New World Interactive LLC nos trajo al PC un buen juego multijugador con el primer Insurgency, un FPS al que le faltaban muchas opciones jugables y calidad técnica para poder competir con los juegos más grandes del género pero que resultaba realmente divertido en sus opciones competitivas. Por eso, es una gran noticia que esta segunda parte, Insurgency: Sandstorm, tome como punto de partida a esta primera y le añada todas aquellas cosas que se quedaron en el tintero para hacer un gran FPS que pueda competir con la competencia a la que se enfrenta (y, de paso, meta de lleno a Focus Interactive de lleno en la competición por tener el mejor shooter en primera persona del mercado).
Como decimos, en Insurgency: Sandstorm encontraremos toda clase de mejoras con respecto a la primera entrega, empezando por el apartado gráfico gracias al uso del Unreal Engine 4 que muestra unos modelos de escenarios grandes y detallados y unos grandes efectos de luz en pantalla. Otra de las grandes mejoras significativas está en haberlo traído a consola, PlayStation 4 y Xbox One, además del PC, por lo que muchos más jugadores podrán tener acceso al mismo.
La tercera gran mejora está en sus modos de juego. Recordemos que el Insurgency original contaba con modos competitivos multijugador y un cooperativo para cinco jugadores que luchaban contra la IA por defender diferentes zonas, y cuyo desarrollo se quedaba algo escaso. Ahora, en Sandstorm contaremos con un modo campaña para un jugador, nuevos modos de juego cooperativo y basado en objetivos, además de los modos competitivos multijugador de los que ya disfrutamos en la primera entrega.
En esta, disfrutábamos de un estilo de juego que mezclaba la simulación con el juego de acción en primera persona, con elementos tales como que tanto los enemigos como el jugador pueden morir con unas pocas de balas (uno o dos disparos), no contar con una barra de salud, ni con la regeneración de la energía al poco tiempo ni con botiquines. Los equipos deben moverse con velocidad y fluidez mientras navegan a través de densos entornos urbanos, capturando y destruyendo objetivos vitales del enemigo.
Más elementos de simulación está en las armas y su comportamiento en el campo de batalla. Cada arma tiene cálculos balísticos únicos que tienen en cuenta la caída de la bala, el tiempo de viaje y el poder de penetración. Las balas siguen trazas de forma realista en cada contenedor de los cargadores, y estos no se recargan automáticamente, además de que tampoco se unen sus balas. Esto quiere decir que si a un cargador le quedan tres balas, si le damos a recargar las perderemos si no las hemos usado antes. Tendremos la opción de abrir con cuidado y despacio las puertas para mantener el silencio, o golpearlas con una carga de hombro. Los jugadores de la primera parte verán también novedades como mecánicas de fuego de apoyo, vehículos ligeros manejables, personalización de personajes, personalización de armas y emparejamiento competitivo.