El próximo 4 de septiembre se estrenará en nuestros queridos pisapapeles portátiles de Sony, PS Vita, lo que posiblemente sea su mejor baluarte de cara a vender nuevas unidades en la próxima campaña navideña, el shooter en primera persona de Guerrilla Games Killzone Mercenary. Después de probar la demo del pasado E3 2013 y traeros nuestras impresiones iniciales, los chicos de Sony nos han facilitado otra nueva demo con otro nivel distinto y tras exprimirlo a fondo hay que reconocer que muchos de los detalles negativos han quedado atrás, mejorando mucho el conjunto final.
La primera impresión vuelve a ser para el apartado técnico, consiguiendo el juego más redondo hasta ahora para PS Vita, con una tasa de 30 frames por segundo constantes y sin ralentizaciones, además de unos entornos grandes y bien detallados y unos efectos de luces y sombras preciosos (lo que también sirve para tirarle de las orejas, las dos y mucho, al resto de desarrolladores que nos han ofrecido juegos más parecidos a los primeros vistos en PS2).
En cuanto a su desarrollo, la misión era similar a la vista en la demo del E3, aunque había algunas diferencias. Por ejemplo, la misión estaba dividida en varias partes, una inicial más de infiltración y otra final más de asalto con otra intermedia de defensa de una zona. En la primera parte podíamos usar intensivamente el drone mantys que, recordemos es un pequeño pequeño robot silencioso que podemos comprar en las tiendas Blackjack (baúles que encontramos en el juego y donde podemos comprar munición y armas) e invocar y puede matar por la espalda a los enemigos sin que se note su presencia. Esto hacía que sin pegar un solo disparo (si somos suficientemente habilidosos) podamos pasarnos toda la zona inicial.
Sin embargo, la parte del juego en la que teníamos que defender una zona podíamos usar otro gadget comprados, como no, en Blackjack como son los denominados Sky Fury, un ataque aéreo similar al visto en juegos como Call of Duty, y que nos permite durante todo un minuto bombardear desde el cielo a todos los enemigos mientras el drone surca de forma automática el aire. La forma de activar estos extras es pulsando en la pantalla táctil en la zona inferior izquierda de la pantalla cuanto esté activo y que luego se recargará conforme vamos acabando con enemigos. Este tipo de periféricos dota al juego de un elemento inédito hasta ahora en la franquicia, y aunque no supone un cambio grande en su jugabilidad resulta bastante refrescante.
Otro detalle que nos resulta curioso son los puzles, también inéditos en la franquicia. Estos están repartidos (y a veces ocultos) en distintas zonas en forma de terminales con información que podremos hackear y que nos permitirán, por un lado, conseguir logros y por otro desbloquear nuevas armas para comprar en Blackjack. Estos puzles son generalmente sencillos y nos muestra en el centro de la pantalla una serie de hexágonos que cuatro piezas en su interior y alrededor otros hexágonos con dos piezas, teniendo que seleccionar dos de las que están fuera y que formen el mismo dibujo que las que están dentro para desbloquearlas. En principio el desafío resulta demasiado sencillo, aunque tienen un tiempo límite para conseguirlo y, de no hacerlo, podremos volver a intentarlo cambiando los códigos, algo que si bien para un poco el desarrollo del juego es totalmente optativo y nos permite hacer otras cosas a parte de disparar.
También nos ha gustado el diseño de los mapas, muy amplios lo que nos deja mucha libertad para afrontar distintas situaciones, es decir, si jugamos dos veces la misma misión el diseño nos permite poder jugarla de dos formas totalmente distintas, una en sigilo y otra entrando a saco, o utilizando las armas apostadas que vamos encontrando o los distintos drones de asalto a nuestra disposición, lo que es otro punto positivo con respecto a anteriores Killzone en PS3.
A pesar de todo lo dicho y de pensar que estamos ante uno de los mejores juegos de PS Vita hasta la fecha, no todo es del todo bueno. La inteligencia artificial de los enemigos no está demasiado pulida (aunque lo parezca, dependiendo de cómo estemos jugando). Por ejemplo, en un momento dado en la misión nos encomiendan defender un punto de dos oleadas de enemigos, y si tomamos una posición elevada y hacemos de francotiradores vemos que se intentan cubrir y dispararnos cada uno desde una posición. Sin embargo, si nos quedamos cerca del punto de defensa veremos como todos se van hacia nosotros sin demasiado criterio, buscando simplemente un punto cercano a nosotros donde cubrirse para dispararnos desde allí, con lo que tirar una granada y esperar a que acudan a ella como si de un caramelo para un puñado de moscas se tratase suele resultar una estrategia bastante acertada para acabar con todos a la vez.
También sigue sin hacernos demasiado gracia las cajas de re-abastecimiento de Blackjack repartidas por todo el escenario, y es que facilita mucho el jugar mal en el sentido de que podemos gastar mucha munición tirando granadas a diestro y siniestro mientras estemos cerca de una de estas cajas (de amarillo en el mini-mapa) y tan pronto nos quedemos sin munición abrirlas y re-abastecerse al 100% pausándose la acción. Y es que un par de ellas en toda la misión serían suficiente para que el juego resultase fluido o, incluso, que estuviese el mismo número pero no hubiese pausa cada vez que se entra (estamos en medio de una refriega, ¡qué menos!).
A pesar de estos fallitos, nuestras expectativas con Killzone Mercenary han subido mucho después de haber probado esta nueva demo. Sony y Guerrilla tienen a un ganador entre manos aunque dudamos que mucha gente quiera comprarse esta portátil por tan solo un juego, y aún así resultar uno de los mejores títulos del catálogo de Vita, algo que agradecerán los cientos de miles de usuarios que se la compraron pensando en que tendrían una PS3 portátil entre manos, que es lo que parece cuando jugamos a Killzone Mercenary.