Es muy curioso lo que se ha generado durante los últimos días con los dos anuncios que Square Enix hizo en su evento del 25 aniversario de Final Fantasy VII. El primero de los anuncios es la segunda parte del esperado remake de Final Fantasy VII, REBIRTH, y que a pesar de haber vendido más de cinco millones de unidades en todo el mundo a día de hoy ha supuesto una enorme pérdida económica para la compañía que esperaba un número aún mucho mayor. Este anuncio ha vuelto a levantar las críticas vertidas que recibió cuando se anunció originalmente, y que tienen gran parte de base fundada por parte de los fans, que evidentemente no esperan que le cambiasen la historia original (aunque sea enriquecerla con más detalles y más trama), las mecánicas de juego (cambio de un JRPG a un Action-RPG), ni tampoco que se lo vendan tan caro (especialmente sangrante la versión para PC), ni tampoco que se lo dividan en tres partes repartidas en tres largos años de espera para cada una. Por todo ello, y a pesar de ser un grandísimo juego, una buena parte de los fans le han dado la espalda incluso tras incluirlo dentro de PlayStation Plus hace unos meses, lo que hace que su número de jugadores se haya incrementado muchísimo en las consolas de PlayStation y donde el juego puede haberse hecho rentable por el acuerdo llegado para ello con Sony Computer Entertainment.
El segundo de los anuncios, sin embargo, ha sido algo mucho más curioso para mi porque, al menos en su momento, Crisis Core recibió incluso muchas más críticas que REBIRTH, especialmente porque a mediados y finales de los dos mil ya existía una enorme corriente de fans que pedían un remake de FFVII, y que al obtener este action-rpg con, además y dicho sea de paso, un personaje principal que pasa desapercibido y que es totalmente secundario en la trama original, los fans criticaron lo más grande del mundo a Square Enix por no darles lo que querían y sí algo que nadie había pedido. Eso sí; el juego llegó a vender más de tres millones de unidades en todo el mundo, que aunque no llegase a los números del remake de FFVII ni tampoco al éxito de crítica por parte de prensa especializada, y al ser un desarrollo no demasiado caro se puede decir que sí que tuvo un éxito relativo de ventas. Especialmente, este anuncio ha vuelto a traer la pelea constante entre los fans que hacen dos bandos entre los que defienden lo que debería ser un remake, si algo totalmente nuevo adaptado a los tiempos modernos y con más elementos y detalles que el original (como FFVII REMAKE), o simplemente un lavado de cara manteniendo todo lo del juego original en estructura, personajes, narrativa y mecánicas y cambiando los modelos poligonales por otros de más calidad, así como sus texturas, detalles, resolución, y algo más en el apartado técnico (como Crisis Core).
Esta pelea entre ambos bandos se puede extender un poco más allá si cogemos, por ejemplo, el reciente anuncio de un juego como The Last of US Parte I, que ha tenido incluso más detractores que REBIRTH por culpa de que muchos pensaban que este remake, de existir, debería haber sido mucho más que un simple lavado de cara con nuevos modelos, texturas, resolución y detalle, y al que se le han mantenido todas sus mecánicas, narrativa, historias y demás. Parece que el problema no es el juego en sí, ni tampoco el tratamiento recibido por parte de la compañía, sino el haberlo llamado remake y no remaster, especialmente porque ya hay un remaster (re-re) del juego en PS4. Y es que en muchas ocasiones parece que no es tan fácil hacer un remake o una remasterización para ciertas compañías, y esto puede ser por múltiples motivos, como por ejemplo que grandes compañías como Team Ninja o Konami no tengan los masters de los juegos originales que tienen que remasterizar y tengan que hacerlos desde cero, o compañías que lanzan remakes que no solo cambian el acabado técnico sino también por completo las mecánicas de juego y parte de la historia y aún así son aceptadas y aprobadas por la mayoría de sus fans (Resident Evil 2 y 3, por ejemplo). El problema parece estar en que los que se quejan siempre hacen mucho más ruido que los que lo celebran además de que tampoco parece entender cómo funciona esto de hacer un videojuego en ambos casos. Pongo tan solo un ejemplo.
