Cuando Bandai Namco nos mostró el primer vistazo al gameplay de Elden Ring, tengo que reconocer que me gustó mucho lo que ví. Era el primer tráiler de juego donde, sin verse directamente el gameplay, nos podíamos hacer una idea de lo que nos íbamos a encontrar. Sin embargo, algo no olía bien en cuando a su fecha de lanzamiento. Generalmente, cuando una compañía muestra un juego al público por primera vez, lo hace con un tráiler montado con diferentes imágenes, en un intento de que sea lo más espectacular posible, y es cierto que lo era y sigue siendo, pero una fecha de salida tan próxima parecía muy precipitado. Solo Nintendo, al menos de momento, te muestra un juego que está a punto de salir o incluso sale en el mismo momento que te enseña el vídeo. El resto de compañías suele tardar muchos meses en hacerlo, y utiliza estos tráiler para ir calentando el ambiente.
Todos los que me han preguntado si pensaba que iba a salir el juego en enero, mi respuesta era que veía poco probable un lanzamiento en enero, e incluso ahora mismo, diría que también veo poco probable un lanzamiento en febrero. El motivo es incluso más sencillo que el anterior. En Noviembre se hace una prueba de red, para que todos veamos cómo fluye el juego que corre online, y para que no nos olvidemos que, aunque juguemos en solitario, tenemos que estar conectados a Internet en todo momento. Elden Ring no solo es mucho más ambicioso que cualquier otro juego de FromSoftware, Dark Souls, Bloodborne o Sekiro. Al ser un enorme mundo abierto y tener a cientos de miles de jugadores simultaneos en el servidor (aunque no estén en pantalla, están en los servidores) la carga de trabajo va a ser enorme, y muy probablemente los fallos que van a ir saliendo en los dos días de la prueba de red necesiten ser corregidos, lo que nos dejan dos meses y medio para que esto ocurra, desde mediados de noviembre hasta finales de febrero de 2022.
Creo que este retraso obedece, precisamente, a la necesidad de contar con más tiempo para solventar estos posibles errores, no solo los que aún quedan por corregir, sino todos los que van a salir durante esta prueba de red. Incluso a sabiendas de que ya se ha estado testeando todo desde hace unos meses en diversos procesos de alphas y betas cerradas, me parece poco margen de maniobra para que todo esté corregido en tan poco tiempo. Aún así, esta va a ser la primera vez que los servidores tienen una enorme carga de trabajo con tantísimos jugadores, e incluso corriendo en diferentes sistemas de forma simultanea, aunque el juego no permite el crossplay. Esto significa que necesitarán de diferentes equipos encargados en controlar todo esto y de corregir los errores de cuatro versiones diferentes, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series. Aunque las plataformas sean compatibles entre sí (las de Sony por un lado y las de Microsoft por otro, claro, no entre sí), hay que recordar que hay juegos que corren en PS5 con errores por no haberse testeado correctamente y porque las compañías confían en que la retrocompatibilidad esté bien desarrollada.
Espero que no, porque yo también tengo unas ganas locas de echarle el guante a Elden Ring y de convertirme en un Sin Luz, pero la experiencia me dice que podría tener otro (pequeño) retraso tras el de febrero. Crucemos los dedos.