El sistema de lucha de NiOh

Aquí es donde encontraremos las principales diferencias con otros juegos similares. Mientras que en la mayoría de juegos parecidos no tendremos demasiadas opciones a la hora de combatir contra los enemigos (salvo aprendernos de memoria sus movimientos para poder esquivarlos, parar ataques, dar vueltas para pillarlos de espalda y contraatacar), en NiOh tendremos que aprender diferentes movimientos y combos según vamos avanzando en la aventura. Cada vez que subamos al personaje de nivel, se nos permitirá aprender diferentes ataques de cada una de las armas que llevemos, pudiendo especializarnos en una de ellas o en varias. Esto hará mucho más complejo y completo el sistema de arma y pelea del juego, y nos dará la opción de experimentar con distintas técnicas y armas según qué enemigo.



Y si hablamos de armas, el jugador podrá llevar dos en todo momento, una principal y otra secundaria, que podremos intercambiar siempre que queramos. Mientras que en Dark Souls las armas están predefinidas según la clase de personaje, NiOh nos permite seleccionar y usar cualquier arma que vayamos encontrando desde el primer minuto, simplemente asignándola al arma 1 o 2, y según vamos ganando de nivel al personaje, nos permitirá ir ganando nuevos combos y ataques para cada una de ellas. Incluso podemos no llevarlas equipadas e ir ganando movimientos, para que en el momento en el que necesitemos usarla ya lo tengamos aprendido. La gran ventaja con este sistema, además de ser más dinámico, es que el sistema de combate no está restringido a la clase del jugador (no hay que ser guerrero para llevar una katana, o una lanza).



Por si esto no fuera poco, en todo momento tendremos hasta cuatro posturas de ataque para nuestro personaje, y cada postura tendrá sus propios movimientos y ataques básicos, así como sus propios combos. De esta forma, desde el primer minuto tendremos muchísimos tipos de ataques distinto. Pulsando el botón R1 del mando de PS4, William podrá cambiar el tipo de guardia entre cuatro disponibles (los cuatro botones delanteros del mando), siendo estos la guardia baja (ataques flojos, muy rápidos pero poco contundentes), guardia media (ataques muy compensados entre velocidad y potencia) y la guardia alta (muy poderosos pero lentos). También tendremos la opción de envainar la espada o guardar el arma a la espalda, que nos permite movernos más rápidamente y poder hacer un golpe certero dejando pulsado unos segundos el botón de ataque. Esto habrá que hacerlo una vez antes justo de encontrar enemigos y llevar uno de las cuatro guardias según el enemigo al que nos vayamos enfrentar (o el tipo de ataque que queramos realizar), aunque cuando tengamos más práctica podremos cambiar entre ellos en medio de un combate.

Y no hay que olvidarse de los poderes mágicos, que no solo magos o clérigos podrán realizar, ya que solo tendremos que adquirir la habilidad necesaria cuando subimos de nivel para poder utilizarla. Estos poderes se dividen en dos, los que son específicos de las armas (como encantar un arma para que sea de fuego y hacer más daño al enemigo), o los específicos del personaje. De este segundo tipo, NiOh cuenta con unos espíritus que podremos seleccionar y que se mostrarán en la parte superior izquierda de la pantalla, y que dependiendo del que tengamos seleccionado (y una vez matados a los suficientes enemigos para llenar la barra de energía) aumentaremos nuestra potencia de combate durante unos segundos y podremos realizar devastadores ataques al enemigo (imprescindibles contra los enemigos finales).

Mezclando todos estos elementos, y la posibilidad (obligación) de poder fijar al enemigo (pulsando el R3 cuando esté lo suficientemente cerca), obtendremos un sistema de combate muy rico en opciones con el que podremos realizar las mismas técnicas que hemos aprendido de otros juegos similares, pero al mismo tiempo tendremos muchísima más variedad de acción.