Esta vez Omega Force ha puesto toda la carne en el asador, y les ha quedado un juego realmente redondo; esto es todo lo que nos ha encantado del título.
1.Una nueva forma de contar la historia
Como en otras entregas de Dynasty Warriors, en este título vuelve a centrarse en El Romance de los Tres Reinos y la lucha por la dominación de China entre distintas dinastías, aunque en esta ocasión todo se cuenta de una forma mucho más sencilla e intuitiva. El truco de esta entrega está en que en lugar de ir cambiando entre generales y personajes históricos más populares, tenemos nuestro propio protagonista, un chico amnésico que se ve arrastrado al conflicto militar más importante de Asia.
Así pues, aunque generales como Liu Bei, Cao Cao y Sun Quan aparecen en la historia (y hay truquitos para que en algún momento controlemos a alguna figura histórica) viviremos la unificación de China de una forma mucho más interesante y adictiva, tomando además partido y decisiones que afectarán a la trama... y sus finales. Llegado un punto del juego tendremos que elegir a cuál de las 3 facciones nos uniremos, y esto cambiará tanto a los compañeros que nos acompañan como a nuestras estrategias.
2. Estilo de combate: el que tú quieras
Al igual que ocurría en el punto anterior, al forzarnos a encarnar a determinados personajes, otros títulos de la saga Dynasty nos obligaban a cambiar también de estilo de lucha, ya que las armas (espadas, lanzas, mazas... abanicos) venían determinas por dicho héroe (o villano). En esta ocasión nadie nos fuerza, así que seremos nosotros los que podremos elegir nuestras armas y establecer nuestro estilo de combate.
Así, dominar combos a corto o largo alcance, perfeccionar nuestro ataque Musou, ver cómo combinar nuestras fuerzas con las de otros personajes... Esta vez cae totalmente en nuestro terreno decidir cómo queremos luchar y qué estrategias seguir, con 10 armas a nuestra disposición que unen ideas tan originales como los gantes, el bastón, las ruedas o el Halberd.
3. Más estratégico que nunca
Otro punto muy interesante de Dynasty Warriors Origins es que realmente vamos a tener un componente táctico y objetivos de distinto tipo en las batallas; no se trata solo de avanzar acabando con hordas de enemigo para llegar a los generales, aquí hay que dominar el ritmo de la batalla, y acudir a determinadas zonas en momentos clave o cumplir objetivos secundarios para ganar las batallas.
Hacer de guardaespaldas, despejar una ruta, capturar una base, rescatar aliados... Y, sobre todo, mantener alta la moral de nuestras tropas para que luchen y ganen batallas por sí mismos. La tensión de la batalla, estar pendientes de cada uno de los puntos calientes del mapa y desarrollar diferentes estrategias será clave para avanzar, y tan importante (o más) que dominar el sistema de ataque y defensa.
4. El poder del parry
El sistema de combate de Dynasty Warriors Origins se ha pulido al máximo para conseguir una experiencia tan impactante como divertida, y ya no hablamos solo de cientos de enemigos rodeándonos, si no de añadir nuevos elementos para mantener el interés y mejorar el gameplay.
Así, ahora a los combos de dos botones (ataque rápido y fuerte), el devastador poder de los ataques Musou, los esquives o elementos para ganar ventaja en las batallas como caballos hay que añadirles un sistema de parry que nos dará grandes ventajas si sabemos cuándo bloquear en el momento justo. Así, para romper la guardia de un general enemigo y dejarlo a nuestra merced es imprescindible aprender de sus rutinas de ataque y saber cuándo bloquearlo; este sistema se usa también en diferentes momentos, como durante las batallas masivas para detener el avance de pequeños escuadrones.
5. Puro espectáculo audio-visual
Al apostar por lanzar el juego solo en PC y las consolas más potentes del mercado, Omega Force ha conseguido crear la entrega más espectacular de la franquicia, con mucha diferencia. Nos veremos rodeados de cientos de enemigos con un nivel de detalles sobresaliente, a veces nos costará ver hasta el suelo o el horizonte sobrepasados por una marea humana, y tanto los modelados como las animaciones han ganado en detalle y profundidad, así como mejorado su IA. Sin embargo, el rendimiento del juego es muy bueno y no llega a resentirse ni en los momentos de mayor carga, algo muy de agradecer.
LA banda sonora es también sobresaliente gracias tanto a las nuevas composiciones como a una recopilación de melodías clasicas de distintas entregas, llegando casi a 200 composiciones para ambientar las batallas. El resultado final es francamente estupendo.