Uno de los primeros pasos a la hora de hacer cualquier videojuego y que suele ocurrir en la preproducción del mismo o inmediatamente después, es la creación de los elementos de arte, es decir, uno o varios artistas gráficos conceptuales tienen que diseñar todo lo que va en el juego a nivel gráfico para que después los artistas 2D y/o 3D puedan pasarlos a sprites o polígonos respectivamente, desde escenarios, personajes, armas, trajes, y cualquier otra cosa que se vaya a ver en pantalla. A día de hoy, en pleno 2022, la mayoría de compañías guardan un registro de todo lo que se hace en esa etapa de trabajo, pero en la época de los 80 y 90 no se hacía, especialmente porque era un trabajo hecho por una serie de artistas que, en muchos casos, eran externos y no trabajaban en las mismas compañías, lo que quiere decir que no suelen tener los originales de muchos de ellos. Y aunque se tengan estos, para un remake (que no para una remasterización, que no suele hacer falta) hay que hacer todos los trabajos de arte desde cero, ya que el juego probablemente vaya a tener una perspectivas diferente al original (como el REMAKE por ejemplo, con libertad 3D total alrededor de los escenarios y personajes y no una única cámara en la mayoría de su desarrollo del original). Solo con ese elemento de arte, los gráficos 3D ya van a ser totalmente diferentes a los originales, porque son artistas diferentes los que los hicieron. Ahora, imaginaos lo mismo con todos los diálogos, tramas, misiones principales y secundarias, guión principal, producción, dirección, banda sonora y cualquier otro elemento que vaya en el juego, y tendréis una leve idea del motivo por el que un remake no puede parecerse tanto a un original. Es más, la propia producción y dirección de un juego, esas personas que solo se limitan a controlar, también es importante porque también son visiones personales de cada uno de ellos, por lo que el juego tiende a parecerse cada vez menos. Esto podría solucionarse si se contrata al 100% del equipo original, pero entonces el ejemplo que tenemos como resultado, siempre que se pueda, es The Last of US Parte I, que tampoco parece haber contentado demasiado a los fans.
Personalmente ya he dado muchas veces mi opinión acerca de lo que debería y no debería suceder cuando una compañía hace un remake o una remasterización, ya que la inmensa mayoría de ellas no son para nada necesarias por ser perfectamente jugables a día de hoy, incluso por ser compatibles con las consolas actuales. Esto no quita que si hacen estos remakes o remasterizacones yo quiera jugar o vaya incluso a hacerlo porque soy fan de los videojuegos, pero siempre me queda eso de que me gustaría algo diferente y único que me haga sorprenderme como la primera vez que jugué a esos juegos, cosa que no va a suceder con una remasterización (a menos que no haya jugado al original) ni tampoco con un remake fiel al 100% como muchos fans piden. Entiendo que sacar una consola antigua de un armario, o incluso ya no tenerla por haberla vendido y haber pillado una más actual signifique que no podemos volver a jugar justo como queríamos, pero supongo que eso es algo que cada persona decide en el momento de guardar la consola en un armario profundo estilo bolso de Mary Poppins, o de vender un producto que ya se piensa que no necesita. Si yo, por ejemplo, pongo Resident Evil 2 original voy a disfrutarlo mucho aunque no me vaya a sorprender incluso descubriendo pequeños detalles que me saltase cuando jugué hace hace más de veinte años, y lo mismo si vuelvo a jugar al remake que lo jugué en 2021. Además, me puedo plantear a qué quiero jugar a día de hoy por ser diferentes y complementarios, lo mismo que ocurre con FFVII Remake aunque tampoco veo bien que me cobren tres veces por un juego que antes estaba juntito todo ello en sus diferentes CDs. Siempre puedo esperar a que acabe en el nuevo PlayStation Plus o que baje de precio, así como a Crisis Core que ocurrirá, probablemente, cuando sea el momento de hacer otro de esos re-re (remake de remake, remaster de remakes, remake de remaster..) que tanto nos gustan aquí para poder, de una vez por todas, patentar esa palabra y que la añadan en la RAE.