La estrategia de Microsoft sigue, desde su creación en 2017, algunos altibajos importantes. Mientras que gran parte de la industria alaba lo bien que lo están haciendo con el lanzamiento de su nueva consola, el Game Pass y los muchos juegos que están llegando a este servicio, y el aumento significativo de jugadores que llegan a sus consolas con respecto a años anteriores, a todo el mundo parece pasarle por alto la enorme cantidad de dinero que se están gastando con respecto a años anteriores, y que debería haber supuesto estar, como mínimo, en los mismos números que su mayor competencia, PS5 (y está 1 a 3 en venta de consolas actualmente). Todo esto es una estrategia a futuro, pero deberían haberse visto más brotes verdes con un aumento significativo de su base de usuarios debido a esta enorme cantidad de dinero que están invirtiendo, y que a todas luces no está siendo así. Para que se entienda mejor, si durante los últimos años Microsoft se ha gastado diez veces más de dinero invertido en productos, servicios, consolas, y la compra de muchas compañías desarrolladoras, al menos deberían haber aumentado sus ventas o sus usuarios mucho más de entre un veinta o treinta por ciento con respecto a años anteriores, por lo que no solo no está pasando por un momento dulce, sino que debería ser considerado como un fracaso.
Aún así, para sus fans, el éxito es incuestionable porque, por muy poco, están (estamos) disfrutando de muchos juegos, una gran consola, e incluso un servicio en la nube que les hace no necesitar comprar un hardware de nueva generación y disfrutar de todo su catálogo. Pero, como siempre decimos, toda esta estrategia necesita juegos de calidad, de los denominados vende-consolas, y actualmente no es que haya demasiados en el mermado catálogo de Xbox, más allá de unos buenos juegos indies (que los hay, y muy buenos), el último Forza, y ahora el nuevo Halo, que llega para cubrir un poco este enorme hueco pero que lo hace en porciones, como los quesitos El Caserio (y yo no me fío).
Fijaos en lo confuso que es todo. Dividen el juego en cuatro partes importantes, campaña para un jugador, multijugador competitivo, campaña cooperativa, y el modo Forja (Forge para los amigos) como editor de mapas. En lugar de, como la mayoría de compañías, lanzar un pack con todo, lo trocean y lanzan por un lado y sin avisar a casi a nadie el multijugador gratuito para todos los jugadores en PC, Xbox One y Xbox Series. Por otro lado, anuncian que la campaña ya es GOLD y que sale en su fecha prevista, esto es, ocho de diciembre de dos mil veintiuno. Sin embargo, y muy por lo bajini, anuncian un nuevo retraso para la campaña cooperativa que debería haber estado metida en el juego, y para la que tenemos que esperar cinco meses más, hasta mayo de 2022. Y por último, pero no menos importante, uno de los modos que muchos fans del competitivo esperan, el modo Forja, se retrasa aún sin fecha de lanzamiento. Lo más divertido de todo (por decir algo) es que anuncian que el juego ya es GOLD, y no que la campaña ya es gold, que es lo único que vamos a obtener, porque para qué vamos a ser claros y honestos con nuestros fans si podemos no decir nada y engañarles un poquito más.
