Si tenéis una Xbox One o una Xbox Series, es más que probable que seáis usuarios de Xbox Game Pass, el servicio de Microsoft por le que por un único pago anual (aunque también están las modalidades trimestrales y de seis meses) podéis disfrutar de un gran catálogo de más de doscientos juegos. A día de hoy, en pleno mes de mayo de 2021, hay más de 23 millones de usuarios de este servicio según las últimas estimaciones, entre los que habría que sumar usuarios de PC, Xbox One y Xbox Series, lo que es un número más que a tener en cuenta para cualquier desarrollador que quiera tener su juego publicado, especialmente, en las consolas de Microsoft. Y, como digo, es difícil que seáis usuarios de consolas Xbox de las dos últimas generaciones y no tengáis el Game Pass, por sus enormes ventajas y por la gran cantidad de juegos a los que podemos jugar, muchos de ellos de mucha calidad y de primera línea.
Sin embargo, también se está convirtiendo en un arma de doble filo para las desarrolladoras que quieres sacar sus juegos en estas plataformas, y esto mismo puede y resultará muy positivo para Microsoft. El motivo es muy sencillo: Pregúntale a cualquier usuario de Game Pass que cuántos juegos tiene pensado comprarse en los próximos meses para su consola, que con suerte te dirán que uno o dos porque "para qué va a comprarse juegos que tarde o temprano acabarán en el Game Pass". Y es aquí, principalmente, donde está todo el problema, y que solo compañías que sepan a ciencia cierta que pueden vender muchas copias de los juegos que van a lanzar son las que se van a arriesgar a lanzar sus productos en estas consolas, especialmente si los costes de desarrollo son o han sido elevados. El motivo es que, a día de hoy, la mayoría de los usuarios piensan en que tienen demasiados juegos a los que jugar en Game Pass como para invertir o comprar (según la persona a la que le preguntes) en nuevos juegos a los que no saben cuando jugarán, por lo que si no lo acaban poniendo en este servicio, cosa poco probable, se lo comprarán cuando bajen de precio.
Los números, como siempre, nos pueden dar algo más de información en este sentido, aunque los excasos datos que las compañías responsables facilitan nos ponen las cosas un poco más complicadas. Aún así, me voy a basar en el dato facilitado de forma oficial por la propia Activion en las ventas de su Call of Duty Black Ops Cold War en su lanzamiento. Según estos, el 39% de las ventas de Call of Duty se realizaron en PS4, el 34% fue para la versión de Xbox One, datos muy similares entre ellos, mientras que el 17% en PS5 y el 9% en Xbox Series (casi la mitad con casi las mismas consolas vendidas de lanzamiento). Call of Duty es una de las pocas sagas que se puede permitir el lujo en salir fuera del Game Pass porque se sabe que venderá al de los juegos más vendidos en todos los formatos y todos los años, y aún así los números de Xbox se ven por debajo de las versiones de PlayStation, en especial en su nueva consola Xbox Series. Obviamente es un dato muy aislado, y leer algo así no quiere decir ni que todos los juegos vayan a cumplir las mismas pautas ni que todas las compañías tampoco, y además que sabemos que hay muchos más usuarios en las consolas de Sony que de Microsoft en la anterior generación(hablamos de cerca de 130 millones de PS4 vendidas con respecto a los ligeramente por encima de 50 millones de Xbox One en la actualidad), y también en la actual, donde Sony ha hecho mucho mejor los deberos en el lanzamiento de PS5 colocando más unidades en el mercado que de Xbox Series X (y Xbox Series S que no está vendiendo tan bien y de la que sí que hay unidades).
Aún así, es un dato que sí que nos puede dar una visión superficial del problema para estas compañías, que cada vez más se van a ver abocadas a llegar a algún tipo de acuerdo con Microsoft por estar en el Game Pass para poder tener éxito en su lanzamiento. Pero, ¿no es esto lo que pretendía Microsoft desde el principio?. Es más que probable que su modelo de negocio sea, precisamente, que el máximo número de compañías hagan sus lanzamientos en su consola y en este servicio, para mantener contentos a sus usuarios y, de paso, ganarse a los de la competencia que verán con muy malos ojos que en sus consolas no tengan algo parecido y se tengan que gastar sus 80 euros en un único juego. Cada día hay más compañías que llegan a estos acuerdos con Microsoft para estar desde el inicio en Game Pass, como el recién anunciado acuerdo para que Dungeons & Dragons: Dark Alliance lo esté. Estas pequeñas compañías saben que sus juegos, aunque no existiese el Game Pass, no iban a tener grandes ventas por ser del montón (por decirlo suavemente), y que estando en Game Pass tienen una oportunidad de oro para ser rentables y ganar dinero con ellos, ya que el usuario en general sigue teniendo la idea de que ese juego está gratis porque no tiene que pagar por él, a pesar de haber hecho un desembolso por el servicio y otro por el Xbox Live Gold, así que se lo bajan, lo prueban, y si tienen amigos lo disfrutan con ellos por tener opciones online.
Y es que parece que la gran herramienta de Microsoft para convencer a las grandes compañías está, precisamente, en las pequeñas y medianas con desarrollos más modestos, con las que se pueden llegar fácilmente a acuerdos sobre número de descargas, pago por desarrollos, pago único por entrar en el servicio, o el resto de diferentes modelos que Microsoft tiene para trabajar con sus partners dentro de Game Pass. Electronic Arts ya está convencida, y su EA Play está dentro del Game Pass, y si os fijáis, el gigante situadio en Redwood City es muy cuco e incluye en su servicio solo aquellos juegos que ya no tienen grandes ventas, dejando fuera los juegos más rentables como FIFA 21 por ejemplo hasta que han pasado los meses suficientes como para que las ventas sean muy pequeñas, haciendo su producto de nuevo rentable y disponible para un mayor número de usuarios. Eso sí; esto puede hacer que FIFA 22 venda menos unidades en Xbox One y Xbox Series de lanzamiento porque muchos de sus jugadores se esperarán a que esté en Game Pass, no así los que necesiten jugar desde el primer día. La pescadilla se morderá la cola, y EA se replanteará incluir su FIFA 23 desde el primer día en Game Pass, y además con FIFA 22 adelantará (y mucho) su inclusión en el servicio).
De la misma forma vamos a ver que otros servicios, como el Ubisoft Plus, también van a acabar dentro del Game Pass en los próximos meses, y muy probablemente con toda la artillería desde el primer día, precisamente por esto mismo. Para el usuario final, nosotros los jugadores, no es nada malo en absoluto, más bien al contrario, que vamos a tener tarifa plana en muchos de los juegos a los que queremos jugar y desde el primer día. Para los jugadores de la competencia es algo malo y recelan de su consola y sus servicios, aunque de momento no haya en Microsoft grandes joyas exclusivas que llamen, como canto de sirenas, hacia Xbox como lo son Ghost of Tsushima, God of War o Uncharted. Pero los habrá y muchos con el tiempo, especialmente first y second parties, y estos cantos serán cada vez más fuertes, llevando a usuarios de Sony a Microsoft en una transición más que fluida y que comenzará muy probablemente, bien entrado en 2022, cuando se vean estos primeros exclusivos y, de hecho, la compañía espera haber resuelto los problemas de disponibilidad de su consola más potente.