A Yasuda-san le ha faltado hacer el gesto del dropmic para quedarse tan agusto, y eso que parece que lo hizo cuando concedió la entrevista. Utilizamos la versión Sigma porque es la última... Y te callas, parece que le ha faltado decir. Y en cuanto a la versión Black de Ninja Gaiden 1 y 2, aunque tenemos parte de los datos de ambas versiones, no los tenemos todos y por eso no las hemos usado... Y ahora me voy a tomar sake con los colegas que aquí no ha pasado nada, es lo que estaría pensando. ¿De verdad es tan sencillo reconocer que tienen ese grado de incompetencia? ¿O es simplemente una excusa para decir que Itagaki-san se fue sin haber dejado los fuentes y no tuvieron los santos coj.... de decirle nada. Es incomprensible de verdad que algo así pase y no haya nada que se pueda hacer por parte de los usuarios, salvo por supuesto dejar de lado esta versión por mucho que duela, especialmente para aquellos que ya la han jugado y querían volver a rejugarla.
Y no es la primera vez que algo así pasa. Y es que el caso más flagrante está en Konami y sus Silent Hill, de los que sacaron supuestas versiones en HD en Xbox 360 y PS3 y que tuvieron que hacer casi desde cero por no tener los master o copias maestras de los mismos porque, supuestamente, se habían perdido. Pero vamos a ver: Si lo tienes que hacer otra vez desde cero, ¿no sería mejor haber hecho un remake en toda regla en lugar de intentar hacer que un juego se vea igual de mal que en una versión anterior para contentar a los fans? Y, lo más curioso de todo, al final consiguen hacer algo que se ve peor en PS3 que en PSOne y enfadan aún más al fan... Inexplicable.
Está claro que gran parte de la culpa la tienen las compañías responsables, en este caso Team Ninja y Konami, por no haber creado a tiempo un protocolo de trabajo para todos sus creativos y estudios de desarrollo, aunque como siempre pasa, también hay que echar la basura más abajo y ver quienes fueron los verdaderos responsables de este desastre y cuyas compañías no supieron controlar a tiempo. Estas son dos compañías de las que se han ido creativos de renombre, que de alguna forma al final el fan es a quien idolatra y defiende a muerte, y que lamentablemente también es parte de responsable igual o incluso peor que la propia compañía que lo ha permitido.
Sin embargo, a nosotros los jugadores lo que nos interesa es poder disfrutar de los juegos bien hechos, de buenas remasterizaciones que nos hagan no solo volver a recordar lo bueno que eran estos juegos sino también mejorar de alguna forma la experiencia que tuvimos en su momento al jugarlos, o al menos hacernos sentir la misma experiencia en las nuevas consolas en las que corre, algo difícil si estas eran antiguas y los juegos se veían borrosos y/o poco detallados por culpa de su potencia (que para eso está remasterizar, no solo volver a echarlos a andar). Una lástima que sigamos teniendo este tipo de ejemplos que salen cada poco tiempo y que al final no venden mal por culpa de los fans que no pueden aguantarse las ganas de volver a disfrutar de sus juegos.
La comunidad vuelve a montar en cólera, y en esta ocasión por la remasterización de tres juegos, dos de ellos muy buenos y un tercero normalito pero que cuyas versiones se podrían haber elegido mejor, y en este caso nos vamos a situar a favor de las críticas. Hagamos una pequeña recopilación de información. En la época de los 2000, Tomonobu Itagaki era el máximo responsable del Team Ninja, y este desarrollador de videojuegos era (y es) conocido por ser uno de los más extravagantes dentro de la industria y no está exento de polémica muchos de sus movimientos, como que consiguiese que le pagasen un estudio para averiguar cómo se ponen morenas las pieles de ciertas modelos en la playa bajo el sol para poder implementarlo después en sus Dead or Alive o Xtreme Volley, lo cual no tiene precio... El descontento de este desarrollador con Sony en general hizo que sus juegos estrellas, tanto Dead or Alive como Ninja Gaiden, fuesen exclusivos de la consola de Microsoft del momento, Xbox y Xbox 360. Eran, y son posiblemente, de los mejores juegos de la consola por su calidad técnica y jugable, y por la enorme dificultad que tenían y que, a día de hoy se han convertido en casi un estándar con tantos fanáticos a los juegos difíciles que existen, pero que en aquel momento eran minoría.