Sigo pensando que la estrategia que Microsoft está utilizando es buena porque está pensada a largo o muy largo plazo, y para sus fans nos está viniendo muy bien porque podemos disfrutar de mucho y bueno; una gran consola, un gran servicio, un precio comedido, y una promesa futura de que vamos a tener un gran catálogo comparable con el del resto de consolas en cuanto a grandes juegos (los vendeconsolas, los Mario, Zelda, Uncharted, The Last of Us, Halo, Gears...). Sin embargo, cuando hacen cosas como esta, retrasando sin avisar, pagando a revistas del sector para que hablen bien de ellos y que engañen diciendo que el momento es buenísimo, o que actualmente tenemos el mejor catálogo disponible de juegos solo en Xbox, se vuelven a ver a los fantasmas del pasado, esa Microsoft de hace unos años que solo vendía humo y del malo, más preocupada en gastar dinero en tapar agujeros y en campañas de marketing que en solventar sus problemas de raíz. Este fin de año al menos tenemos dos de los grandes, Forza Horizon 5, y dos porciones de Halo Infinite. Es más de lo que tuvimos con el lanzamiento de la consola hace un año, y que a pesar de que le hayan pagado a muchos por decir que estuvo muy bien y que Microsoft y Xbox están de dulce, no es cierto. Eso es una contrarreloj, y Microsoft se lo ha tomado muy en serio, y va muy despacito. Solo espero que no demasiado y que muchos de sus fans se lo piensen demasiado.
Ahora sí que creo que Microsoft lo está haciendo bien. Hemos tenido mucho movimiento desde que se mostrase en 2018 por primera vez un vídeo del juego diciendo que corría en la nueva generación de consolas de Microsoft, y donde la decepción era máxima con solo una escena cinemática debido a su calidad técnica. Dos años más tarde en 2020, les dio por mostrar gameplay a excasos cuatro meses del lanzamiento oficial del juego y su nueva consola, y la decepción crecía por momentos cuando veíamos unos escenarios muy grandes pero mucho problema de pop up (distancia de dibujo) y unos gráficos que, a todas luces, no eran de nueva generación. Tras todo este revuelo, Microsoft decidía retrasar el lanzamiento del juego perdiendo la ventana del lanzamiento de su nueva consola, lo que generaba aún más desesperación por parte de sus fans que veían que su nueva consola no tenía un juego bandera que echarse a la boca desde el día 1.
Nosotros ya decíamos hace ya un año que era y es mucho mejor retrasar un juego para obtener algo que hiciese justifica al Jefe Maestro y al trabajo anterior de Bungie, y que los problemas que Halo 5 habían tenido no eran los que ni Microsoft ni Phil Spencer afirmaban hace tiempo, ya que todos sus problemas eran jugables. Este retraso, unido a la incorporación de varias figuras importantes a la compañía como el propio Joseph Staten (que trabajó en los Halo originales con Bungie), le han dado una nueva dirección al proyecto, y más peso para hacerlo más creible. 343 Industries es un equipo formado por un montón de jóvenes con mucho talento que necesitaban de una figura con más experiencia para hacer algo mucho más grande, y ahora es más que probable que sí que la tengan con Staten, especialmente porque alguien con tanta experiencia sí que puede decirle a sus jefes que hay que tomar ciertas decisiones difíciles para que el producto salga a la calle con la calidad que se merece y que sus fans demandan, y estos le tienen que hacer caso (ya sabemos que el mundo funciona así).
Gracias a este retraso vamos a tener:
- Un juego mucho más bonito a nivel técnico digno de la nueva generación.
- Un multijugador mucho más integrado y con todo lo necesario para equipararlo con los primeros Halo (además con crossplay y gratuito para todo el mundo tenga o tenga el juego, por supuesto).
- Una versión para PC mucho más optimizada y sin apenas bugs ni fallos.
- Cooperativo para el modo campaña, aunque tengamos que esperar tres meses (mejor que no tenerlo).
- Muy probablemente, un modo campaña más acorde a anteriores entregas de la saga, saltándonos Halo 4 y 5 cuyas campañas dejaban que desear.
Puede que este retraso le haya sentado regular a las ventas de Xbox Series, consola que no han tenido ese título de referencia que necesita todo gran lanzamiento (Demon\'s Souls o Spider-Man en PS5, por ejemplo), pero está claro que una saga como esta, que hasta hace unos años era una de las sagas más conocidas de todos los tiempos dentro y fuera de los videojuegos, merece este trato si finalmente conseguimos un título de calidad. En este caso, Microsoft está haciendo los deberes, y el problema de Xbox Series vuelve a ser que no tenían un segundo juego que echarse a la boca en su lanzamiento con el que mitigar el efecto de no contar con Halo.
