Quien haya probado alguna de las tres entregas de la
saga Bioshock sabe que estamos ante unas de las mejores aventuras de acción con toques de FPS de la pasada generación de consolas (PS3 y Xbox 360) que también ha tenido sus remasterizaciones en la actual generación con la
colección Bioshock. Con el abandono de uno de los máximos creativos del estudio,
Ken Levine y la casi desaparición de la compañía que los vio nacer,
Irrational Games, la compañía propietaria de la marca Bioshock, 2K Games, se afana por intentar producir un nuevo juego de la saga comenzando desde el principio, y para ello anuncia la creación de una nueva compañía desarrolladora bajo el nombre
Cloud Chamber
Según la nota de prensa oficial, Cloud Chamber cuenta con un colectivo de guionistas que aspiran a transgredir las fronteras del entretenimiento interactivo mediante experiencias únicas, amenas y cuidadas que involucren al mundo entero. El estudio establecerá equipos en dos ubicaciones: la sede de 2K en el área de la bahía de San Francisco, en Novato (California), y la que constituirá la primera oficina canadiense de un estudio de 2K, en Montreal (Quebec). 2K también ha anunciado que Cloud Chamber ha empezado a trabajar en el próximo título de la aclamada franquicia BioShock, que se desarrollará durante los próximos años.
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Cuanto más aumentamos nuestra cartera de productos, más nos inspiran las oportunidades de seguir invirtiendo en nuestra valiosa propiedad intelectual, nuestro fabuloso equipo y en su potencial colectivo a largo plazo", anunció David Ismailer, presidente de 2K. "
BioShock es una de las franquicias para consolas de última generación más queridas, valoradas y aclamadas por la crítica*. Tenemos muchas ganas de ver qué futuro le depara a nuestro icónico shooter en primera persona con el equipo del nuevo estudio de Cloud Chamber al frente".
Kelley Gilmore, que lleva 22 años en la industria y tiene más de 40 títulos a sus espaldas, será la directora general de Cloud Chamber y la primera mujer que dirige un estudio de desarrollo en la historia de 2K. Su experiencia no solo abarca la producción ejecutiva, la dirección de marketing y las relaciones públicas, sino que también incluye casi dos décadas al servicio de otro estudio que pertenece íntegramente a 2K, Firaxis Games, donde ha trabajado en franquicias tales como Sid Meier%u2019s Civilization y XCOM. Gilmore estará al frente de las oficinas de Novato.
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Hemos fundado Cloud Chamber para crear mundos por descubrir, así como las historias que contienen, que transgredan las fronteras de lo posible en el medio de los videojuegos", anunció Kelley Gilmore, directora general de Cloud Chamber. "
Nuestro equipo cree en la belleza y la fuerza de la diversidad, tanto en la composición del estudio como en la naturaleza de su filosofía. Somos un grupo sumamente experimentado de creadores de videojuegos, en el que se incluyen varios responsables de la creación, el desarrollo y la conocida notoriedad de BioShock. Es un honor formar parte de la familia de 2K y velar por esta emblemática franquicia".
Gilmore anunció que Ken Schachter sería el director general de Cloud Chamber en Montreal. Schachter, un ejecutivo con amplia experiencia en los campos de desarrollo, producción, tecnología y funciones creativas también será embajador del estudio y de 2K para dotar a la empresa de una presencia significativa en Montreal. Antes de unirse a 2K, Schachter fue director general de Zynga en Toronto, así como el fundador de Trapdoor, una empresa independiente de desarrollo y edición de juegos. También ha ocupado posiciones importantes en empresas como Gameloft, Autodesk y muchas otras.
Opinión: Aunque haya que darle un voto de confianza a este nuevo proyecto, el no tener entre sus filas a los verdaderos creadores de la saga nos hace pensar que el nuevo Bioshock irá por un camino muy diferente a lo que nos ha encantado a los fans de las entregas
Lo que estamos viendo es un claro de ejemplo de otro de esos comportamientos corporativos y malas planificaciones de los jefes que, en algunas ocasiones, se mueven más por intereses económicos que por los meramente creativos, y que en ocasiones no les sale tan bien como a ellos les gustaría. A un visionario se le da recursos para crear sus juegos que salen al mercado más tarde de la cuenta y no venden lo que debería, y por si fuera poco, a este artista (no se le puede llamar de otra forma) se le presiona tanto para que cumpla plazos de entrega que acaba cansándose de este comportamiento corporativo y abandona el barco dejándolo a la deriva para que sus patrones sean los que tomen el timón.
En este caso concreto hablamos de Ken Levine (artista y visionario en nuestro ejemplo), 2K Games (patrones) y la saga Bioshock (barco a la deriva), pero también se podría decir de otras compañías y nombres similares como Konami con Metal Gear y Hideo Kojima. Hay una enorme confrontación entre lo que un creador de videojuegos quiere hacer, el tiempo y recursos del que dispone, y los beneficios que debe recibir para que toda esa inversión sea rentable, y entraríamos en la eterna discusión (que no vamos a entrar) de si hay que darle libertad creativa a un artista por encima de los posibles beneficios que una compañía debe obtener con dicho producto que, en definitiva, es un videojuego.
En el caso concreto de Levine, Bioshock y 2K Games, nos apena mucho el derrotero que ha tomado y que esta figura que lleva tantos años desarrollando videojuegos haya tenido que salir de la compañía que él mismo ayudó a fundar para buscar sus propios pasos (otra vez tras hacer lo propio a finales de los 90 con Looking Glass Studios) y seguir desarrollando nuevos juegos sin la alargada sombra de grandes corporaciones a las que no ha conseguido hacer millonarias con sus productos. Sin embargo, es más que curioso cómo estas compañías siguen aprovechándose de su legado creando nuevas compañías, pagando a grandes ejecutivos y creadores de juegos para tomar el control y llevar estos productos y marcas dándoles un nuevo rumbo, e intentar enderezar un barco que lleva tiempo abandonado y que se dirigía hacia una de esas enormes cataratas vikingas desde 2014, cuando su capitán se cansó de intentar imponer sus criterios creativos por encima de los económicos de los grandes patrones.
Todo esto parece muy enrevesado, y el resumen es que a día de hoy, si no cuentas con la financiación propia para hacer lo que te de la gana, tienes que hacer caso a los que te han puesto dinero. Kojima lo supo y abandonó Konami para hacer Death Stranding, que ahí está recibiendo palos y alabanzas por igual y que muy probablemente no llegue a ser rentable nunca, y junto con Levine no son los únicos ejemplos, como Carmack con DOOM (Bethesda sí que ha sabido sacarle jugo a la franquicia), o también Koji Igarashi con Castlevania por nombrar los más significativos. Nosotros al menos le vamos a dar una oportunidad al nuevo Bioshock, y ver de qué son capaces en esta nueva compañía, aunque nos hubiese encantado que el capitán del barco fuese el mismo que ayudó a construirlo originalmente, el que buscó a toda la tripulación, encontró el mapa del tesoro, y la comandó por un océano lleno de krakens, pirañas y tiburones financieros.
José María Martínez García
CEO de Ultimagame