Esto era algo que se veía venir desde hace tiempo. Ya os hemos hablado en varias ocasiones del motivo por el que Destiny 2 no convencía a prácticamente ninguno de sus aficionados, y hemos tenido que esperar hasta el lanzamiento de su tercera gran expansión, Los Renegados, para tener el juego que la mayoría de nosotros queríamos. Volvemos a repetir que Activision quería que Destiny 2 fuese mucho más accesible para llegar a más gente, lo que tiene sentido a nivel comercial con el objetivo de vender más unidades a un público más aficionados a los FPS tradicionales, pero no tiene ningún sentido si lo vemos en el contexto de los verdaderos aficionados de la saga que buscan, precisamente, la experimentación, los retos y la dificultad de tener que buscarse la vida para saber qué hacer y cómo.
La visión de Bungie era muy distinta y quería ofrecer a su público lo que demandaba tras las expansiones de Destiny 1 (principalmente, tras El Rey de los Poseídos), pero se encontraban atados por el acuerdo hecho originalmente por parte de ambas empresas de lanzar bajo su sello y con su producción (toda la maquinaria de promoción, costes, apoyo en el desarrollo...). Ahora, Activision ha intentado copiar el modelo que tan buenos resultados les han proporcionado con Call of Duty, esto es, varias compañías distintas haciendo el mismo juego para que haya un lanzamiento continuo cada año, pero eso deja fuera del control de sus creadores el proceso creativo, las ideas originales y su propio desarrollo (algo que ya ocurrió con Infinity Ward y su Call of Duty, y fijaos cómo acabaron ambos demandándose mutuamente). Obviamente, esta idea tampoco gustó a Bungie, quienes viendo que aún tienen los derechos de la marca, han decidido cortar por lo sano y seguir desarrollando por sus propias vías.
Por un lado esto es bueno para los aficionados a la saga quienes, muy probablemente, vamos a ver continuaciones (Destiny 3) en unos años (al menos dos años y algo desde ahora) justo como los aficionados demandamos, mucho más similar a Los Renegados y bajo la supervisión completa de su equipo original. Está claro que no disponer de los recursos y el manto que Activision proporciona puede ser un gran lastre para la compañía, ya que ahora tendrán que buscar otros partners para la distribución a nivel mundial (novias no le van a faltar, eso seguro) aunque la producción puede correr a su cargo con los beneficios obtenidos estos 8 años gracias a las dos entregas y sus DLCs. Aún así, está claro que a nivel creativo, tener el control total es algo que cuesta dinero, y si Bungie ha hecho números que suponemos que sí, y todo cuadra, es mucho mejor para poder seguir disfrutando en los años venideros de la experiencia que todos sus aficionados demandamos.
Está claro que Destiny 2 es uno de los grandes lanzamientos de 2017. El juego ha cumplido con muchas de las expectativas que muchos jugadores depositamos en él, si bien no todas se han visto satisfechas. Nos hubiese gustado un cooperativo para cuatro jugadores, más RAIDs desde el inicio, algo más de dificultad o muchos otros pequeños detalles. Sin embargo, tras un mes completo jugando, se puede decir que la experiencia ha sido muy satisfactoria.
Lo que ocurre es que estamos viendo en muchos sitios (blogs, fotos, redes sociales...) que muchos usuarios se quejan de que ya se han quedado sin juego, que no se puede seguir evolucionando al personaje o que no tienen más misiones que realizar. Es curioso, porque ese es el mismo problema que muchos usuarios dicen de expansiones de WoW, o de tantos otros juegos, después de pasar un montón de horas jugando sin parar.
Está claro que algunos jugadores pueden pasar muchas horas delante de la consola y el ordenador sin despegarse, y para estos, un día son casi 24 horas seguidas de juego, algo que para el resto de los mortales es casi imposible. La mayoría de los juegos que están en el mercado ahora mismo se pueden terminar entre 8 y 10 horas, e incluso cuentan con un multijugador de estos de juguetes de echar unas pocas partidas para que dure algo más. Por eso, criticar a Destiny 2 por no tener suficiente juego después de un mes es pedir demasiado.
Como digo, estoy totalmente deacuerdo en que podría estar más completo. Añadir un mapa PvP remasterizado del primero tampoco es la solución, ni tampoco coger una RAID que ya existe y ponerla más difícil. Todo eso tiene todo el sentido del mundo. Lo que no lo tiene es decir que Destiny 2 es un juego corto o que se queda cojo enseguida, porque eso es faltar a la realidad.
Para el que le ha visto en alguna película, Luis Tosar cuenta con una de las voces más graves e intensas de nuestro cine, y hubiese sido una auténtica maravilla poder escucharle interpretar (de verdad) a Lord Ghaul, el malo del juego. Cuando jugamos y le escuchamos soltar a algunas de sus frases, vemos que es un personaje muy carismático, y que cuenta con unas frases sublimes que son las que, de verdad, nos hacen querer seguir jugando y saber más de él (y, por qué no, patearle el culo). Creemos que samplear la voz de esa forma, a pesar de que el guión lo requería y hace más alienígena su voz, pierde un poco el objetivo de contar con un actor de la talla de Tosar.
