Hoy día 18 de Mayo de 2006, Microsoft anuncia la “lista de éxitos” referentes a las descargas a través del bazar de Xbox Live del pasado E3 2006 con muy pocas sorpresas en cuanto a preferencias en las descargas de los usuarios. Si lo más descargado ha resultado ser el trailer en alta definición de Halo 3, lógico por otra parte, lo segundo más descargado ha sido la demo jugable del título
Lost Planet, una de las grandes sorpresas del pasado evento y que podíamos (y podemos aún) jugar a dos niveles completos. Si aún no habéis disfrutado de sus excelencias, os recomendamos encarecidamente echarle un vistazo sobretodo a los aficionados a los juegos de acción, ya que el título de Capcom será una de las grandes apuestas de cara a su lanzamiento a finales del presente 2006 cuando aparezca en el mercado en su versión europea.
Lo primero que llama la atención de la demo es su extensión, ya que los dos niveles que nos permiten jugar nos dan una muy buena prueba de cómo se desarrollará el título en su versión completa en cada uno de sus aspectos, tanto a nivel técnico como a nivel jugable. Ambos niveles nos ponen al control del personaje principal de la aventura en un entorno nevado donde se desarrolla una fuerte ventisca y que en uno de ellos llegaremos a unas ruinas de una ciudad y en el otro a una cueva infestada de bichos. Nada más comenzar,
se pueden apreciar las primeras diferencias con respecto a otros títulos de acción en multitud de detalles de su desarrollo. Por ejemplo, vemos en la zona izquierda superior de la pantalla varios indicadores como el de la temperatura del aire que por regla general (al menos en toda la demo) marcará siempre bajo cero, algo muy importante teniendo en cuenta que este punto regirá nuestro nivel de salud ya que
nuestro personaje no tiene nivel de energía o “sangre” como otros títulos sino calor, de forma que nuestro indicador de nivel irá disminuyendo poco a poco a medida que avanza el tiempo debido a la temperatura exterior hagamos lo que hagamos. Al disparar a los enemigos, estos morirán soltando una sustancia de color anaranjado que resulta ser calor y que podemos recoger subiendo nuestro indicador de vida, con lo que la única forma de no morir en este entorno tan duro será matar al máximo número de criaturas posibles y seguir avanzando hasta el final del nivel.
Otra de las diferencias reside en el equipamiento de nuestro personaje. Por un lado,
llevaremos siempre dos armas como máximo que nos iremos encontrando por el escenario al igual que su munición, algunas incluso enterradas en la nieve y que sólo se verán muy de pasada y deberemos arrodillarnos y desenterrar (pulsando repetidamente el botón rojo). Entre las armas que hemos visto encontramos las típicas de este género, como las ametralladoras, pistolas, lanza-cohetes, rifles francotirador o lanzallamas que disparamos con el gatillo derecho del mando y las granadas de mano que se lanzan con el izquierdo. Eso sí, el número máximo de armas simultáneos será de dos, por lo que si encontramos alguna otra, tendremos que dejar una de las que llevamos para recoger otra, aunque ciertas armas grandes como lanzamisiles sólo podremos llevarla equipada con un arma pequeña teniendo que equiparlo siempre con alguna arma pequeña quizás con la explicación realista de que una persona sólo puede llevar ciertos objetos encima de cierto tamaño.
Otro de los equipamientos que lleva consigo nuestro personaje es un curioso gancho que podremos lanzar con el botón X de color azul del mando y que puede engancharse en casi cualquier superficie y tirarnos a nosotros con él y haciendo un pequeño gesto de salto nuestro personaje siempre que llega al final. De esta forma,
podremos “echar el gancho” a sitios altos que no podemos llegar de otra forma y subirnos de forma rápida pudiendo explorar azoteas de edificios, partes superiores de bidones, trampillas y casi cualquier otra parte del escenario. También podremos usar este sistema para saltar zonas altas, ya que con el pequeño salto que realiza el personaje al llegar al final, podemos echar el gancho a muros altos, el gancho nos arrastra hasta el final del miro y el pequeño “saltito” nos pasa al otro lado. Eso sí, vemos un poco absurdo que nuestro personaje no sepa subir por las escaleras que hay en muchas partes del escenario, con lo que si queremos subir a ciertas plataformas lo tendremos que hacer obligatoriamente con el gancho.
