La historia - Típica, y no tan típica
El juego nos pone en el papel de Akito, un joven que sufre un accidente de moto en el que acaba perdiendo la vida. En ese momento, una extraña niebla llega al conocidísimo barrio de Shibuya, acabando con todos los seres humanos y que parece ser liderada por un extraño ser que tapa su cara con una máscara. Justo unos segundos antes de la llegada de la niebla, vemos el cuerpo de Akito en el suelo inerte, hasta que un espíritu que conoceremos con el nombre de KK decide revivirlo para apropiarse de su cuerpo. El espíritu sigue un propósito de perseguir y acabar con el espíritu de la máscara, aunque Akito tiene otros planes, ya que también quiere salvar a su hermana Mari que se encuentra en el hospital y a la que iba a ver cuando sufre el accidente.
Esta es la forma en la que Akito adquiere los poderes y habilidades de KK, que le permitirán enfrentarse a toda clase de criaturas, yokai, fantasmas y demás espectros que vamos a encontrar en todo Tokio, mientras lo recorremos.
¿Como se juega a Ghostwire Tokyo?
Es un poco complicado de definir un juego como este, ya que encontramos una interesante mezcla de diferentes géneros que pueden atraer a un gran número de jugadores. La mejor forma de definirlo sería decir que el juego se controla como un shooter en primera persona, en el que Akito tiene diferentes tipos de disparos para acabar con los enemigos que realizamos con el gatillo derecho (R2), mientras que con el L1 contamos con una barrera para protegernos de los ataques enemigos. Cada uno de esos disparos necesita un tipo de munición diferente que iremos encontrando repartida por el escenario, y que resultan ser objetos cotidianos procedentes del otro plano del que vienen los yokai, y que al golpearlos pasan a ser nuestra munición. La mayor parte de los enemigos, yokai y demás entres, suelen acercarse a atacar cuerpo a cuerpo a nuestro protagonista, pudiendo realizar los ya típicos bloqueos en el momento oportuno como si de un Dark Souls se tratase, aunque muchos de ellos también harán diferentes ataques a distancia.
También vamos a encontrar diferentes elementos de sigilo, ya que Akito puede agacharse para hacer menos ruido, colarse por diversos sitios, e incluso atacar a los enemigos por la espalda. Quizás, las mecánicas más conocidas que vamos a encontrar son las de los juegos de mundo abierto. Al principio, tendremos un mapa muy limitado con un camino muy concreto que recorrer rodeado de una niebla que nos matará en cuanto la toquemos. La idea es que esta niebla que rodea el mapa es la misma que la de cualquier otro juego de mundo abierto, solo que para liberarla tendremos que hacerlo purificando los santuarios que encontremos por el camino. De esta forma, iremos abriendo cada vez más al mapa y teniendo más libertad de exploración.
Uno de los poderes de Akito se realiza con el botón Cuadrado, y que usa el poder de KK que nos permite usar la típica visión cercana para averiguar misiones secundarias a nuestro alrededor, la búsqueda de objetos cercanos y la munición, o ciertos caminos ocultos que iremos encontrando, así como las almas de los que han perecido por culpa de la niebla que deberemos liberar. En ocasiones estas almas están a plena vista y solo hay que acercarse y dejar pulsado L2, y en otras están ocultas en corrupción, o lo que es lo mismo, árboles oscuros que las encierran y para la que tenemos que usar el poder de visión de KK, mostrar su punto débil, y una vez liberada la oscuridad hacer lo propio con las almas atrapadas.
Hay, literalmente, cientos de miles de almas atrapadas por todo el mapa, alrededor de 250.000 en total), y resulta que liberarlas es una parte importante del desarrollo del juego, ya que para hacerlo tenemos que atraparlas primero en un muñequito de papel llamado Katashiro para, posteriormente, soltarlas en unas cabinas telefónicas un tanto especiales repartidas por todo el mapeado. Cada vez que las liberemos nos darán puntos de experiencia que serán los que nos permitan mejorar a nuestro personaje en tres categorías diferentes para mejorar capacidades físicas (destrezas), tejido etéreo (habilidades) y lo que llevamos encima (equipamiento).
El apartado técnico - Brillante como el mejor de PS5 hasta la fecha
Lo que hemos jugado hasta el momento nos ha permitido ver una buena parte de la ciudad de Tokio que vamos a ver, y todo lo que hemos visto resulta muy espectacular a nivel visual. Es uno de los pocos juegos con el RTX activo y en el que resulta la iluminación, reflejos, brillos, atmósfera y sombras de todo el juego. Eso sí; como también pasa en otros juegos de esta generación, el tener activo el RTX hace que no podamos mostrar más de 4K y los 30 FPS, aunque también podemos activar tres modos gráficos más, uno para los 60 FPS estables sin RTX, y otros dos para mostrar más frames por segundo eliminando mucho detalle. A 30 FPS se puede jugar más o menos, pero en el vídeo que acompaña estas impresiones vemos cómo se hace complicado apuntar a esta tasa de frames por ir, quizás, demasiado lento. Yo personalmente soy de los que siempre prefieren jugar a 60 FPS mínimo aunque se reduzca la calidad gráfica, aunque sigue siendo una lástima que en esta generación no vayamos a tener, al menos con las consolas actuales, un RTX a 4K con 60 FPS, probablemente por no querer optimizar el engine en el que corren.
Aparte de a nivel gráfico, donde también destaca el juego es en el uso del DualSense, y es que Ghostwire Tokyo es, posiblemente, el juego que mejor aprovecha el mando de PS5 hasta la fecha, y eso se nota nada más comenzar el juego, en la animación previa en la que conocemos por primera vez a Akito. La diferente intensidad de las vibraciones cuando aparecen los fantasmas por primera vez, el uso de los poderes es nuestro protagonista, las gotas de lluvia (que no son de agua) que caen sobre nuestras cabezas, la tensión de los gatillos cuando tenemos que liberar las almas... Todo lo que hacemos tiene un reflejo en el DualSense que, en esta ocasión, se comporta a las mil maravillas, y que nos hace desear que todos los juegos que aparezcan en esta consola tengan, al menos este tipo de optimización.
Conclusiones finales
Para estas impresiones solo nos han dejado jugar hasta el capítulo 2 completo, y tengo que decir que si bien las impresiones iniciales del juego eran las de estar ante algo muy raro que era difícil de definir, tras jugar varias horas tengo que decir que me encanta lo que he jugado. Técnicamente es una auténtica maravilla, un fiel reflejo de todas esas calles de Tokio, con una enorme cantidad de detalle tanto en el interior como en el exterior de las casas, edificios, calles, y demás lugares que vamos a visitar. Aparte de técnicamente, Ghostwire Tokyo muestra una buena cantidad de mecánicas de juego diferentes que lo hacen muy jugable y divertido, aunque los vídeos oficiales mostrados del juego no decían nada de lo que podíamos hacer. En ellos veíamos a Akito gesticulando y moviendo la mano delante de enemigos que se movían también muy rápidamente, y eso nos creaba dudas sobre qué era lo que hacíamos y cómo lo íbamos a hacer.
Gracias a esta cantidad de cosas que se pueden hacer, shooter en primera persona, sigilo, algo de plataformas, mucha exploración, así como a una buena historia con misiones secundarias muy interesantes, y una dificultad algo elevada también, Ghostwire Tokyo consigue crear una experiencia muy completa, al menos durante todas las horas que hemos jugado. Tenemos muchas ganas de seguir con su historia, comprobar la evolución de sus poderes, ver los nuevos escenarios, y seguir disfrutando de todo lo que este Ghostwire Tokyo tiene que ofrecernos.