Es muy fácil contentar al público y enseñarles lo que realmente quieren ver. Hacer una conferencia de algo más de media hora sin mostrar lo que todos los aficionados a los videojuegos estamos esperando es conseguir que salgan desilusionados después de haberla visto. Y la verdad es que es muy fácil enseñarles un pequeño vídeo, algunas imágenes sueltas o algún corte de la música para hacer que estén realmente contentos después de más de tres años sin saber nada de Final Fantasy VII Remake.
El otro detalle que nos ha llamado la atención ha sido que de los pocos juegos presentados en sociedad por primera vez, no hay ninguno que vaya a ir a Switch o Xbox One dejando así las exclusivas a PS4 y PC como hasta ahora. Está claro que la compañía japonesa quiere centrarse en una consola que hasta ahora les ha dado mucho apoyo y buenos resultados, pero quizás Microsoft tenga que hacer un esfuerzo aún mayor en conseguir juegos como Final Fantasy XIV o Dragon Quest XI para contentar al público que tienen aficionado a los juegos de corte japonés. Pensamos que no deberían contentarse con versiones después de más de un año como el caso de NIER, ya que Square Enix es muy grande con muchos lanzamientos y que atrae a muchos jugadores, algo que a Microsoft ahora mismo le hace falta y mucho.
Unas declaraciones, las de Tetsuya Nomura, en las que asegura que está fuera de su control el que se esté tardando tanto en su desarrollo, y que viene a echar un poco balones fuera en su responsabilidad, pero ¿es esto cierto? Nosotros pensamos que sí y os explicamos el por qué, aunque no quede demasiado bien de cara a la galería.
El director de un videojuego es responsable de muchas áreas del mismo, y es su cabeza visible y máximo responsable de todo lo que ocurre con él. Lo que pasa es que en el desarrollo de un videojuego en estas grandes compañías, el Director no suele ser una persona que tenga poder absoluto, ya que siempre está el productor ejecutivo (quien pone el dinero), y la propia compañía que está detrás de ella quien decide sobre el mercado, cómo se va a hacer el desarrollo y otros asuntos similares. Nomura ha estado desarrollando tres proyectos en paralelo en los últimos años (Final Fantasy XV, Kingdom Hearts III y Final Fantasy VII Remake), pero los equipos de desarrollo han sido completamente distintos, y su labor suele ser la de reunirse con los productores y jefes de desarrollo, planificar, organizar el trabajo y otras tareas menores, y todo ello generalmente por correo electrónico y por charlas online (aunque suene un poco raro decirlo así).
Todo esto hace que un director dentro del mundo de los videojuegos pueda llevar, no tres sino hasta 4 o 5 proyectos en paralelo, y no verse afectado para nada en el resultado final. En Nintendo tenemos un gran ejemplo, donde alguien como Shigeru Miyamoto ha llevado varios proyectos en paralelo como director, mientras incluso ejercía como productor en algunos otros. Para empresas grandes como Square Enix o la propia Nintendo, esta suele ser la forma de actuar, por lo que parece claro que su responsabilidad (la de Tetsuya Nomura) no es tan clara.
Según ha contado en las diversas entrevistas que ha concedido, la decisión de cambiar el engine técnico al Unreal Engine 4 vino de arriba, lo cual puede ser cierto para evitar un coste mayor de desarrollo en crear herramientas específicas para el juego (como, de hecho, ha ocurrido con Final Fantasy XV), y puede que tenga razón, aunque ni está bonito decirlo (porque parece que quiere lavarse las manos), y ni es 100% cierto al ser el director del proyecto.