Con una voz sampleada de esta forma, hasta Justin Bieber podría interpretar a Ghaul y pasaría inadvertido.
En cualquiera de las partidas (betas, eventos) en las que hemos podido disputar partidas online versus, hemos visto que sigue habiendo una enorme brecha entre distintos tipos de jugadores. Los que son más expertos, con mejor armamento, son más difíciles de eliminar, mientras que los más novatos suelen quedar siempre de los últimos en la clasificación. Esto podría ser lo normal, pero ya ocurría en Destiny 1, y era realmente frustrante para muchos jugadores, y parece que en Destiny 2 tendremos lo mismo.
Está claro que con los nuevos modos de juego, las nuevas actualizaciones y expansiones de Destiny 1, el juego fue compensándose, e incluso el poder crear servidores para partidas privadas ayudaba mucho a poder entrenar con amigos. Aún así, los movimientos de la compañía, como el incluir exclusivamente modos 4vs4 o decir abiertamente que Destiny 2 no está orientado a los e-games, muestra claramente la dirección de Bungie, esto es, añadir una nueva posibilidad de que los jugadores consigan mejor equipamiento y mejoras para el personaje de otra forma que estar horas y horas haciendo las mismas misiones una y otra vez, y todo para poder después competir en los asaltos y raids heroicas (y de paso, extender la vida del producto para todos aquellos a los que les gusta el multi, claro).
He escuchado a jugadores de Destiny decir cosas como que lo mejor de Destiny es poder bailar al final de cada misión, y puede que sea cierto, ya que Destiny fue uno de los primeros juegos que nos permitió hacer ciertos gestos para interactuar con otros personajes (sin hablar), y que de verdad funcionaban. Otros muchos juegos lo permiten, pero no nos dejan hacerlo cuando queramos y de la forma que nos gusta, al ser (en su mayoría) juegos competitivos donde los jugadores no se veían demasiado tiempo (o bien, lo hacían cuando ganaban una partida), y aunque parezca una tontería, es una de las cosas más divertidas que nos permite hacer el juego con otros jugadores.
Esto es así hasta el punto en que si jugamos a cualquier otro juego cooperativo en el que no podamos hacer este tipo de gestos (o sea más complicado hacerlo), lo echamos mucho de menos, algo tan tonto como bailar en medio de una zona, saludar, apuntar a alguien con el dedo, declararse de rodillas o hacerse el muerto de forma cómica... Tantas son las opciones y tan fáciles hacerlas, que todos los jugadores de Destiny quieren hacerlas, y es una forma de expresarse sin palabras, sin idiomas y sin conocer a los demás jugadores. Otros muchos juegos lo han intentado, pero ninguno lo ha conseguido como Destiny, y es otro de los elementos que le tenemos que agradecer (aunque los que no jueguen al juego no lo entiendan).
Si sois de los que habéis probado la beta abierta (o el acceso anticipado), habréis visto que Destiny 2 es lo que Bungie prometía. Han cogido lo que a todos los aficionados de la primera parte nos gustaba y lo han mantenido, cogiendo además aquellos elementos que no nos gustaron tanto o que les faltaban y los han arreglado y/o añadido (en mayor o menor medida). Obviamente, podría haber dado mucho más de sí, como haber añadido un jugador más en el cooperativo (cuatro por lo menos), matchmaking en las incursiones (que no lo hay), o más elementos diferenciadores que nos hagan pensar que, en realidad, estamos jugando a algo más que una simple continuación.
La sensación en todo momento es la de que estamos jugando a Destiny 1.5 (e incluso a Destiny 1.2, es decir algo ligeramente remodelado, pero no demasiado), aunque el acabado gráfico mejorado, lo épico que resulta la primera misión, los elementos en el escenario que nos harán estar más atentos para no morir (como el taladro gigante donde más de uno habrá muerto más de una vez...). Todo esto hace que el juego sea más de lo mismo, pero mejor, que es sin duda lo que la mayoría de fans esperan.
Nosotros en Ultimagame hemos defendido muchas veces que la innovación en el videojuego es algo que debería estar a la orden del día, y que la mayoría de compañías deberían esforzarse en intentar conseguir elementos que hagan que un género evolucione. Pero también hemos dicho que a la mayoría de los jugadores la innovación no les gusta (si no, las sagas de videojuegos como Fifa o Call of Duty no venderían lo que venden). Quizás a Destiny 3 sí que haya que pedirle estas cosas, pero Destiny 2 es lo que los fans esperan, y muy mal se les tiene que dar a Bungie y a Activision para que lo hagan mal con ella y no vendan en números cercanos que a Call of Duty (si no es que llega a superarlos este año...).
Tengo que reconocer que no tuve mi mejor día jugando a Destiny 2 en un PC. Por mi edad (41 años a día de hoy) reconozco que soy un gran jugador de PC desde los 90 en el género de los shooters en primera persona con Wolfenstein 3D, por lo que no esperaba que el control se me diese nada mal.
