Stadia, o al menos su modelo de negocio y/o tecnológico, es el futuro de los videojuegos. De eso tengo pocas dudas a día de hoy, y no digo que Google vaya a ser la clara dominadora en los próximos años por delante de compañías como Microsoft, Sony o Nintendo. El modelo de negocio y desarrollo de juegos que conocemos actualmente evolucionará y cambiará en los próximos años bastante, y será más fácil ver menos consolas en el mercado, incluso varias compañías actuales uniéndose para crear un único modelo con el que trabajar, explosión de modelos digitales más sostenibles y similares al actual Game Pass, así como la apuesta por parte de la mayoría de las compañías por el streaming cuando la tecnología esté más cercana a todos los usuarios.
La siguiente generación de consolas, PS5 y Xbox Series X, van a ser dos consolas que van a preparar al mercado para estos modelos en un intento por seguir implantándolo poco a poco en un intento por seguir convenciendo al usuario de que lo físico debe quedarse como una mera excusa para vender ediciones más trabajadas, exclusivas o de coleccionista, que incluirán material adicional además de los propios juegos, y que ya estamos viendo que muchas compañías lanzan sin tenerlo físicamente sino como código digital de descarga con su correspondiente alfombrilla y figurita. Obviamente esto último no es lo ideal porque nos venden gato por liebre, pero sí que va a ser cada vez más común en todas las plataformas incluyendo las de Nintendo, Microsoft y Sony.
¿Y mientras Google qúe hace? El modelo que ha lanzado al mercado no es malo en absoluto, ya que consigue ofrecer un buen catálogo de juegos a un precio muy competitivo sin los engorros de actualizaciones, DLCs, ni parches, así como la máxima calidad gráfica posible que los PCs puedan dar en cada momento, lo que hará que veamos juegos iguales o incluso superiores a los de PS5 y Xbox Series X cuando estos se lancen al mercado. Y entonces, ¿por qué no está convenciendo a los jugadores? Son muchos los motivos, y cada jugador tiene el suyo propio, aunque los problemas de latencia, no tener nada nuevo que no tengan las demás consolas, ofrecer juegos desfasados que ya hemos visto y/o jugado, y pagar un precio que sin ser malo es elevado para todo esto son los principales. ¿Y cómo puede solucionar todos estos problemas?
Los problemas técnicos se corregirán con el tiempo, y también veremos ofertas que lo harán mucho más apetecible para muchos jugadores como ya lo hacen Netflix o Spotify, e incluso la cuenta gratuita en la que están trabajando y que pronto veremos también acercará a mucho público, tanto de PC como de consolas que querrán probarla, por lo que poco a poco se irán haciendo un hueco. Sin embargo, solo los juegos exclusivos y de calidad serán los que atrapen definitivamente al jugador a quedarse y mantenerse el máximo tiempo posible, por lo que llegar a acuerdos puntuales con compañías para el lanzamiento de juegos exclusivos, conseguir exclusividades temporales como en su día hizo Microsoft para Xbox 360 o la creacion de sus propios estudios como han anunciado hoy son la estrategia perfecta, cara pero perfecta, para meterse de lleno en este sector en el que no es nada fácil entrar, pero que con la paciencia, el tiempo y el dinero suficientes se puede conseguir, y Google tiene de todo eso de sobra. Y con eso se compra talento, que también hace falta a raudales.
A estas alturas la mayoría de nosotros conoce lo que Stadia quiere ofrecernos y las promesas que lleva haciéndonos desde su anuncio (incluso antes). El juego en la nube vía streaming es claramente un futuro prometedor para el mundo de los videojuegos, pero como en todo en esta vida, llegar antes de la cuenta puede suponer el mayor de los fracasos incluso para un gigante como la propia Google. ¿Quiere decir esto que Stadia va a fracasar? Personalmente creo que va a tener un presente complicado, que va a atraer a muchos jugadores de PC que pensaban en actualizar sus equipos en poco tiempo, a otros jugadores que quieren tener todos los formatos posibles (entre los que me incluyo) y a otros muchos jugadores que piensan en comprarse una nueva consola en 2020 (Scarlett o PS5) y que no pueden esperarse un año completo para ello.
Las promesas son muchas; mejor calidad que las consolas actuales (obvio porque veremos las mejores versiones posibles de PC corriendo a full y a 4K), o un juego multijugador optimizado y mejorado con respecto a lo que podemos jugar actualmente en PC y consolas. ¿Es esto posible? Sí gracias a la tecnología actual y no en la práctica. Dos son los problemas principales a los que tiene que enfrentarse el soporte para conseguir esto. Por un lado, el contar con un mando inalámbrico ya es un problema de por sí, y lo sabemos todos los que a veces jugamos con uno. Éste problema es menor y está prácticamente solventado con todo lo que contamos, y el pequeño lag o retardo de respuesta entre el mando y la consola suele ser inexistente aunque suficiente para los jugadores más profesionales. El segundo problema es más preocupante para la mayoría de los jugadores, como es el ping o la latencia de respuesta en el online.
Hablamos de una consola que retransmite constantemente una partida online en vídeo, que recoge nuestros movimientos y los transmite a un servidor que ejecuta nuestra respuesta en uno servidores, los muestra en el juego y los vuelve a retransmitir a nuestra pantalla y a la de cientos de jugadores, lo que puede generar problemas incluso teniendo una conexión rápida, provocando en el jugador un cierto retraso al ver los resultados en la pantalla. Según los ingenieros de Google, esto se soluciona con un invento que se denomina latencia negativa o, lo que es lo mismo, utilizar inteligencia artificial y machine learning para adivinar nuestros próximos movimientos, pre-calcule el resultado en los servidores (unos cuantos, no solo uno) y esté preparado para devolverlo cuando nosotros lo hagamos. Esto será un proceso de aprendizaje de los servidores con todos los jugadores que puede solucionar (al menos en parte) el problema de la latencia pero que tampoco lo soluciona del todo, y los propios ingenieros de Google lo saben. Aún así, la necesidad de una conexión a Internet muy rápida con un gran ping (algo que en España muy pocas compañías tienen y que ninguna lo consigue mantenida en el tiempo) también afectará que en nuestro país se pueda jugar online con garantías contra otros países más avanzados tecnológicamente.
Al problema de la conexión (repito, en España el problema es indudable) hay que unir otros como el problema de la falta enorme de un catálogo de juegos atrayente para muchos usuarios (casi ninguna exclusiva hasta que aparezca Baldur%u2019s Gate III), que van a tener un buen catálogo de juegos que los usuarios de PC llevan disfrutando con la misma calidad en los últimos años con sus ordenadores corriendo con la calidad a tope. Sin exclusivas (de momento) como Halo, Uncharted, Mario, The Last of Us o Gears, y con más que probablesproblemas en el multijugador por culpa de la latencia y los ping, Stadia puede llegar a atraer a un público indeciso que no sabe qué comprarse o lo quiere todo, a algunos que ya están cansados de actualizar sus PC cada dos años para jugar con toda la calidad y que no les gusta actualizar sus equipos (que no olvidemos que son muchos los que son fans de las actualizaciones de sus PC) y a otros que por poco precio quieren probar lo que les puede ofrecer de nuevo a falta de un año para que las consolas de la competencia salgan al mercado.
Repito que el futuro de Stadia puede ser prometedor si Google se pone las pilas, pero su presente no es tan brillante como ellos mismos esperan.