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Tras la leyenda de Genji
La figura histórica en la que se basa el personaje de Genji es Yoshitsune Minamoto (1159-1189), uno de los comandantes samurái más famosos de toda la historia japonesa. A pesar de su corta estatura y su limitada corpulencia, inspiró a los suyos en tres célebres victorias.
Yoshitsune es una figura de tal dimensión en la historia de Japón, que no es de extrañar que se hayan ido añadiendo cada vez más leyendas a los hechos reales que le acontecieron en vida. Sabemos que era todo un galán, claro ejemplo es un relato que cuenta cómo sedujo a una doncella para conseguir tener acceso al manual secreto sobre el arte de la guerra de su padre. Sin embargo, otras historias cuentan que engendró varios vástagos, dado que era habitual que le ofrecieran concubinas para pasar la noche. Lo cierto es que no parece que tuviera herederos, legítimos o bastardos, y no consta que ningún hijo de Yoshitsune fuese ejecutado tras su muerte.
Yoshitsune también es considerado el espadachín de mayor renombre en esta etapa de la historia de los samuráis. En este aspecto, una vez más, su destreza se ha exagerado, ya que se le atribuye la invención del estilo de lucha con espadas a dos manos. El creador real de este estilo fue Musashi Miyamoto, que vivió en el siglo XVII. En la época de Yoshitsune, los samuráis todavía combatían con una sola espada. También portaban una daga, pero, a diferencia de los samuráis de siglos atrás, su destreza era el reflejo de sus habilidades con el arco y las flechas, y no con la espada. También en este aspecto destacó Yoshitsune, como en muchos otros quehaceres de la vida de los samuráis.
La reputación de Yoshitsune Minamoto como comandante samurái, sin embargo, es mucho más fundada y merecida. Su hermano mayor, Yoritomo Minamoto, era el líder del clan Minamoto. Yoritomo no destacaba como soldado, era más bien un astuto político que dejaba la lucha para su hermano Yoshitsune. Tenían como enemigo al clan Taira, que controlaba Japón a través del dominio que ostentaba sobre el divino emperador.
Fue Yoshinaka, primo de Yoshitsune, quien derrotó por primera vez a los Taira. Con estos divididos, nada impidió que Yoshinaka entrara triunfal en Kioto, pero esto despertó los celos de su primo Yoritomo, que envió a su hermano Yoshitsune para capturarle. En la segunda batalla de Uji, en 1184, Yoshinaka Minamoto utilizó el río Uji como defensa, pero el ejército de Yoshitsune atravesó el río a caballo para atacar. Yoshinaka fue derrotado y perseguido hasta Awazu, donde decidió plantar cara por última vez acompañado por sus más fieles hombres.
Yoshitsune demostró realmente su ingenio bélico cuando se le envió en persecución de los Taira. Una de sus victorias más famosas es la de Ichinotani, en 1184. Ichinotani era una fortaleza controlada por los Taira en la costa de Suma. Su ubicación la dotaba de una gran ventaja estratégica. Estaba bajo un escarpado acantilado, y sus puertas de madera daban al mar, donde los Taira tenían amarrada su flota. La única opción viable era atacar desde la playa. Pero Yoshitsune Minamoto envió al grueso de su ejército por la costa desde el Oeste, mientras que él mismo dirigía un ataque sorpresa por detrás. Se trataba de una maniobra muy arriesgada, ya que a la espalda de Ichinotani se encontraba el acantilado, y no parecía haber forma de bajar. Sin embargo, Yoshitsune llevó a su destacamento a caballo por un sendero casi impracticable. Asaltaron la retaguardia de Ichinotani, que ofreció poca resistencia, y prendieron fuego a la fortaleza.
La mayoría de los Taira lograron escapar en barco y fueron perseguidos por Yoshitsune hasta Yashima, una meseta volcánica que en 1184 quedaba separada de la isla de Shikoku por un angosto estrecho. Los Taira anclaron en el estrecho, mientras que los Minamoto navegaron por el Mar Interior durante la noche y desembarcaron más allá de la costa que los Taira. Los hombres de Yoshitsune atacaron desde tierra, cubriendo sus movimientos por el humo de edificios en llamas, y lanzaron una ofensiva sorpresa parecida a la de Ichinotani. El combate continuó en las embarcaciones, pero los Taira lograron escapar de nuevo por mar.
