Cuando escuchamos "terror sicológico" se puede esperar lo mejor y lo peor, debido a que en muchos casos es una "simple etiqueta" que se le da a juegos en los que rara vez pasa algo. Sin embargo, estamos ante un caso en el que la profundidad de su narrativa, su ambientación, y lo que que nos propone puede ir mucho más allá de este concepto. Y es que los chicos de Pollard Studio nos presentan su KARMA: The Dark World, que ellos mismos han definido con ese término y cuyas referencias lo hacen ya de por sí interesante.
Según sus propios creadores, KARMA: The Dark World es un juego de terror psicológico en primera persona que te sumerge en un mundo distópico y oscuro ambientado en la Alemania Oriental de 1984, y cuya fecha no ha sido elegida al azar. De hecho, el juego está fuertemente inspirado en el trabajo de George Orwell con ese mismo título, 1984, además de escenas retorcidas propias de las películas de David Lynch, y con una narrativa que, según sus creadores, han sido también inspiradas en los juegos de Hideo Kojima. Fue presentado oficialmente en 2021, y ahora en 2024 podemos ver un nuevo vistazo con cambio de motor gráfico incluido (Unreal Engine 5), además de algunas de las escenas que vamos a poder presenciar y que nos dejan un poco más claro el tipo del juego al que nos enfrentaremos.
En KARMA: The Dark World tomamos el papel de un personaje que se enfrenta a la omnipresente Leviathan Corporation en un entorno donde nada es lo que parece. La narrativa del juego es multidimensional, evocando emociones y llevando a los jugadores a cuestionar la realidad a medida que se adentran en la historia. Y es que su protagonista es un agente de investigación que trabaja para la Leviathan Corporation, y su misión es explorar recuerdos fragmentados y sumergirse en la mente de otras personas para descubrir secretos ocultos. Aunque no se mencionan detalles específicos sobre la personalización del personaje, el enfoque narrativo sugiere que la historia y el desarrollo del personaje son centrales en la experiencia de juego.
Las mecánicas más destacadas del juego son la exploración de un mundo que cambia aleatoriamente, la interacción con criaturas y monstruos, y la capacidad de revivir y explorar recuerdos fragmentados. Estas mecánicas están diseñadas para crear una experiencia intensa y emocional que desafía la percepción del jugador y lo sumerge en un thriller psicológico profundo.