Como digo en el artículo, más de 40 minutos de juego después y puedo decir que lo que jugué me gustó y mucho. Sobre todo, destila mucho amor y pasión por el manga y el anime con muchísimos detalles, y cuenta con un sistema de combate que cuando se juega por primera vez puede parecer muy limitado pero que da muchísima libertad y espectacularidad cuando se aprende a controlarlo.
Digo que me gustó lo que jugué, y que técnicamente es muy bonito tanto los modelos de los personajes como los escenarios y las escenas cinemáticas. Quizás, el principal problema que se le pueda ver están, precisamente, en algunos escenarios. La demo tenía uno muy grande y amplio, y estaba vacío en muchas ocasiones ya que todo lo que podíamos hacer era volar de un lado para otro recogiendo bolas de dragón que flotan como una forma de dinamizar los viajes recopilando materiales. Sin embargo, las distancia son muy grandes y lo que hay que hacer en el escenario muy escaso. Suponemos que a medida que los personajes ganen más nivel iremos más rápidos, por lo que se volverá menos tediosos, pero aún así la sensación inicial es de que he estado 10 minutos de los 20 sin hacer nada.
Aún así, resulta muy divertido, muy fiel al manga y el sistema de combate lo suficientemente divertido como para incluso separarse del juego principal y ser vendido como un Jump Force (también recuerda mucho a su sistema de combate de este último). Sensaciones muy positivas en la historia y misiones secundarias, cierto recelo hasta ver la versión final y un espectáculo visual en sus escenas cinemáticas.
Muchas muchas muchas ganas de saber más de este juego. Cada año, la compañía japonesa Bandai Namco Games nos quería sorprender con un nuevo juego de Dragon Ball dándole una y mil vueltas a la misma fórmula ya conocida con mayor o menor fortuna. Hay que reconocer que la, hasta el momento, última entrega de la saga FighterZ ha conseguido contentar a casi la enorme mayoría de fans de la saga por su calidad técnica, jugabilidad y posibilidades multijugador, aunque también quedan algunos aficionados que prefieren entregas como los Budokai o incluso los Xenoverse (para gusto, los colores).
Este anuncio quiere decir varias cosas, como por ejemplo que FighterZ va a ser siendo el juego principal de la saga durante al menos un año más y que, muy probablemente, vamos a seguir recibiendo nuevas actualizaciones durante aún más tiempo a nivel de nuevos personajes aún por anunciar (yo apostaría a que incluso un tercer pack de personajes, y eso que aún no sabemos nada del segundo oficialmente).
Además de esto, la noticia de que vaya a ser un juego de rol de acción es muy esperada por muchos aficionados entre los que nos incluimos, y que echábamos en falta algo así desde hace mucho tiempo al no tener nada parecido. Personalmente (recordar que peino canas), mi primer juego de Dragon Ball fue la entrega de rol de Super Nintendo conocida como Dragon Ball Z: Super Saiyan Densetsu (La Leyenda de los Super Saiyan), que en el año 1992 salía en la Super, en exclusiva para el mercado japonés, y que algunos locos nos pillamos de importación a un precio desorbitado y que necesitaba usar un adaptador de cartuchos para que la Super también caro para que pudiera reconocer en las consolas europeas. A pesar de estar entero en japonés, disfrutaba cada minuto del sistema de combate con cartas, de la exploración de la Tierra y Namek y de los enfrentamientos de todos sus personajes con los mismos ataques que veíamos en la serie contra sus mismos enemigos. Una pasada que quería repetir en la actualidad con la calidad de las consolas actuales y que puede que sea así aunque sin combates por turnos.
Realmente emocionado por algo así, y deseando que llegue la fecha de 26 de enero para conocerlo más a fondo y poder ver las primeras imágenes y/o vídeos. Ahora mismo, ¡el nivel del hype está a la altura de la energía de un SSGSS!