Capcom es otra de esas compañías a las que, parece, que le faltan ideas. Muchas compañías de videojuegos japonesas están teniendo problemas reales en desarrollar para la nueva generación de consolas, Xbox One y PS4, por los altísimos costes que deben asumir y las complicaciones que han tenido muchos de sus técnicos (graficas, programadores, diseñadores...) para adaptarse a esta generación HD. Éste ha sido uno de los grandes problemas que otras compañías japonesas están teniendo en los últimos años, compañías como Konami, SEGA, o la propia Capcom.
Éste es uno de los principales motivos por el que muchas compañías siguen lanzando revisiones de juegos que ya han salido al mercado, aparte de la idea de seguir atrayendo a todos aquellos jugadores que, por el motivo que fuese (no tenían consola, o simplemente no les atrajo el juego en su momento) no jugasen anteriormente. Obviamente, los cientos de miles de personas que ya jugaron no tendrán demasiado motivo para volver a jugar (salvo el poder verlo a más resolución), y son estos los que de verdad están esperando una segunda parte que expanda aún más esta franquicia y que pueda seguir el camino de otras exitosas de la compañía japonesa.
Aunque claro, para ello van a necesitar saber hacer bien las cosas primeros sus programadores, diseñadores y demás técnicos. Ese es el motivo por el que muchas compañías acaban pasándose a engines como el del Unreal.