Ya he hablado en varias ocasiones de Halo Infinite y de su desafortunado estreno con gameplay que vimos en la presentación de juegos first y second parties de Microsoft Games Studios para Xbox Series X. No es la mejor forma de vender la consola más poderosa del mercado antes de su lanzamiento, porque para poder llamarse así hay que demostrarlo con hechos, y desde luego no es lo que uno esperaría a la hora de gastarse los casi quinientos euros que cuesta (a falta de confirmación). Aunque hay muchos que dicen que el juego está increíble a nivel gráfico y que hay que tener en cuenta que es un open world y que no se ha visto uno con esa distancia de dibujado ni con tanto detalle, basta echarle un vistazo al tráiler de Horizon: Forbidden West (PS5 en exclusiva y con un estilo de juego similar) para hacer comparaciones y que salga muy mal parado. No solo eso, sino también incluso compararlo con juegos como Red Dead Redemption 2 en Xbox One X por ejemplo.
Sin embargo, quiero romper una lanza y apostar por el juego. Me considero fan de la saga y he disfrutado mucho con los juegos hechos por Bungie (en especial con Reach), algo menos con Halo 4 que fue el primero desarrollado íntegramente por 343 Industries y, definitivamente, muy poco con Halo 5 por sus mecánicas de juego cooperativas o no mantener la continuidad de su historia ni personajes principales. Sin embargo, hay que decir que desde el primer Halo hasta Reach, la calidad gráfica no fueron nunca los elementos que distinguieron esta saga de otras ni lo hicieron lo que aún es a día de hoy. Su carismático personaje principal (Master Chief), su más que protagonista personaje secundaria (Cortana), su historia con el encuentro de ese enorme anillo como arma destructiva de universos, sus enemigos (los Covenant, los Flood), sus mecánicas de juego o su desarrollo son algunos de los elementos que nos han hecho a todos enamorarnos de esta saga de ciencia ficción. Por ello, creo que hay que darle un voto de confianza y esperar lo mejor de esta nueva entrega que se está intentando reinventar mostrando muchos elementos clásicos que fueron abandonados en la cuarta y quinta parte en un intento por ofrecer a sus jugadores lo que hemos estado demandando durante los últimos años.
Que técnicamente no está a la altura de esta nueva consola es algo evidente y que nadie aunque lo intente puede negar. Que los usuarios de Game Pass vamos a poder disfrutar del juego desde el primer minuto sin pagar más por él es un gran acierto, y ahora que además sabemos que cuenta con 120 FPS en el multijugador (mapas más pequeños que el enorme mundo abierto de la campaña) son otros dos alicientes para esperar esta entrega con ganas. Posiblemente no va a ser el vende consolas que podría haber sido si hubiese salido solo en Series X y PC, pero eso no quita que sus fans lo esperemos como agua de noviembre cuando aparezca y, definitivamente, es uno de los más interesantes del catálogo inicial de la nueva consola. Tiene mi voto personal de confianza.
Sabíamos que Microsoft sería la primera en dar un paso hacia la próxima generación de consolas. Es la que va por detrás en ventas y en reconocimiento del público, y sus seguidores que aún se cuentan por millones esperaban ver algo de ella, como así ha sido. Sin embargo, personalmente tengo que reconocer que me ha dejado frío porque esperaba otra cosa.
Tras el típico vídeo donde muchos de sus desarrolladores hablaban de 120 frames por segundo, una resolución no vista hasta ahora o un detalle gráfico sin igual, nos ponen un vídeo del esperado regreso del Jefe Maestro a una calidad que perfectamente podría ser de la generación anterior, a pesar de que el vídeo esté a 4K y vaya al número de frames que ellos quieran. Obviamente ha sido un truco pero muy malo. ¿El motivo? Simplemente, quieren decirle a sus usuarios que están listos para la próxima generación de consolas y que llegarán con el juego más esperado, pero sin mostrar sus cartas a la competencia.
