Finalmente los rumores de un nuevo Metroid 2D eran ciertos y se confirma Metroid Dread, Metroid 5 que seguirá de cerca lo que conoceos de los primeros títulos de la saga y que redefinieron su propio género
Parece que aún nos queda por esperar hasta poder echarle el guante a Metroid Prime 4, lo que suponíamos sería el siguiente título de la saga Metroid de Nintendo y, sin embargo, no va a ser así. Al menos sí que vamos a poder disfrutar de una nueva entrega de la saga este mismo 2021 con Metroid Dread, juego que lleva muchos años siendo nombrado por la prensa e insiders y que resultaba ser un juego en desarrollo originalmente para Nintendo DS en 2005.
Metroid Dread es la secuela directa de Metroid Fusion, que salió a la venta en 2002, y concluye la saga en cinco partes centrada en el extraño vínculo que une a la cazarrecompensas Samus y a los metroides, y que arrancó con el juego original de Metroid de NES
La historia de este Metroid Dread nos sitúa tras los eventos de Metroid Fusion, cuando Samus desciende al planeta ZDR para investigar una transmisión misteriosa enviada a la Federación Galáctica. El planeta remoto se ha visto invadido por formas de vida alienígenas y amenazas mecánicas escalofriantes. Allí vamos a encontrar numerosas nuevas formas de vida en general, pero una en particular que nos va a poner las cosas muy difíciles. Los Identificadores Móviles Multiformes Extraplanetarios, o E.M.M.I. (del inglés,
Extraplanetary Multiform Mobile Identifiers), son robots de investigación grandes y muy ágiles que fueron enviados al planeta ZDR por la Federación Galáctica para capturar y extraer ADN de criaturas desconocidas. Pero ahora, por alguna razón, están en una persecución implacable para capturar a Samus.
Estos robots, tal y como vemos en el primer vídeo mostrado del juego, no pueden ser destruidos, o quizás puedan pero son extremadamente resistentes al estar hechos de la materia más fuerte del universo. De esta forma, estamos ante un tipo de "Mister-X" de los Resident Evil, es decir, enemigos que no pueden ser derrotados y de los que tendremos que huir cada vez que los veamos.