Levantarse, arreglarse, irse a clase o a trabajar, hacer lo mismo una y otra vez, volver a casa, dormir y repetir el proceso diariamente. Esta parece ser la vida de muchos de nosotros que sumidos en una rutina no acabamos de ver la luz al final del túnel. Sin objetivos en la vida más allá de seguir, avanzar, aguantar, o simplemente no pararse a disfrutar de las pequeñas cosas a nuestro alrededor, cada día más es complicado continuar cuando te metas en ese bucle del que es muy difícil salir. Esto es precisamente lo que los chicos de Krillbite Studio quieren mostrarnos con su trabajo Mosaic, disponible para PC desde el 5 de diciembre de 2019 y para Xbox One, PS4 y Switch en el primer trimestre de 2020.
Lo que os traemos son los primeros minutos del juego para que le echéis un vistazo y comprobéis por vuestros ojos lo que muchos de nosotros considera su vida, con más o menos modificaciones, y que nos lleva a repetir todas las mañanas lo mismo, seguir el mismo camino sin levantar la cara de la carretera, llegando a clase o al trabajo, haciendo lo mismo y produciendo para que unos pocos que nunca están contentos nos demanden más ofreciéndonos lo mismo. ¿Os suena de algo?
Más allá de la propia vida y del mensaje que sus creadores quieren darnos con Mosaic, el juego se plantea como un juego de puzles sencillo en el que tendremos que realizar una especie de árbol para llevar unidades o recursos desde su base al punto designado y que aunque puede tener cierta complejidad, no suelen ser difíciles en su mayoría. Lo verdaderamente importante está en las escenas en las que controlaremos a un personaje repitiendo su rutina, mirando la pantalla del móvil, abriendo su nevera vacía o sintiéndose insignificante e ignorado a ojos de los demás una y otra vez.
Solo salir de la rutina es lo que hace que veamos la luz, literalmente, representada en el juego como el mismo sol que nos ilumina entre edificios, puertas o verjas entreabiertas para hacernos pensar y cometer actos de amabilidad y bondad que son recompensados, simplemente, por hacer algo que nos hace sentir bien a nosotros mismos.