Es uno de los juegos a los que le dimos nuestra Estrellas del E3 2019, diez premios que damos a los juegos que más nos divierten en los eventos, y la verdad es que este Control, el nuevo juego de Remedy (Alan Wake) tiene muy buena pìnta por muchas cosas. La que más llama a simple vista es su espectacular acabado técnico, y que hace uso de la excelente técnica RTX de trazado de rayos de nVidia y sus nuevas tarjetas gráficas que podéis ver en movimiento en un gameplay exclusivo que nos dejaron capturar.
A la hora de definir el juego, se podría decir que Control es un shooter de misterio paranormal donde la historia es uno de los puntos más importantes y donde su protagonista será el centro de todo lo que pasa en el juego. Descubramos los puntos más interesantes del juego que nos vamos a encontrar cuando lo podamos tener en nuestras manos en agosto de 2019.
- A la hora de definirlo, el elemento que predomina sobre cualquier otro es el de disparos en tercera persona. Nuestra protagonista cuenta con diferentes armas que puede usar para acabar con los enemigos y habrá muchos tipos de enemigos con distintos comportamientos a los que derrotar.
- El segundo elemento que más predomina es el de los poderes extraños. Nuestra protagonista podrá incluso volar o flotar, pero tendrá que ganárselo en un completo árbol de habilidades que tendremos que ir desbloqueando. Uno de los primeros poderes que desbloqueamos es el de poder coger objetos y lanzarlos con violencia contra los enemigos. Casi todo el escenario es interactivo y lo sabremos porque al apuntar hacia un objeto lo veremos con un borde blanco alrededor.
- También encontraremos algunos puzles. En el vídeo sobre estas líneas vemos como la protagonista llega a una habitación sin salida y tenemos que activar una máquina. Esta tiene cuatro huecos en los que encajan cuatro grandes baterías que tendremos que buscar por el escenario, levantar con el poder de la levitación y dispararles para que encajen. Eso no nos lo dice nadie, pero se averigua mediante la experimentación.
La historia es otro de los puntos fundamentales del juego, y está narrada como solo Remedy Entertainment sabe hacerlo, con mucha profundidad y nivel de detalle y conociendo a un buen puñado de personajes secundarios. Las conversaciones con estos personajes personajes será la forma de ir contando lo que va pasando en esta extraña construcción que alberga toda clase de fenómenos extraños que tendremos que investigar y superar. También iremos averiguando misiones principales y secundarias a realizar.
Aunque la dificultad no es excesivamente elevada (es más o menos asequible), la demo que jugamos tenía algunos puntos complejos en los que había fases de plataformas y habilidad. También le faltaban algunos elementos que nos indicasen lo que se podía y no se podía hacer, aunque al ser el nivel 4 del juego era lo normal. Sus creadores nos confirmaron que en la versión final del juego la dificultad estará más medida y su evolución será más normal, además de contar con un tutorial para aprender a manejarlo todo.
Con estos puntos uno se puede hacer una buena idea de lo que nos vamos a encontrar. Sin embargo, casi la mejor definición que se le puede dar es la de ser un juego de Remedy, y eso lo saben aquellos que han jugado a juegos como Alan Wake, Quantum Break o Max Payne. Todos tienen grandes aciertos y algunos fallos, y aún así la atmósfera que los inunda nos deja atrapados y con ganas de más.