Historia de Diablo IV

Antes de los eventos del juego, Lilith y el ángel Inarius crearon el reino de Santuario para proporcionar refugio a aquellos que deseaban escapar del eterno conflicto entre los Altos Cielos y los Infiernos Ardientes, una raza en la que cae el protagonista, ni Ángel ni Demonio, pero una combinación distinta de ambos. Los habitantes de Santuario creían que este poder atraería la atención sobre su refugio y, como resultado, los habitantes hablaron de destruirlos. Lilith, que no quería que mataran a sus hijos, destruyó a cualquiera que se le opusiera, causando que Inarius quisiera desterrarla al vacío.



Este es el inicio de Diablo IV, un juego en el que nuestro protagonista (el jugador) debe intentar impedir los avances de Lilith, quien ahora vuelve al reino de Santuario para destruirlo tras haber sido invocada por humanos corrompidos por su poder. En la última entrega hasta el momento, Diablo III: Reaper of Souls, se produjo la destrucción de la Piedra de Alma Negra, la derrota del Demonio Mayor y la caída de Malthael, el Ángel de la Muerte, en la que se perdieron incontables vidas. Los habitantes de Santuario están atravesando su etapa más oscura y pasan los años hasta que se empieza a atisbar la vuelta a la normalidad, cuando resurge una amenaza tan antigua como la propia tierra.

Diablo IV está ambientado muchos años tras los sucesos de Diablo III, después de la pérdida de millones de vidas que causaron las acciones de los Altos Cielos y los Infiernos Abrasadores. También tiene lugar en el mundo de Santuario de la serie Diablo, y se sitúa en el tiempo justo después de los eventos vividos en Diablo III: Reaper of Souls. Tras ese efímero periodo de paz, los cultistas convocan a Lilith, la principal antagonista e hija de Mephisto, el supuesto progenitor de la humanidad. Su yugo sobre Santuario se proyecta sobre los corazones de hombres y mujeres, saca lo peor de sus habitantes y transforma el mundo en un lugar sombrío y desprovisto de toda esperanza.

Conoce muchos más detalles en el lore de Diablo IV, con el que sabemos más de la historia de Inarius y Lilith.