A día de hoy parece que vuelven a estar de moda los juegos difíciles, así como la era de los samurais y el Japón feudal también están en alza más que nunca con grandes joyas como NioH o el próximo Sekiro (que ya asumimos que va a ser realmente bueno por lo que sabemos de él). Sin embargo, uno de los primeros en despuntar en este sentido fue este Onimusha en su salida de PS2 en 2001 y que marcó de alguna forma el camino al resto de los juegos de próximas generaciones.
Sin embargo, a día de hoy (finales de 2018) sabemos que será también un juego que no va a contentar a todo los públicos que lo esperan con gran ansia y hype, y el motivo es muy simple. El vídeo está hecho para parece que el juego tiene un gran acción y unos combates muy dinámicos, pero no se ha visto nada de lo que en su momento fuese el gran fallo del mismo como son sus cámaras estáticas. En un juego como Resident Evil (más pausado) donde los zombis y la mayoría de los enemigos iban más despacio, el cambio de cámaras estáticas de una perspectiva a otra podía ser un problema pero no lo era tanto (¿a quien no le ha agarrado un enemigo por un cambio de cámara?). Sin embargo, en Onimusha donde la acción y los movimientos son mucho más rápidos y frenéticos, el cambio de cámara podía resultar un verdadero incordio para muchos, aunque en su momento teníamos que aguantarnos porque la potencia de las consolas del momento no eran demasiado grande.
A día de hoy, y con las maravillas gráficas que hemos visto en 3D y con total libertad de movimientos y cámaras, un juego con cámaras estáticas puede parece una vuelta al pasado, incluso puede ser considerada como una experiencia retro que contentará a muchos y que a muchos (nos incluimos) nos gustará volver a recordar. Esto no quita que no echemos para nada de menos estas odiosas cámaras en muchas ocasiones, y que pueden afear la experiencia a aquellos que no tan siquiera saben lo que son.
Ya lo hemos visto en anteriores ocasiones con compañías que llevan tiempo sin lanzar algún juego nuevo de alguna de sus sagas clásicas. Lo primero que suelen hacer es refrescarnos la memoria con entregas anteriores (recopilatorios, remasterizaciones, y en ocasiones hasta incluso remakes). Capcom, de hecho, lo hizo hace relativamente poco con el propio Devil May Cry ofreciéndonos el pack de los tres primeros juegos (con una remasterización de dudosa calidad cuanto menos) y el re-lanzamiento de la cuarta entrega antes de enseñarnos su quinta parte, lo cual no está nada mal para refrescarnos la mente, y de paso, sacar un poquito más de dinero con los juegos originales.
La trilogía original de Onimusha está considerada como grandes juegos que marcaron el camino a seguir para los actuales NioH o incluso Sekiro, aunque se aleja un poco de la enorme dificultad del sub-género soulsborne (Dark Souls) y se acerca más a lo que serían los Resident Evil originales (también difíciles pero no tanto). Como puntos a destacar tenemos la excelente ambientación, increibles personajes totalmente creibles y una más que maravillosa historia que nos metía de lleno en la época del Japón feudal, su historia y su cultura. Pero, entonces, ¿por qué dejaron de aparecer en el mercado? Por culpa de Capcom...
Los que llevamos más tiempo en esto de los videojuegos (los más nuevos también gracias a las historias en Internet) sabemos que Capcom era el máximo exponente de ofrecernos una y otra vez lo mismo, agotando sus sagas más conocidas hasta la saciedad en lugar de esperarse a que el jugador quisiera otra ración. Es fácil recordar la enorme cantidad de Street Fighters que salieron al mercado casi seguidos, casi sin modificaciones y por un precio altísimo consiguiendo que el usuario medio acabara harto de la franquicia y de la propia compañía, y con Onimusha paso algo parecido.
Afortunadamente, estamos en una época en la que hacer grandes producciones es realmente caro y costoso y los juegos tienden cada vez más a no salir de forma anual y sí cada mínimo dos o tres años, algo que consigue que el jugador sienta la necesidad de nuevas entregas (salvo raras excepciones como Call of Duty, Assassin%u2019s Creed y compañía). Esperamos poder ver pronto la quinta entrega totalmente original (sexta si contamos el juego de lucha Blade Warriors) y poder seguir disfrutando de sus historias, aunque esta vez no contemos con los creadores originales, Keiji Inafune ni Yoshiki Okamoto, ahora en sus propias compañías.