Sin embargo, como podéis ver en la captura que se hizo (a pesar de ser la primera partida, no es excusa), no fui capaz de mantener quieta la mira del arma en ninguna posición. La sensibilidad del ratón era tan alta que me fue imposible controlar al personaje, y eso que también he estado meses (y sigo haciéndolo) jugando al primero en PS4 y Xbox One (en ambas versiones tengo personajes creados a nivel 40 y con casi 400 de luz). No se si estaba borracho (no lo creo, pero no lo puedo asegurar) o si al ir tan sumamente suave y sensible el ratón me resultaba imposible de controlar.
También hay que decir que no parece un juego pensado para ser controlado con ratón y teclado, principalmente por la de botones secundarios que hay que controlar (tres botones para tres tipos de ataques especiales, el botón de acción, la recarga, el botón para correr...) a menos que estés muy acostumbrado a los últimos shooters en la plataforma y te sientas cómodo. No obstante, su calidad, suavidad y estilo de juego puede ser un gran factor para que los usuarios de PC tengan un gran shooter en primera persona que echarse a la boca cuando salga al mercado. Aún así, no parece que sea la clase de juego que atrae al público de ordenador, pero puede ser solamente mi sensación inicial.
Soy fan de Destiny desde casi su lanzamiento en 2014, y he de reconocer que aunque el juego es divertido, cuando apareció en el mercado le faltaban muchas opciones jugables para ser un juego al que se le pudiesen echar muchas horas seguidas sin aburrirse, algunas de las cuales acabaron apareciendo en los siguientes DLCs. Con Destiny 2, tenía la esperanza de poder ver algunos de esos elementos, y aunque es cierto que parece un gran cambio con respecto a Destiny 1, la realidad es que no lo son.
Por ejemplo, esperábamos un mundo abierto y lo que tendremos es un mundo más grande pero de las mismas características que en la primera parte, con sus patrullas y sus eventos públicos. También esperábamos mayor variedad en los personajes y lo que tendremos son las tres mismas clases de personajes con casi los mismos movimientos y estilo de juego, aunque se le han añadido una nueva subclase a cada tipo de personaje. También esperábamos mayor diferencia entre los personajes, y por lo que hemos podido ver, tendremos que conformarnos con una diferencia estética y ciertas características propias de cada clase como la fuerza en los titanes.
Si lo miramos fríamente, lejos de la perspectiva de los fanboys (y también de los haters), lo que tenemos es más de lo que ofrecía la primera parte, más armas, más enemigos, más escenarios y una mejora general de casi todos los elementos del juego. Sin embargo, no se ha ido por un camino distinto, si no que se ha utilizado exactamente el mismo camino para contentar a todos los aficionados a los que les gusta la primera parte, sin arriesgar lo más mínimo.
Generalmente decimos que eso no es malo para una segunda parte, ya que en ocasiones la segunda parte es lo que a los desarrolladores les hubiese gustado hacer en la primera, y no pudieron por falta de tiempo. Ahora, es difícil defender este mismo argumento, siendo un juego de 2014 y habiendo salido tres DLCs grandes (además de muchos eventos intermedios) que han ido completando el juego. Por ello, pensamos que Bungie debería haber arriesgado un poquito más, y habernos sorprendido con algo que no hubiésemos visto antes. Y no estamos diciendo que lo que hemos visto no nos haya gustado, sino todo lo contrario. El problema es que tres años da para mucho más, y las grandes compañías son las que deben intentar arriesgar con ciertos elementos que hagan que el género evolucione. Vale que con Destiny 1 inventaron un tipo de juego que no existía (una mezcla entre FPS y MMO pero a su propia manera que se aleja de otros similares como Borderlands), pero le echamos en falta algo que cuando se anunciase pudiésemos decir eso quiero probarlo, en lugar de quiero seguir jugando a otra expansión de Destiny 1, que es lo que parece que tendremos con el 2. Más de lo mismo, mejor, pero sin sorpresas.
Ya hemos dicho en varias ocasiones que la primera parte nos gustó, mucho más con todas las expansiones que el juego que apareció al mercado a finales de 2014, y lo que esperamos de esta segunda parte es, realmente, que sea el juego que se nos prometía con la primera. Ojo, no pensamos que sea malo ni mucho menos, y si juegan tres amigos las misiones es realmente bueno. Los que tengan más memoria recordarán que la primera vez que vimos el juego en la conferencia de Sony de la feria E3 2014, Bungie hacía un gameplay y durante el primer minuto giraba la cámara y nos mostraba un enorme escenario diciendo que \\\'todo lo que se veía sería explorable\\\', lo cual no resultó ser cierto. Creo que la idea de Bungie era la de hacer algo mucho más parecido a un MMO, con un enorme escenario abierto para explorar pero cuyas misiones estuviesen más dirigidas, y al final por falta de tiempo se quedaron a medias. El resultado es bueno, pero no es el que ni ellos mismos esperaban.
Por ello pensamos que es muy fácil mejorar la primera parte ofreciendo mundo abierto, más jugadores en el cooperativo, más personajes y más historia contada con escenas cinemáticas y mayor personalización, y creemos que esta es la dirección correcta. Nos encanta lo que Hirshberg dice porque nos hace albergar la esperanza de que esto sea así y estamos impacientes por ver el resultado final.