El vídeo que Square Enix nos ha mostrado hoy es un gameplay de Left Alive de casi 9 minutos de duración donde podemos ver a Shinji Hashimoto, productor del juego, jugando los primeros minutos de una forma como si no supiese cómo se juega. La labor principal de un productor de videojuegos es la de que su producto tenga la calidad suficiente como para satisfacer la demanda de sus fans y haga ganar dinero a la compañía, por lo que sería de pensar (lo lógico, vamos) que al menos sabría jugar o que lo habría hecho algunas veces antes de su lanzamiento. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así, máxime si hablamos de compañías grandes de desarrollo como la propia Square Enix o, incluso, de la mayoría de las compañías japonesas de videojuegos, donde el rol de los productores es bastante complejo y depende de la compañía de la que hablemos..
Aunque es realmente complicado definir el rol de un productor debido a la cantidad de cosas que hace y las diferencias entre cada compañía, en las grandes como Capcom, Nintendo o Square Enix, el productor es la persona que se encarga de supervisar todos los procesos del juego, desde el primer día de creación hasta la puesta a la venta del mismo (e incluso después). Hablamos de una persona que designa a los cargos del juego como el director o el compositor y les da las pautas de cómo quiere que se haga, revisando el trabajo diaria o semanalmente (dependiendo de los proyectos que lleve) y asegurando que cumple con sus propios estándares de calidad y los de su compañía. Aquí no se acaba el trabajo de un productor, ya que también tiene que encargarse de otros muchos factores como de buscar recursos necesarios de cualquier clase para que todo se cumpla en fecha y forma, haciendo planificaciones y hablando con otros estudios o compañías para buscar los recursos necesarios, lo que asegura mucho trabajo de contactos, correos electrónicos y reuniones con parte del equipo (y si éste es grande, solo con unos pocos), pero hay poco tiempo para probarlo y decidir (incluso algunos ni tan siquiera son jugadores y son simples hombres y mujeres de negocio).
A pesar de esto, no todos los productores realizan el mismo trabajo dentro del desarrollo, y de la misma forma que pasa en el cine, hay algunos que quieren dejar su propia huella en sus desarrollos.
Es muy fácil ver productores como Tetsuya Mizuguchi (Rez, Lumines), Hideo Kojima (Metal Gear Solid) o Shinji Mikami (Resident Evil, The Evil Within) querer dejar su propia impronta en el juego en el que están colaborando, e incluso en ocasiones se encargan de la labor de producción y dirección al mismo tiempo para asegurarlo. Son casos en el que los productores antes fueron directores y quieren seguir aportando su experiencia y granito de arena en el desarrollo, y que además incluso juegan bastante a los juegos antes de su lanzamiento con el objetivo de ver si, de verdad, es lo que tienen en mente para su producto. De estos no hay muchos (lamentablemente) y en muchas ocasiones son los que despuntan y son los más conocidos dentro del negocio, y ellos y sus propias compañías lo saben y aprovechan hasta la saciedad nombrándolos y mostrándolos públicamente en cualquier parte, ya que parte del proceso de un productor está en que el juego se venda, y algunos nombres lo consiguen plenamente aunque el juego no sea todo lo que sus fans esperan.
Un productor también es el que cuenta con un presupuesto para hacer un juego y que finalmente resulte rentable, y sabemos perfectamente que hay algunos ejemplos claros en el negocio que no lo consiguen aunque la calidad final de su producto sea enorme (y gastan muchísimo más de lo que ganan), aunque esto ya da para otro hilo en otra parte.