Han cumplido su amenaza. Tras liarse pardísima por el mismo motivo con Horizon: Forbidden West, Sony decidió recular y anunciar que no cobraría por la actualización de Horizon 2 de PS4 a PS5, pero también aprovechaba el momento para decir que sí que lo haría con los siguientes juegos de la compañía, entre ellos este Gran Turismo 7 o God of War: Ragnarok por ejemplo. Está claro que la presión de su público fue suficiente como para recoger carrete y arrepentirse un poquito de la decisión inicial, aunque solo con uno de sus juegos, como posible argumento de que los fans no lo sabían y por eso no lo iban a hacer con ese juego, pero sí lo harán con el resto, lo cual suena bastante ruín si me preguntáis. Suena a algo así como retirar una campaña para que no haya demasiados enfados, y con el público calentito pero no cabreado, seguir adelante para que no haya dos enfados iguales por el mismo motivo, cuando lo único que han hecho es mirar para otro lado.
Si nos fijamos en las ediciones anunciadas, hay dos especiales, incluyendo la del 25 aniversario, y ambas tienen código multiplataforma del juego, es decir, lo compramos una vez, y tenemos el juego en PS4 con su correspondiente actualización a PS5 cuando queramos pasarnos de consola. Cuesta veinte euros más que la edición para PS5, lo que hace casi que compense por tener algunos coches exclusivos y dinero dentro del juego para poder hacerse desde el comienzo con algunos modelos mejorados y no tener que ir desbloqueándolos poco a poco, como ocurre en cualquier otra entrega. Aún así, es otra señal de que no hay ningún problema en ofrecerlo y lo único que quieren es más dinero. El problema principal sigue siendo que, a diferencia de los juegos de Xbox o PC donde hay diferentes configuraciones y hay que tenerlas en cuenta en su desarrollo, en Sony no están acostumbrados a hacer dos versiones del mismo juego con diferentes cambios técnicos, lo que les requiere un mayor esfuerzo que quieren cobrarnos, tanto si compramos la edición de PS5 como si lo hacemos en PS4 y queremos actualizar. Y es muy curioso, porque cuando anunciaron la nueva consola, dijeron que el precio de los juegos iba a subir, pero que lo haría con ciertos juegos y no con todos. Y ahora, sin ni tan siquiera haber pasado un año desde su lanzamiento, parece que son los grandes exclusivos, esos que la gente quiere cuando se hace con una PlayStation y que venden millones en todas sus entregas (beneficio más que asegurado de muchísimos millones), los que llevan este aumento específicamente, lo que hace que otras compañías como 2K o Square Enix por ejemplo, sigan el mismo camino, y de paso, nos acostumbren a que ochenta pavos es el nuevo precio de los juegos.
Tanto yo como otros muchos lo seguimos viendo muy mal, y nos da igual el motivo que argumenten. Que es un desarrollo más costoso, que hay que tener muchas más cosas en cuenta mientras se desarrolla, que las versiones de PS5 son más caras y si no hacen esto, la gente se compraría los de PS4 y los actualizaría gratis... Es igual. El mercado, tanto Microsoft como la inmensa mayoría de compañías, han marcado el camino a seguir con estas actualizaciones, y las dan con la compra del juego independientemente del que compres. Vale que muchas de estas mejoras son ponerlo a sesenta frames o a 4K nada más porque tampoco añaden nada nuevo porque el coste de hacerlo sería muy caro. Las compañías que hacen juegos para PC lo llevan haciendo desde el inicio de los videojuegos, y según la gráfica que tengas, ves el juego de una u otra forma, con más o menos calidad, y todo por el mismo precio. Microsoft siguió este camino, y otras tantas compañías también. Pero claro; primero Sony sube el precio de forma encubierta de los juegos de PS4 (os recuerdo que al principio muchos de sus exclusivos era de 59,95 y ahora ninguno lo es salvo si lo considera de segunda fila), y aprovechando la inercia hace lo propio con los de PS5, argumentando que el motivo es porque son mejores.
El camino que van a seguir está muy marcado, y desde luego cada vez va a haber más jugadores que se pasen a la competencia, especialmente porque la diferencia entre jugar a, por ejemplo, Gran Turismo 7, o disponer de más de cien juegos de Game Pass son, oficialmente, veinte euros. Y eso si no te haces con códigos del GOLD y del Pass en tiendas digitales donde salen más baratos incluso, porque entonces puedes jugar a muchos juegos (más de 100 repito) durante todo un año por menos dinero que un solo juego de Sony. Todavía habrá muchos que digan que prefieren jugar a God of War Ragnarok que tener cien juegos disponibles, pero aunque sea increíblemente bueno (que no estamos entrando en eso), esta comparativa comienza a parecerse a la de los años 90, cuando alguien se compraba NeoGeo por su calidad, y para la que cada juego costaba el precio completo de una consola y varios juegos de la competencia. Y el mercado se fue a por lo más asequible, Super Nintendo o MegaDrive. Ese es un mal camino, Sony.