Si alguien me dice que lo que hemos visto es una Xbox One X, diría que perfectamente estoy de acuerdo, e incluso que no me deberían haber mostrado una escena en un entorno tan cerrado a pesar de mostrarme efectos de raytracing o texturas en altísima definición (que eso sí que se notaba). Está claro que quieren guardarse cartas en la manga para que sea Sony quien sea la primera en mostrar lo que es capaz PS5, y lo que es peor, guardarse el lanzamiento que todos estamos esperando para que dicho lanzamiento de consola sea lo más exitoso posible, penalizando a sus actuales fans en pos de beneficiar a los nuevos. Aunque muchos van a ser los mismos, está claro esto no es sino otra señal más de que Microsoft solo está mirando al futuro ahora mismo, comprando compañías cuyos títulos exclusivos llegarán en la nueva generación, creando un Game Pass que será una maravilla para los próximos usuarios y, como con este ejemplo, penalizando a los que llevan más de 4 años el lanzamiento de un nuevo juego de su saga favorita.
Emocionado por ver nuevamente al Jefe Maestro, desilusionado por todo lo demás.
Nosotros pudimos disfrutar de los últimos Halo como el 4 o el 5 desarrollados por 343 Industries tras el abandono de la saga por parte de Bungie (ahora destinados a Destiny). Si bien Halo 4 fue un juego bastante bueno tanto en el modo campaña como en el multijugador y cooperativo, Halo 5 dejaba bastante que desear en muchos aspectos. Ahora, sus responsables asumen que cometieron errores con Halo 5, pero parece que no se han dado cuentas de todos y si siguen por ese camino podrían acabar con una de las sagas más importantes del mundo del videojuego.
Por un lado, nos dicen que el problema principal está en que no controlábamos al Jefe maestro lo suficiente (recordemos, el protagonista de casi todos los Halo excepto ODST y Reach), y este en realidad no era el principal problema. Enumerando los problemas que tenía Halo 5 se podría decir que:
Principales fallos de Halo 5
- Era más divertido jugar con el grupo del Jefe Maestro que en el otro
- Controlar a un grupo de cuatro personajes cuando jugábamos solos era un auténtico desastre y la IA era horrible
- La historia no tenía ningún sentido y ponía a un súperhombre como el Jefe Maestro luchando contra humanos normales de igual a igual, destrozando todos la historia de todos los juegos anteriores.
- No contábamos lo suficiente con la presencia de Cortana, uno de los elementos principales de todos los anteriores.
- La selección de armas no era nada buena, y mientras que cuando teníamos en nuestras manos las clásicas el juego respondía bien, cuando teníamos las nuevas el juego no era divertido.
- Tanto el comportamiento enemigo, como su propia historia no era nada creíble.
- Había misiones que no tenían sentido y eran hasta aburridas de jugar.
Todo esto hacía que la mitad del juego fuese divertido, muy bien hecho y técnicamente bastante aceptable, y el multijugador respondía bastante bien en los modos clásicos, aunque el invento de la Zona de Guerra, un modo que combinaba enemigos con IA y humanos tampoco funcionaba del todo, mientras que la otra mitad resultase un poco despropósito, aburrida en ocasiones y carente de sentido con todo lo que conocíamos de la franquicia. Por eso nos asusta un poco ver declaraciones como que hay que darle más peso al Jefe Maestro, lo que no está mal, pero que tampoco resulta un elemento imprescindible teniendo en cuenta que, a nivel personal, considero Halo Reach como el mejor de la saga y no sale nuestro querido Master Chief (de refilón, un segundo y en una CG). Esperemos que esto solo haya sido una declaración para tranquilizar a los aficionados y que, de verdad, sepan la dirección que deben tomar con la nueva entrada.