Ciclo de día y noche de Dying Light 2: Stay Human

El ciclo de día y noche en Dying Light 2: Stay Human difiere bastante de lo que encontrábamos en su primera parte, Dying Light, que nos permitía explorar la ciudad de Harran y sus alrededores con muchas diferencias y peligros por la noche que por la mañana. En Dying Light 2: Stay Human también vamos a encontrar un ciclo de día y noche, aunque ligeramente diferente de lo que pudimos vivir en la primera parte.

Recordamos que en la primera parte teníamos una noche que, quizás, era difícil para muchos jugadores y, además, en la que no tenían demasiados incentivos para poder jugarla (a pesar de ser, probablemente, la parte más divertida del juego). Había infectados mucho más peligrosos que nos perseguían y de los que había que escapar porque era difícil acabar con ellos, incluso en cooperativo, por lo que teníamos que usar todas nuestras habilidades de parkour para superar a estos enemigos (coléricos) y dejarlos atrás.

En Dying Light 2: Stay Human veremos algunas diferencias. Al estar ambientado en una ciudad diferente, Villedor, y quince años después del primer Dying Light, todo ha evolucionado, y aunque vamos a encontrar zombis por el día, su número será muy inferior con respecto al de la primera parte. De esta forma, los zombis e infectados se han visto reducido a las zonas oscuras, interior de edificios y zonas alejadas de donde hay mucha gente, que los contienen para crear zonas seguras. Eso sí; una vez que llega la noche, Villedor se llena nuevamente de zombis y de otros tipos de infectados, por lo que aquí veremos una diferencia importante con respecto a la primera parte. De hecho, al salir los zombis a la calle por la noche, los lugares que estos ocupan por el día quedarán más libres, y además serán donde encontremos el mejor botín para saquear.



Si vas por la mañana, muchas de estas zonas estarán infestadas y será complicado entrar, pero aún así podremos hacerlo. Por la noche, encontraremos algunos enemigos pero en un número mucho menor, así que podremos acabar con ellos con las armas, o incluso utilizar el sigilo para pasar desapercibidos. Si nos pillan, tendremos unas secuencias de persecución similares a la de los coléricos en la primera parte, con infectados especiales a los que esquivar y de los que huir.

Otro problema que hay que controlar está en la infección de nuestro protagonista, Aiden. Recordemos que Aiden está infectado, por lo que también contamos con una mecánica de juego especial en la que veremos nuestro nivel de infección crecer cada vez que estemos en una zona oscura. Así, no debemos permanecer demasiado tiempo en estas zonas para evitar que suba demasiado y acabemos muriendo y convirtiéndonos en zombis.