En cuanto al
sistema de control utilizado para manejar al personaje, nos encontramos con el mismo que veríamos en cualquier juego de acción en primera persona o FPS, es decir, con el analógico izquierdo controlamos el ir hacia delante, hacia atrás y hacia ambos lados pero siempre mirando donde esté la mirilla con la que disparamos, la cual la controlaremos con el analógico derecho. De esta forma, se pueden dar situaciones muy curiosas como ver a nuestro personaje corriendo hacia delante y disparando hacia atrás con el cuerpo casi totalmente girado. Eso sí, si seguimos girando la vista del personaje, éste se dará la vuelta quedándose de espaldas, afortunadamente para su integridad física.
Este sistema responde perfectamente haciéndose muy fácil dominarlo a diferencia de otros títulos del género donde la sensibilidad de los analógicos del mando de Xbox 360 hace que sea complicado apuntar. Además, al ser un sistema tan similar a los FPS podría traer a los aficionados de este género a darle una oportunidad a un título como éste.
En ambos niveles de la demo hemos encontrado dos clases de enemigos bien diferenciados. Por un lado, en unas ruinas de la intemperie nevada nos encontraremos con una resistencia humana muy considerable que estará armada igual que nosotros, es decir, con armas de fuego automáticas, lanza-misiles o incluso ciertos “mechas” muy resistentes y muy bien armados. Nuestra única oportunidad será movernos rápidamente por entre sus calles, saltando por entre los edificios y recogiendo en todo momento la energía termal que desprenden al ser derrotados y armándonos lo mejor posible para hacerles frente. Si vamos en plan “kamikaze”, no duraremos ni dos segundos, aunque eso no quiere decir ni por asomo estamos en un título de infiltración y
la acción en todo momento será rápida y frenética. En el otro nivel sin embargo, no serán humanos los enemigos sino varias clases de bichos volantes o cucarachas que parecen extraídas de la película Starship Troopers. Encontraremos algunas zonas donde hay nidos de estos bichos con los que tendremos que acabar antes para evitar que sigan regenerándose y después acabar con la prole. Además de los “pequeños” que inundarán la pantalla (cientos de ellos de forma simultánea), encontraremos arañas enormes cuyo punto débil se encuentra en su cola y de la que es difícil escaparse sin que nos de alguna caricia u otros animales con forma de roca que se lanzan sobre nosotros rodando hasta golpearse contra algo sólido, descubriendo de esta forma su punto débil. La forma de acabar con ellos será, como no, a balazo limpio en todo el cuerpo para los pequeños y en busca de su punto débil para los mayores, aunque también podremos utilizar ciertos elementos del entorno como barriles explosivos que acabarán con varios a la vez (de los muchos que pueblan la pantalla) facilitándonos la labor.
En cuanto al apartado técnico, lo que hemos podido ver responde muy bien a lo que se espera en un título de próxima generación.
Entornos enormes muy detallados con unas texturas en altísima resolución hacen un conjunto muy nítido y notable que se adereza con efectos de partículas dinámicos como la propia ventisca nevada que inunda toda la pantalla en las zonas abiertas y paran en las cerradas. Los escenarios también están cargados de objetos y detalles y los enemigos se mueven de forma muy “natural” (para ser bichos futuristas y alienígenas) compuestos de numerosas partes móviles que dan una sensación de que realmente existen en su comportamiento y apariencia. Igual ocurre con los enemigos grandes que ocupan casi toda la pantalla y que actúan con una IA muy lograda (al igual que los pequeños) y que puede convertirse en uno de los grandes alicientes del juego. Además, los escenarios están plagados de detalles espectaculares y objetos dinámicos que podremos destruir al disparar o que se modificarán, como la nieve por donde pisamos donde nuestros pies se clavan al andar y al sacarlos dejan la huella y un trozo de nieve, o los efectos espectaculares de luces dentro de la cueva o las maravillosas explosiones que vemos al hacer estallar barriles o al usar los lanza-granadas.
En definitiva, la demo de este juego nos ha encantado por muchos motivos además de los técnicos por proponernos interesantes posibilidades dentro de un género que cada vez está más de capa caída por la escasa originalidad de muchos de los diseñadores. Curiosamente, Capcom ha ido creando un título referencia en cada generación de consolas, desde Street Fighter 2 para los 16 bits, Resident Evil para los 32 o Devil May Cry para la anterior.
Quizás, Lost Planet sea este título referencia para la nueva generación de consolas y puede convertirse con el tiempo en una de las grandes joyas para esta consola así como una referencia dentro del género de la acción.