El 26 de febrero de 2019 se pone a la venta DiRT Rally 2.0 en PC, Xbox One y PS4, y sus creadores siguen mostrándonos algunas de las novedades que veremos en esta nueva entrega del simulador de rallies por excelencia. En esta ocasión, Ross Gowing, jefe de diseño de juegos y Jon Armstrong, consultor de rallies, repasan uno de los aspectos fundamentales del juego como es la degradación de superficies, que hará que cada vez que el jugador dispute una determinada prueba sobre un entorno específico, supondrá un desafío completamente nuevo cada vez que lo intente, que ya que evolucionará en función de las condiciones climatológicas, además de la posición del piloto en la parrilla de salida de un determinado tramo.
En realidad, éste es uno de los detalles que le echamos en falta a muchos juegos similares, y que no veíamos desde la saga Motorstorm exclusiva de PS3 (ahora extinta). Hablamos de una potencia técnica muy grande en las consolas que puede permitir muchas opciones jugables diferentes que haga a los jugadores pensar que, realmente, están compitiendo sobre tierra o asfalto en el mundo de los rallies. Los aficionados al género de la conducción sabemos que no solo las gomas o las ruedas sufren desgaste y empeora la conducción, sino que también cualquier superficie por la que se corra también se modifica, a veces para mejor (como pasa con la Fórmula 1 donde los trozos de goma en la carretera puede hacer más adherente en ocasiones un tramo), y otras a peor mostrando un terreno más irregular por el que competir.