Emily de Dishonored 2

En Dishonored, Emily era aún una niña, un espejo de las acciones del jugador. Las acciones de Corvo no solo tenían un profundo efecto en el mundo que le rodeaba, sino también en la propia Emily, que adornaba las paredes de su escondite con dibujos que reflejaban su estado de humor. Son muchos los jugadores que contactaron con nosotros para decirnos que habían cambiado su forma de jugar al regresar de una misión concreta y ver que Emily había colocado esos dibujos trastornados a lápiz negro, asegura Harvey Smith, uno de los directores creativos de Arkane.

Dishonored 2 tiene lugar quince años después de lo acontecido en el primer juego y no solo supone el regreso de Corvo Attano, sino también el de Emily Kaldwin

Desde el primer momento del desarrollo de Dishonored 2, Emily fue uno de los focos de atención de Arkane. Según Smith, el equipo estaba obsesionado con imaginar cómo sería Emily quince años después en la línea temporal del juego. ¿Cómo sería su gobierno? ¿Cómo se sentiría sin su madre? ¿Cómo le habría afectado ser criada por el protector real?

Cuando abordamos un personaje como Emily, necesitamos conocer su historia, su actitud y hasta sus pasatiempos, explica Smith. Pero a un nivel superior, como desarrolladores del juego, debemos saber cuáles son sus pilares. Y con Emily llegamos a: Dunwall, emperatriz, asesina.

A diferencia de Corvo, que procede de Serkonos (cuya capital es Karnaca, el escenario principal de Dishonored 2), Emily nació y se crio en Dunwall, un producto de la cultura urbana inspirada en el Reino Unido. Pero Emily no pertenece al pueblo llano. Salvo por el momento trágico durante la peste del primer Dishonored, Emily se ha criado en un ambiente privilegiado, explica Smith. Ha tenido los mejores tutores, lleva las ropas más elegantes, está más protegida (y quizás amparada) que cualquier otra persona de Dunwall. Resumiendo: ha vivido la vida de lujos propia de una emperatriz. Sin embargo, Emily no solo fue criada por Corvo, también fue entrenada por él. Corvo supuso que algún día los enemigos de Emily irían a por ella, afirma Smith. Así que en Dishonored 2 tiene todo el potencial para convertirse en una asesina.

Esos tres pilares se reflejan en la conducta de Emily, en sus poderes y hasta en su ropa. Emily no lleva harapos, nos adelanta Smith. Lleva una chaqueta de corte asimétrico con un bordado dorado apropiado para alguien que ha crecido en un palacio. Tiene buen gusto y los mejores sastres trabajan para ella. Hasta las armas de Emily son un reflejo de su posición como emperatriz. Si lleva una pistola o una ballesta, estas han sido fabricadas por los mejores artesanos del imperio de las islas, nos revela Smith.

Incluso los poderes de Emily, que son nuevos y completamente distintos a los de Corvo, son un reflejo de su carácter. En cierto modo, se puede decir que el Forastero marca a la gente en función de su personalidad, afirma el diseñador jefe Dinga Bakaba. Es emperatriz, es joven, tiene una personalidad diferente, así que sus poderes reflejan todo eso. Tiene muchos poderes que le permiten dominar la voluntad de los demás. Un ejemplo perfecto es Hipnosis, que invoca un ente del Vacío que cautiva a los enemigos de Emily y le permite eliminarlos con eficacia, o pasar a su lado pasando inadvertida. Otro ejemplo es Dominó, que enlaza a varios objetivos para que se vean afectados por una misma acción. Es apropiado para una emperatriz, porque a Emily se le da bastante bien controlar a las masas, explica Bakaba.