Durante los últimos años es muy fácil ver cómo en prácticamente todos los sectores, ni en el ámbito social ni tampoco en el lúdico, se consigue llegar a las expectativas que los aficionados tienen sobre algo concreto, ya sea algo en videojuegos o en cualquier otra cosa de la sociedad actual. Probablemente por culpa del propio fan, que se crea unas falsas expectativas y escucha a otros fans sobre cómo debería ser y lo que no debería tener, siendo así la única e ineludible forma para que consigan contentarlos a ellos y al resto de personas que les escuchan, ya sean sus seguidores si hablamos de youtubers, o de expertos en la materia si hablamos de revistas del sector. Cuando al final no se acerca a lo que se esperaba, siempre es culpa de la compañía y no de los propios fans que se han hecho unas falsas expectativas y ahora ven cómo estas se van desinflando poco a poco, cargando no contra quienes han creado las expectativas, sino contra la compañía que, siendo esto lo más curioso, no han cumplido con lo que ellos tenían en mente.
Con Final Fantasy VII ha pasado justo esto. Uno de los juegos más aclamados de todos los tiempos y con el que todos sus fans querían y deseaban un remake en toda regla, siendo esta una definición que a mi en particular, y a Ultimagame en general, no nos gusta nada por ser la de dejar el juego tal cual está y tan solo cambiar los gráficos por algo mucho más actual. Y no nos gusta no porque no esté bien, sino porque la experiencia que vivimos con el original es la misma que vamos a vivir con ese remake, y actualizarla solo nos va a llevar a sentir una pequeña parte de lo que se sintió en ese momento, ya que toda capacidad de sorpresa por su estética, historia, personajes, situaciones o mecánicas de juego se han eliminado, dejando solo lo bonito de sus gráficos. Pero es que, curiosamente, es lo que todo el mundo quiere, y si no se le da se acaba frustrando muchísimo.
Final Fantasy VII Remake lleva un pasito más allá todos los elementos del juego original, su historia, sus personajes, su desarrollo o su sistema de combate. Por ejemplo, en este último cambiamos el tener que seleccionar una y otra vez el comando Atacar y a un enemigo durante horas por algo ligeramente más táctico a la hora de seleccionar personajes y lo que cada uno tiene a hacer, estando ambos muy lejos de ser perfectos. El problema es que esto no era lo que quería la gente, ni tampoco tres juegos diferentes teniendo que esperar tres años para cada uno de ellos, ni tampoco tener que estirar tanto ciertas experiencias como la zona de Midgar, una zona que podría perfectamente ser de 7 u 8 horas de juego en el original y que parece que en REBIRTH se va a convertir en casi 30. Yo personalmente sí que quiero ver qué han hecho en esta continuación y en la zona de Midgar y cómo se siguen desarrollando todos los personajes y los nuevos que no aparecieron, pero otros muchos fans siguen con su idealización de remake perfecto pensando en por qué se está estirando tanto el chicle y por qué no les han dado lo que tanto querían, con lo fácil que era.
REMAKE ha vendido unos cinco millones de unidades en todo el mundo, una cantidad ínfima para considerar el juego como éxito no solo por las enorme expectativas que había en el proyecto y el enorme coste de recursos y personas que están llevando, sino por los doscientos millones de dólares que costó en hacerse solo el primero de ellos, y sobre todo porque REBIRTH es una continuación directa (más coste) y va a tener menos ventas que la primera, como también ocurrió con FF XIII-1, 2 y 3, hecho que también ocurrirá cuando salga la tercera parte al mercado. Esto hace de este proyecto uno ruinoso para la compañía, a la que tampoco le va a quedar la alegría de pensar que han conseguido un hito haciendo el mejor remake de la historia, debido al enorme descontento de los fans de todo el mundo por su juego, lo que han hecho con sus personajes, y lo que aún siguen haciendo con cada nueva entrega a la que le siguen añadiendo nuevos elementos, tramas y subtramas, y muchas más horas que para la mayoría van a ser totalmente innecesarias.
Al final, si no se hubiese hecho este remake sus fans seguirían queriéndolo, pero al menos no tendrían todo ese odio hacia la compañía que se ha cargado todas las esperanzas que en ella tenían puestas por cargarse parte de la historia principal, estirar el chicle en zonas donde no había mucho más que decir, y añadir profundidad a ciertos personajes que ha hecho que muchas de las teorías de sus fans se vayan al traste. Probablemente veamos un aumento de las ventas del primero cuando baje de precio y sea lanzado REBIRTH, pero aún así da la sensación de que no se han cumplido las expectativas para nadie, ni los fans que esperaban su juego con un lavado de cara, ni para la compañía que esperaba ventas mucho más millonarias y el reconocimiento que un proyecto de esta envergadura ha tenido, tiene y seguirá teniendo por los próximos años. Quizás sea lección aprendida por parte de Square Enix, pero lo que no sabemos es cuál ha sido la lección para ellos, y si no veremos más remakes como este y sí como, por ejemplo, Trials of Mana, que el pobre no dio mucho de sí.