Tras el lanzamiento de Ninja Gaiden en Xbox en 2004, Itagaki-san parecía no estar del todo conforme con su resultado a pesar de ser un excelente juego y de tener a la crítica y el público a su lado, y decidió seguir trabajando en el mismo para lanzar un año más tarde, en 2005, Ninja Gaiden Black, una versión que había que comprar completa (aún no estaban tan extendidos los DLCs) del mismo juego con mejoras en el apartado técnico y jugable, al que se le añadieron armas, minijefes, enemigos, y otras funcionas que incluyen por ejemplo más niveles de dificultad. En 2007, dos años más tarde del lanzamiento de Black, Team Ninja pero sin Itagaki-san al cargo, lanzaba la versión Sigma para PS3, que utilizaba la Black como punto de partida pero a la que se le quitaron algunas opciones, trajes y situación de enemigos o los modos de dificultad extra.
En 2008, Team Ninja decidía lanzar una secuela directa, esta vez en Xbox 360 y con Itagaki también a los mandos aunque no como único diseñador, y que continuaba con la historia de su protagonista, el ninja Ryu Hayabusa, y que también resulto ser un título excelente a una altura similar a la de su primera parte. Un año más tarde volvió a suceder y también tuvimos una versión Sigma para PS3 sin Itagaki-san, y a la que también se le acabaron quitando detalles, posición de enemigos y dificultad general con respecto al original. Algunas de estas decisiones unidas a otras más personales llevaron a Itagaki a abandonar el Team Ninja e intentar la aventura en solitario, haciendo experimentos como el raruno juego para Wii U y PC en 2015, Devil\'s Third, y del que es mejor olvidarse y enterrarlo en algún agujero remoto.
Ahora, en 2021, nos llegan los tres juegos de la saga Ninja Gaiden remasterizados para Switch, PS4 (PS5 en retrocompatibilidad), Xbox One (Xbox Series en retrocompatibildiad, si es que no la tenía ya) y PC, por lo que dos tipos de público diferentes que no han podido jugar a ninguno de estos juegos, Switch (el primero y segundo) y PC (los tres), podran hacerse con ellos. Sin embargo, la decisión de qué versión escoger debería haber sido más lógica con todo lo que hemos escrito. Ninja Gaiden Black es mejor versión que Sigma y que el original, y Ninja Gaiden II es mejor versión que Sigma 2 y Sigma 2 Plus (versión de PS Vita) incluso si podemos controlar a las féminas durante el juego. Pero, entonces, ¿por qué se ha escogido las versiones Sigma?
La respuesta es bastante clara: Porque no está Itagaki en el equipo. Contar con los directores y productores originales hace el trabajo más sencillo, y además el poder controlar dentro del juego a Ayane, Momiji y Kasumi parece ser más atrayente para mucho público que el contar con una versión más completa del juego. Ahora se podría pensar que se puede coger el código de estos personajes e implementarlos en las otras versiones, pero esto no funciona así y haría el trabajo mucho más arduo ya que hay que rehacer una enorme parte, incluso hacerla desde el principio. Una remasterización suele ser coger un código completo y adaptarlo, no coger, quitar, cortar, pegar, cambiar, y después adaptar, y éste es el motivo por el que tenemos las versiones Sigma dirigida y producida por sus componentes originales.
¿Una lástima? Sin duda, pero al menos quiere decir que el Team Ninja, después de haber acabado con NioH y haber reconocido que no van a preparar ninguno nuevo en los próximos años, quiere decir que lo que nos vamos a encontrar es, posiblemente, una cuarta y original entrega para la nueva generación, aunque para ello tengamos que esperar aún unos cuantos años más.