Un artículo de Raquel Hazim Pérez
La vida en el mundo de Nova Chrysalia llega a su fin. Sus habitantes viven los últimos trece días de existencia entre caos e incertidumbre. Las Marcas Salvajes, región en la que se desarrolla el fragmento que pudimos probar en la demo para prensa de Lightning Returns: Final Fantasy XIII, no es una excepción. Allí, entre exuberante vegetación, asentamientos de cazadores y multitud de especies salvajes, Lightning tiene un misterio que resolver. Un enigmático ejemplar de chocobo blanco podría ayudar a la protagonista en su misión principal como redentora de almas. Por ello, el objetivo que perseguimos en este vasto territorio es dar con dicha criatura, conocida como el Ángel de Valhalla.
Nuestro punto de partida es la granja del doctor Gysahl, quien nos da los primeros datos para la búsqueda. Podemos ampliar esta información preguntando a los habitantes del lugar. De esta forma, descubrimos que la manera más efectiva de dar con el ejemplar es visitar el hábitat del Comechocobos, su depredador principal.
Entre pregunta y pregunta, aprovechamos para conversar con algunos de los comerciantes de la zona. La tienda general de Final Fantasy XIII y XIII-2 ha dado paso en esta entrega a una serie de establecimientos especializados que ofrecen mayor variedad. Cada vendedor que encontramos dispone de un producto particular: desde los tradicionales objetos para recuperar VIT hasta armas, protecciones y hechizos nuevos para nuestro arsenal, pasando por atuendos con los que vestir a Lightning, y que en esta entrega resultarán vitales para la batalla.
Tras deambular por el asentamiento y realizar algunas compras, nos lanzamos a la búsqueda del Ángel de Valhalla campo a través. El inmenso mapa de la región demuestra que el mundo de Lightning Returns nada tiene que ver con el de sus dos antecesores directos. La superficie es tan extensa que el jugador pronto siente la necesidad de contar con una montura para recorrerla. Afortunadamente, esto puede hacerse con más facilidad gracias a la posibilidad de esprintar. Esta acción consume una barra situada en pantalla que, una vez vacía, interrumpe la carrera hasta que se recarga con rapidez.
Las Marcas Salvajes son, asimismo, hogar de numerosos monstruos que aguardan en grupo a los viajeros. Cuando la distancia es mínima, los rivales nos detectan y podemos desenvainar nuestra arma para realizar un ataque preventivo, reduciendo así su VIT en un 10%. Si somos habilidosos, podemos pillarlos por la espalda, en cuyo caso el porcentaje se incrementa a un importante 25%, y si nos sorprenden ellos, sufriremos la penalización de no poder escapar de la batalla.
Una vez en combate, la interfaz llama la atención por ser tan distinta a lo que la saga de rol nos tiene acostumbrados, y es que el clásico menú de comandos ha sido sustituido por acciones vinculadas a los cuatro botones principales. Así, cada botón desencadena una respuesta inmediata. Este conjunto de acciones configura los arquetipos o atuendos a los que Lightning tiene acceso. En este sentido, podemos encontrar una semejanza con el sistema de formaciones original de Final Fantasy XIII, que permitía cambiar el rol de los personajes. No obstante, dos hechos fundamentales marcan la diferencia: Lightning lucha en solitario en esta tercera entrega, y el cambio entre un arquetipo y otro, así como la ejecución de acciones, es totalmente instantáneo. En conclusión, el juego cuenta con un sistema de batalla mucho más manual a la par que dinámico, debido a la ausencia de interrupciones.
De entre la gran cantidad de atuendos existentes en el juego (muchos inspirados en oficios de la saga, para alegría de los fans), podemos elegir tres para llevar al combate. Si bien se puede cambiar entre ellos infinitas veces, una barra BTC regula el uso que les damos. Cada acción consume un porcentaje de la barra; cuanto más poderosa es, mayor es el coste. Una vez vaciada, un cambio de arquetipo permite seguir atacando mientras la barra del anterior se rellena.
Puesto que cada arquetipo ofrece habilidades distintas, una adecuada combinación nos ofrece muchas garantías de salir victoriosos. A pesar de ello, debemos mantener la guardia en todo momento, pues la dificultad se ha visto incrementada respecto a títulos anteriores. En todas las localizaciones existen especies superiores a la media, dispuestas a ofrecernos todo un reto; en el caso de las Marcas Salvajes, el appanda - de la familia de los feroces bégimos - puede ponernos en serio peligro. Por suerte, Lightning Returns: Final Fantasy XIII recupera el concepto de aturdimiento: explotar las debilidades del enemigo hace que, eventualmente, caiga aturdido y quede a merced de nuestros ataques.
