Final Fantasy XVI es la entrada de la saga Final Fantasy que nos llega en 2023 inicialmente en PS5 (y posteriormente también para PC), y que de forma similar a la anterior entrega de la saga nos contará una historia muy lineal basada en sus personajes más que en el mundo que los rodea. El juego está ambientado en el mundo de fantasía de Valisthea, donde la gente vive en paz y prosperidad gracias a las montañas de cristal llamadas Mothercrystals. Sin embargo, parece que Valisthea se encuentra agonizando por una oscuridad que se extiende, de la misma forma que sus cristales que se desvanecen lentamente. Valisthea es un mundo controlado por seis facciones: el Gran Ducado de Rosaria, el Sacro Imperio de Sanbreque, el Reino de Waloed, la República Dhalmekiana, el Reino de Hierro y el Dominio Cristalino. Una parte central de la trama son los Eikons, monstruos convocados controlados o que se manifiestan a través de humanos llamados Dominantes.
Como bueno juego basado en sus personajes principales, vamos a conocer a una serie de
personajes principales que incluye a Clive Rosfield, Joshua Rosfield y Jill Warrick. Clive es el primogénito del Archiduque de Rosaria que se embarca en una búsqueda de venganza después de los trágicos eventos que involucran al oscuro Eikon, Ifrit. Joshua Rosfield, el hermano menor de Clive, es el Dominante de Eikon Phoenix y heredero aparente de Rosaria. Jill Warrick, una ex princesa de los Territorios del Norte caídos, es la hermana adoptiva y confidente de Clive y Joshua. Algunos de los personajes de Final Fantasy XVI son conocidos como
Dominantes, aquellos que poseen la habilidad de invocar un poder tremendo en forma de enormes criaturas o espíritus denominados
Eikons. Cada reino tiene su propio Eikon. El Eikon de Rosaria es Phoenix, mientras que los Eikons de varios de los otros reinos aún no se han revelado.
Final Fantasy XVI se desarrolla en Valisthea, un mundo dividido entre dos continentes: Ash y Storm, salpicados de Cristales Madre mágicos que proporcionan éter, una forma de energía, a la población. Sin embargo, el uso excesivo de magia puede llevar a la petrificación de los usuarios. En la historia de fondo, una civilización tecnológicamente avanzada que habitaba en el cielo gobernaba el mundo. Hace 1500 años, una gran guerra provocó la caída de esta civilización, dejando restos dispersos por todo Valisthea. En la actualidad, la civilización del cielo es considerada una leyenda y los Cristales Madre se han convertido en puntos focales para la civilización actual. Seis naciones controlan Valisthea en los eventos del juego.
Un elemento poderoso en Valisthea son los Eikons, criaturas mágicas que operan a través de anfitriones humanos llamados Dominantes. Los Eikons conocidos, como Fénix, Shiva, Titán, Garuda, Leviatán, Bahamut, Odin y Ramuh, representan diferentes elementos y generalmente no luchan entre sí. Sin embargo, la trama principal se desencadena cuando aparece un segundo Eikon de fuego aparentemente imposible, Ifrit, rompiendo este equilibrio.
Las naciones centrales de Valisthea son el Gran Ducado de Rosaria, el Sacro Imperio de Sanbreque y la República Dhalmekiana en el continente Tormenta, mientras que el Reino de Waloed domina el continente Ceniza. Entre Ceniza y Tormenta se encuentra el Dominio Cristalino, una región neutral. Sin embargo, el Reino de Hierro es una nación aislada en la costa de Storm, gobernada por los ortodoxos cristalinos y cuyo idioma es distinto al resto. En el transcurso del juego, Valisthea se enfrenta a una crisis de éter conocida como Blight, lo que lleva a las naciones a entrar en conflicto entre sí. Los Dominantes desempeñan un papel crucial en la política y los ejércitos de las naciones, ya que pueden utilizar la magia sin necesidad de cristales, aunque corren el riesgo de petrificarse. Dependiendo de su lugar de nacimiento, los Dominantes pueden ser aclamados como líderes políticos, tolerados debido a su poder o sufrir abusos, siendo asesinados o utilizados como armas de guerra.
La historia comienza con Clive, un joven de quince años que se desempeña como guardaespaldas de Joshua en un momento de creciente inestabilidad en Valisthea. Aunque Clive no es el Dominante de Fénix, Joshua comparte el poder de esta criatura mágica con él. Durante un ataque devastador al Ducado, ocurren sucesos trágicos y en medio del caos, se manifiesta el sombrío Eikon Ifrit. Con el objetivo de encontrar un propósito en su vida, Clive asume el rol de Primer Escudo de Rosaria, encargado de proteger a Joshua y bendecido por el Fénix, lo que le permite utilizar una parte de las llamas de esta entidad. Los acontecimientos trágicos relacionados con el oscuro Eikon, Ifrit, impulsan a Clive a embarcarse en una búsqueda de venganza.