestas, y que es precisamente lo que decíamos de algo que no existe ni parecido. En él vamos a tener un garaje a nuestra disposición donde hacer modificaciones de un coche, una especie de ranchera a la que podemos hacer ciertas mejoras en chapa y pintura, pero también en motor y poder añadirle diferentes opciones para soportar lo que en el mundo nos vamos a encontrar. Tendremos que repostar gasolina antes de salir en cada viaje y controlar lo que nos queda siempre que salgamos, ya que quedarnos tirados sin gasolina puede suponer una muerte casi segura. Y es que el mundo parece estar invadido por toda clase de criaturas y anomalías de las que, de alguna forma estamos protegidos dentro del vehículo, lo que también depende de qué y cómo equipemos en cada salida. ¿El objetivo? Encontrar materiales valiosos para traer de vuelta a nuestro garaje.
En nuestra salida vamos a encontrar todo tipo de anomalías extrañas como torres deformadas que lanzan rayos de electricidad a cualquier cosa que accidentalmente se acerque demasiado, y trozos de metal subterráneos que rasgan el suelo, triturando tanto la tierra como los neumáticos. Para recolectar materiales tendremos que dejar el vehículo, aunque lo suyo será siempre mantenernos lo más cerca posible para no arriesgarnos demasiado con todos estos peligros a nuestro alrededor. La idea además está en que estas anomalías suelen estar siempre en las mismas zonas, y si vemos cómo se comportan podremos intentar recolectar por las zonas donde están, no sin antes equipar nuestro vehículo para protegernos de ellas. Para ello, una observación adecuada de su comportamiento será vital para salir ilesos, o al menos de una pieza.
A la hora de modificar el coche tendremos que hacer muchos ajustes dependiendo de lo que queramos conseguir en el mundo de ahí afuera. Añadir portaequipajes nuevos y atarlos con equipos adicionales para el camino: tanques de combustible, generadores de energía eólica y frenos de mano automáticos. Cambiar el coche antes de salir será vital para poder no solo sobrevivir sino también conseguir lo que queremos saquear en cada momento, ya que también necesitamos también espacio en el coche para todo el equipo que queremos conseguir. Si nos damos cuenta, parece una evolución en lo que juegos como Death Stranding tenían en mente, pero con un vehículo que nos lleva más rápido a los sitios, y sin los elementos de construcción de otros jugadores.
El planteamiento de Pacific Drive es de lo más interesante, y estamos pendientes de saber más del juego que llega en 2023 a PC y PS5.