El survival-horror siempre ha sido un género centrado en las consolas de sobremesa, y las desarrolladoras se empeñaban en afirmar que
los juegos de terror no tenían cabida en una portátil. Todo esto se “derrumbó” cuando vimos la excelente atmósfera que trasmitía
Silent Hill Origins en PSP o lo bien que quedó el remake de Resident Evil en DS.
Dispuestos a demostrar podían hacernos agarrar DS con fuerza mientras nuestro corazón se desbocaba, los chicos de
Renegade Kid y
Gamecock han apostado por
Dementium - The Ward, un inquietante título en primer persona que se queda a la altura de los grandes títulos del género.
Acompáñanos a un sanatorio mental de pesadilla en un siniestro viaje al interior de una mente torturada,
y no te olvides el stylus, la única llave que puede abrirte la puerta de la supervivencia.
EL TERROR NO TIENE NOMBRE
La trama de Dementium: The Ward (que podríamos traducir como El Pabellón Psiquiátrico) nos pone en el papel de un hombre que despierta en un misterioso hospital psiquiátrico abandonado, que parece haberse congelado en el tiempo... Pronto se dará cuenta de que no está solo, y para seguir vivo tendrá que hacer frente a grotescas criaturas, terribles eperimentos de cirugía que vagan por los pasillos.
Como las buenas películas de terror,
Dementium juega con el jugador. ¿Quiénes sómos, donde estamos? No hay una introducción que nos ponga en antecedentes, y lo poco que vamos recordando sobre nosotros viene a través de pistas de lo más sutil (y muchas veces, innecesarias para contar la historia). Como apoyo argumental
aparecen dos personajes secundarios, una mujer que parece secuestrada por las mismas criaturas que nos hacen la vida imposible y una niña, que protagoniza algunos de los momentos más escalofriantes del juego (tenemos su risa y su llanto clavados…)
Durante toda la aventura encontraremos
giros bien llevados, algunos puzzles realmente brillantes y momentos muy perturbadores, pero si hay algo de lo que puede presumir el juego es de
tener uno de los finales más sorprendentes, terroríficos y crueles que hemos visto en los últimos años, una prueba más de que los buenos guiones no sólo se van a las superproducciones…
SISTEMA DE COMBATE
Aprovechando las capacidades de
DS,
Dementium cuenta con una jugabilidad enriquecida por la pantalla táctil de la portáti; mientras exploramos en la pantalla superior
la inferior nos servirá para guiar la visión de nuestro personaje (y la mira de nuestras armas) con el stylus.
Nuestro arsenal, al principio muy primario (una porra para controlar a los pacientes agresivos) va creciendo en opciones (y potencia) conforme avanza la pesadilla; y aunque nunca llega a ser un
shooter en primera persona sí que hay elementos muy representativos del género que enriquecen la mecánica de juego.
Al tener
completa libertad de disparo los enemigos incorporan
puntos débiles que los hacen mucho más vulnerables una vez demos con ellos… así, dar con nuevos “experimentos” hace más divertido el juego mientras experimentamos… Por otra parte
también podemos combinar distintos tipos de ataque, cambiando de armas en tiempo real; esto es ideal para ahorrar munición de las armas más potentes, que podemos utilizar para debilitar a los enemigos o para rematarlos, a elección del jugador…
Un punto
conflictivo es el “respawmeo” (o aparición incesante) de enemigos en determinadas zonas, algo que puede resultar muy frustrante si estamos dando vueltas porque no hemos terminado de pillar alguno de los puzzles, o todo un reto para los jugadores más curtidos… En especial, en las últimas etapas del juego (donde encontraremos a los enemigos más duros) es muy probable que acabemos reseteando la consola más de una vez para ir a nuestro destino exacto ahorrándonos vueltas, vida y munición.
A NIVEL TÉCNICO…
Los modelados de enemigos son muy correctos, sus patrones de ataque ingeniosos y sorprenden con pocas animaciones. Los escenarios también están a la altura, y aunque es cierto que determinadas secciones se repiten demasiado (hay muchas habitaciones casi clónicas, y la mayor parte del juego tiene una estética bastante similar), pero al fin y al cabo la aventura está ambientada en un enorme hospital, por lo que argumentalmente es bastante lógico.
Si a esto le sumamos la oscuridad reinante en la mayor parte del desarrollo y que disfrutaremos en todo momento de una atmósfera inquietante (disfrutando los pocos momentos de calma) el explorar no se hace monótono, que hubiera sido el mayor problema…
La clave del apartado es
una conseguida sensación de angustia y “no-sé-qué-está-pasando” cada vez que inauguramos una nueva sección… y por supuesto, para esto no basta sólo el acabado gráfico…
Sin duda alguna
el apartado sonoro es una de las claves que hace a
Dementium una experiencia muy recomendable para los amantes del terror virtual; la inmersión que provoca el estereo del juego (imprescindibles unos buenos auriculares) es digna de mención. Gritos, gruñidos, efectos de tormenta, excelentes FX para las armas y una banda sonora minimalista pero muy sólida son el broche de otro para este inquietante cartucho.
Si eres de los que disfruta. La única duda que tenemos es
por qué ninguna distribuidora se ha animado todavía a lanzar el juego en nuestro país, cuando sus números en
USA (donde lleva disponible desde finales del año pasado) han sido sorprendentes… ¿Es que las compañías siguen pensando que DS es “sólo para niños”?