Este año 2021 se da una paradoja muy curiosa con el lanzamiento de un juego de las dos sagas más grandes de shooters bélicos en primera persona del mercado, Call of Duty y Battlefield. Curiosamente, la rivalidad entre ambos suele estar marcada por unos elementos muy recurrentes como son \'realismo vs diversión\' entre los partidarios y detractores de cada una de las sagas a los que se suele añadir los partidarios de cada compañía o el odio atroz que suele haber hacia alguna de ellas, especialmente EA. Adicionalmente, se juntan otras opiones dispares en cada una de las sagas entre los que son seguidores de un estilo de juego, a los que les gusta más la forma de contar la historia de uno o de otros, los modos multijugador de cada uno de ellos, o su apartado técnico, la destrucción de los entornos o el nivel de detalle en escenarios, personajes y objetos. Sin embargo, este año hay un par de elementos adicionales que parecen estar marcando el interés por parte del público. Uno de ellos es el marketing, y el otro Warzone.
Si vemos los anuncios de anteriores títulos de la saga CoD, vemos cómo generalmente Activision suele presentar el juego por el mes de mayo, con algún vídeo y primeros detalles o, incluso, alguna beta cerrada o invitación a algunos de los \'pro\' o youtubers más conocidos, evento al que suele seguir el E3 donde otros muchos podemos ver y probar el título más tranquilamente. Desde finales de 2020, Activision ha decidido cerrar muchas de las filiales nacionales (por ejemplo, la española) de la compañía, con el objetivo de llevar una campaña conjunta a nivel internacional y, de paso, ahorrarse un buen dinero en el personal. Como vemos, el anuncio oficial se acaba de hacer en pleno mes de agosto, justo con casi todo el mundo de vacaciones y, en ocasiones, descansando de mirar durante tanto tiempo las pantallas de móviles u ordenadores, lo que hace que el efecto haya sido menor, probablemente porque no se ha orquestado bien cómo hacerlo, o les haya pillado el toro en alguna parte de su desarrollo. Además, Warzone tiene mucho que ver en esto, ya que desde hace unas semanas se han ido desvelando pequeños detalles de Vanguard en el free-to-play de la compañía, mostrando pequeños vídeos o imágenes a sus jugadores, y haciendo que los que no están metidos de lleno en el juego no se hayan enterado.
Por otro lado, y como ya os comentamos anteriormente, Electronic Arts ha hecho unos cuantos movimientos inteligentes tanto en su desarrollo como en el marketing. Por ejemplo, se anunció oficialmente en el E3 2021, pero ya se llevaba escuchando durante meses mucho sobre el juego, con numerosas filtraciones que parecían, a todas luces, creadas y orquestadas por la propia compañía utilizando el hype de sus propios seguidores. Esto ha hecho que sus fans y muchos aficionados a los FPS tengan el nombre de BF en la boca desde principios de 2021, a diferencia de Vanguard que se lleva escuchando desde hace unas pocas semanas. Además, a nivel de desarrollo también han hecho otros movimientos inteligentes, eliminando el modo campaña de su juego y haciéndolo exclusivo multijugador, ofreciendo un modo para la nostalgia (Portal), o incluso metiendo más jugadores que Warzone en sus mapas y sus modos de juego. Recordemos que Warzone es un battle royale, mientras que en Battlefield jugaremos con los clásicos modos Conquista, por ejemplo, lo que a mi parecer es un plus con respecto al juego de Activision.
Adicionalmente, llevamos más de un año desde el lanzamiento de Warzone, por lo que muchos jugadores ya empiezan a estar un poco cansados de él y quieren algo nuevo y fresco, más allá de un nuevo mapa para el battle royale (o una porción), y eso sin contar las críticas recibidas sobre los matchmaking o, incluso, la cantidad de tramposos que se pueden encontrar dentro del juego. Al final, el efecto que se está creando es el de que los jugadores que quieren jugar a un modo campaña o historia para un jugador (que, como os decíamos hace unos días, está por debajo del 25% de los compradores de Battlefield en general) ) le estén prestando más atención al lanzamiento del nuevo Call of Duty, mientras que aquellos jugadores interesados en el multijugador (pues eso, más del 75% de los compradores de ambas sagas) tengan pie y medio en la tienda para hacerse con el nuevo Battlefield, incluso sin estar en el Game Pass desde el primer día (que estará, aunque en 2022).
Esto no significa que nadie se vaya a comprar Call of Duty, eso es indudable siendo cada año uno de los juegos más vendidos (si no el que más) de cualquier género y consola o PC. Lo que ocurre es que el interés generado por parte de EA con su Battlefield 2042 parece mucho mayor que el de Activision y su Call of Duty: Vanguard, y eso puede hacer que este año los números de ambas franquicias estén mucho más cerca que en cualquier otro año, y eso sería un gran éxito para EA y un gran fracaso para Activision.