Llevarlo a dicho estado no siempre es fácil, por lo que varios arquetipos ofrecen la opción de cubrirse y evadir ataques. Este tipo de acciones ponen de manifiesto el dinamismo del sistema, pues son muy efectivas si se ejecutan en el momento correcto. La precisión es clave para ganar, y así lo es la estrategia; ejemplo de ello es que recibimos bonificaciones de daño si encadenamos correctamente los ataques entre arquetipos.
Dada la importancia de los arquetipos en todos los aspectos de este sistema, decidimos ahondar en su personalización antes de llevar a cabo los siguientes encuentros. Un apartado en el menú de juego nos permite visualizarlos exhaustivamente y elegir entre multitud de posibilidades. Podemos activar las habilidades del arquetipo para luego asignarlas manualmente a los botones, configurando así su naturaleza. Cada uno va acompañado de un equipo (arma, escudo, accesorio y ornamento) que también es totalmente personalizable. Por si fuera poco, las prendas de los atuendos se pueden colorear a gusto. En conjunto, todas estas opciones nos dan libertad para crear apariencias totalmente distintas entre partidas.
La libertad en Lightning Returns: Final Fantasy XIII no se limita a este aspecto, sino que se da en todo su esplendor debido al concepto de juego guiado por el mundo. Todas las características de Nova Chrysalia evolucionan con el paso del tiempo. Sus habitantes realizan actividades distintas según el momento del día, y los monstruos más peligrosos esperan al anochecer para salir de su escondite. La presión que el tiempo ejerce en el jugador es, a su vez, fuente de posibilidades: El Reloj del Juicio Final, siempre presente en pantalla, nos recuerda allá donde vayamos que el tiempo es limitado y debemos invertirlo sabiamente. Para jugar con este factor, decidimos volver al asentamiento de las Marcas, donde un posadero nos ofrece descansar varias horas para reponer energía. Las consecuencias de aceptar se reflejan directamente en el reloj: pasan las horas, se pone el sol y se alteran las rutinas de los personajes.
Puesto que todo está en constante movimiento, hacer determinadas misiones puede privarnos de ver sucesos que estén ocurriendo en otra parte del mundo en ese momento, obligándonos a establecer prioridades. Por este motivo, Lightning Returns: Final Fantasy XIII es un título muy rejugable; basta ver la cantidad de tareas que recibimos al llegar a un lugar para imaginar la complejidad de abarcar todo el contenido en una misma partida. Estas tareas usualmente comportan derrotar enemigos especiales o recolectar objetos. Nada nos impide dedicarnos a ellas cuanto queramos antes de regresar a la trama argumental principal, de la que podemos desligarnos completamente, si así lo deseamos. No obstante, Hope Estheim (quien regresa para ayudar a Lightning mediante comunicación inalámbrica) nos recuerda cada cierto tiempo nuestra misión principal. Así, tras señalarnos la posible localización del Comechocobos, nos ponemos en marcha hacia unas ruinas.
El jefe de turno se presenta en un enfrentamiento donde cubrirse es indispensable para vencer. Sus movimientos son rápidos, por lo que debemos reaccionar a tiempo para pararlos. Por fortuna, la heroína cuenta con una serie de habilidades especiales que nos pueden salvar de una situación peliaguda:
- Discronía es perfecta para poner punto final a la batalla, pues ralentiza el tiempo a nuestro favor, a pesar de tener un coste asociado en forma de Puntos de Gracia (utilizados para múltiples propósitos, tanto fuera como dentro de la batalla).
- Teleportación nos permite viajar directamente ebtre localizaciones
- Cronoestasis, con la que congelar el tiempo en situaciones límite.
En definitiva, la cantidad de recursos a disposición de Lightning es muy elevada, y su adecuada administración nos permitirá sacarle el máximo partido al flujo temporal.
Derrotado el Comechocobos, la demo finaliza dejándonos muy buen sabor de boca y muchas ganas de que llegue el 14 de febrero, día en que Lightning Returns: Final Fantasy XIII se lanzará en nuestro país para descubrirnos todo lo que puede ofrecer el cierre de la trilogía.
Nuestra colaboradora Raquel Hazim es una experta en el mundo de Final Fantasy XIII, y responsable del blog novacrystallis.