Sus creadores nos dicen que podemos jugar al juego con el estilo que prefiramos, bien como un juego de disparos en tercera persona, o bien como un juego de infiltración, por lo que lo normal está en que muy probablemente acabemos mezclándolo en diferentes momentos como incluso sucedía en juegos como MGS. Encontraremos situaciones en las que los nuestros personajes serán acosados con armas de fuego, y podremos atacar a nuestros enemigos creando nuestras propias armas y trampas como cócteles Molotov y trampas de alambre para igualar las probabilidades.
Los personajes que controlamos no son precisamente grandes luchadores al inicio del juego, ya que no están preparados cuando se inicia la guerra, así que no los tendremos bien preparados. Además, aunque encontremos en nuestro camino armas de fuego, la munición será escasas, por lo que tendremos que confiar plenamente en nuestras dotes de pasar inadvertidos y en crear nuestros propios recursos (con elementos de juego de estrategia en tiempo real).
En nuestra huida veremos algunos mechas de estilo conocido de sobra por todos los aficionados a la saga de mechas de Square Enix. Hablamos de los Wanzer del ejército invasor con poderosas armaduras y armados hasta los dientes que serán presa muy difíciles de batir, lo que nos obligará a tener que pasar desapercibidos si no queremos morir en el intento. Eso sí, el sigilo nos permitirá acercarnos a alguno de ellos y robarlos, igualándose las tornas a la hora de luchar contra ellos (repetimos, si es lo que queremos hacer).
La parte de juego de estrategia en tiempo real también la veremos en el elemento de construcción, que estará presente en todos los frentes. Por ejemplo, el juego nos permite recoger piezas de armamentos repartidas por el escenario para crear el nuestro propio, incluso piezas de estos Wanzer para hacer nuestras propias armas o mejorar el equipamiento de nuestros Wanzers.
Si bien el objetivo principal del juego es escapar vivo de la ciudad devastada por la guerra, también es posible ayudar a otros civiles que no lograron escapar a tiempo. Esto serán misiones secundarias adicionales a la historia, y esta se verá afectada con la colaboración y/o diálogos de otros personajes si lo hacemos. Todos los personajes que encuentras tienen sus propias historias de fondo y motivaciones, encontrando algunos que querrán ayudarnos mientras que otros tendrán intenciones no tan positivas. También encontraremos a personajes que no se fiarán de nuestras intenciones y puede que las decisiones morales que debamos tomar sean difíciles.
En ocasiones, este tipo de elecciones no se realizan a través del diálogo, sino que dependen de tus acciones. Por ejemplo, puedes encontrar soldados enemigos a punto de ejecutar a unos pocos civiles. Dependiendo de cómo se acerque a ellos y de cuán rápido los derriba, es posible que pueda salvar a todos los rehenes, solo algunos o ninguno. También puede simplemente decidir que no quiere desperdiciar la munición y correr ese riesgo. En ese caso, puedes avanzar y abandonar a los civiles a su perdición.
Como vemos, Left Alive se plantea como una alternativa a los actuales juegos de infiltración y sigilo, con grandes dosis de estrategia y acción en tercera persona. Square Enix quiere crear una nueva saga de juegos con este título y lanzarlo a nivel mundial para ver cómo se comporta su venta y si es del gusto del público occidental, menos acostumbrado a la saga Front Mission.
