Los chicos de
Bioware han apostado por un nuevo
HUD mucho más intuitivo, que hace el control más fácil, especialmente en versión consola. Tenemos un minimapa en la parte izquierda inferior que muestra como puntos azules a los aliados o animales, puntos rojos como enemigos y una flecha amarilla donde estamos y mirando. Las admiraciones amarillas son las misiones. Alrededor del círculo aparecen flechas amarillas que indican donde están las misiones de admiraciones y flechas rojas donde están los enemigos. También marcan con una calavera sitios donde podemos mirar y ver la situación que tenemos alrededor (catalejos), y aparece una tienda de campaña donde están los sitios donde podemos acampar. Zona inferior derecha están los hechizos y habilidades que aparecerán cuando entremos en combate. Cada habilidad se asigna a un botón del mando. En el combate también aparecen en la zona izquierda los retratos de los cuatro aliados con su energía restante.
Un detalle interesante es que ahora el mapa nos deja viajar a sitios y campamentos previamente ya explorados, sin pérdidas de tiempo.
Otro punto mejorado es el
inventario, que nos permite equipar automáticamente a nuestros personajes tanto de lo que saqueemos que vayamos encontrando como del sistema que tiene crafting que nos permite crear objetos y armas. Además, el sistema de creación nos avanza que podremos conseguir hasta 200 hechizos.
El arte del combate
Dragon Age Inquisition ha apostado por un equilibrio entre
Origins y
Dragon Age 2. Así, ahora en mitad de un combate podemos activar la vista táctica que nos deja ver en pausa toda la situación, los enemigos y sus posiciones, los hechizos lanzados, todo en pausa, y en cualquier momento podemos volver al juego en tiempo real. Mediante la vista táctica podemos seleccionar a cualquier personaje y elegir lo que queremos que haga. Podemos mover a cada personaje mover a un sitio y que se quede ahí, un mago que eche un muro de fuego que retenga enemigos, o a cualquier personaje que ataque a otros enemigos. Podemos seleccionar lo que queremos que cada personaje haga en cada momento con todas las habilidades que tenemos. Podemos ver cómo los personajes hacen lo que les hemos dicho, o bien tomar el control en tiempo real otra vez.
Si queremos sobrevivir tendremos que
cambiar entre los cuatro personajes en cualquier momento, aprovechando las características únicas de cada héroe. Los personajes no controlados en el combate esperarán a que nosotros ataquemos para atacar al mismo enemigo. Además, ahora los enemigos grandes - como los dragones - tienen distintos puntos de ataque (cabeza, piernas, alas), así que podemos concentrar nuestros ataques en sus puntos débiles.
En esta entrega también tendremos que estar
muy pendientes de los aliados, ya que no parece que puedan curarse entre ellos, con lo que hay que vigilar su salud e ir tomando pócimas cuando estemos a punto de morir, lo que hace el juego más táctico e intenso. Afortunadamente también tendremos ayudas de ditintos tipos; por ejemplo,
uno de los hechizos que puede echar la hechicera puede congelar el tiempo unos segundos, lo que hace que el enemigo no se pueda mover - o lo haga muy lentamente -, dándonos tiempo a nosotros.