Los Taira se refugiaron finalmente en unas pequeñas islas en el extremo del Mar Interior de Japón. Yoshitsune fue tras ellos y se desencadenó una nueva batalla naval en Dan no Ura, en 1185. En un principio, Tomomori Taira, comandante de la familia Taira, tomó ventaja. Era un experto navegante y conocía perfectamente la zona. La batalla dio comienzo con un duelo a larga distancia entre los arqueros. El estado de la marea jugó en favor de los Taira en un principio. Alrededor de las 11 de la mañana, las dos flotillas se encontraban combatiendo cuerpo a cuerpo con espadas y dagas, pero fue entonces cuando cambió la marea. Esto favoreció a los Minamoto, que aprovecharon la coyuntura al máximo. La batalla fue decantándose poco a poco a su favor, y la victoria se consumó cuando uno de los comandantes de los Taira, Yoshizumi Miura, traicionó a los suyos y los atacó por la retaguardia. Pudo informar también a los Minamoto de que el emperador no se encontraba a bordo del buque insignia de los Taira, por lo que pudieron concentrar sus fuerzas en este. Cuando se dieron cuenta de que la batalla estaba perdida, muchos de los Taira decidieron quitarse la vida. El pequeño emperador fue ahogado por su abuela.
Tras este suceso, Yoritomo Minamoto se convirtió en el Shogun de Japón, es decir, en dictador militar. Pero sus celos hacia la popularidad de su hermano menor, Yoshitsune, le llevó a ordenar su asesinato. Yoshitsune trató de huir, pero el ejército de Yoritomo acabó por encontrarle y se enfrentaron en la Batalla de Koromogawa, en 1189. Yoshitsune luchó hasta el final y acabó haciéndose el “harakiri” mientras su leal compañero Benkei contenía al enemigo.
- Yoshitsune es famoso por haber derrotado al corpulento monje Benkei, que se convirtió en su leal seguidor. Benkei se dedicaba a incordiar en el puente Gojo, en Kioto, donde arrebataba a la fuerza la espada a todo samurái que por allí osaba pasar. El joven Yoshitsune desafió a un duelo a Benkei.
- Se dice que Yoshitsune sedujo a la hija de un famoso samurái con la única intención de estudiar los manuscritos de un tratado chino sobre el arte de la guerra.
- Yoshitsune era muy susceptible con respecto a su limitada fuerza física. En la Batalla de Yashima, arriesgó su vida para recuperar su arco, que había caído al mar, para que sus enemigos no pudiesen mofarse de él por su tamaño.
- Gracias a las hazañas de Yoshitsune, las Guerras Gempei llegaron a su fin con la victoria de los Minamoto sin que su hermano Yoritomo tuviese apenas que luchar.
- La más extraña de las leyendas que rodean su figura es aquella que cuenta que escapó tras la Batalla de Koromogawa y huyó a Mongolia, ¡donde se convirtió en Genghis Khan!
- Se dice que el joven Yoshitsune aprendió el arte de la espada con los tengu (duendes) de los bosques.
- En Uji, dos samuráis quisieron ser los primeros en entrar en combate y galoparon el uno contra el otro en sus caballos a través del río.
- Tan cruenta fue la derrota que sufrieron los Taira en Dan no Ura, que se dice que el mar se tornó rojo a causa de los blasones y la sangre de la masacre.
- Se cree que los espíritus de los samuráis que allí perecieron viven en los cangrejos que habitan en las orillas de Dan no Ura. En sus caparazones parecen tener rostros humanos.
- Yoshitsune salió victorioso de la Batalla de Dan no Ura a pesar de no tener experiencia en combate naval. Lo consiguió porque confió en varios capitanes que se habían unido a la causa de los Minamoto.
- Cuando Benkei rechazó al enemigo en Koromogawa, permaneció en pie ante Yoshitsune durante diez minutos tras su muerte.