Argumento apasionante y un interfaz de juego bastante intuitivo y cómodo (una vez se le coge el truco eso si). Es decir, mantiene al jugador pegado delante de la pantalla con una buena historia y un fácil manejo. Todo lo que requiere una buena aventura para triunfar.
Nos encontramos con una aventura gráfica, pero no una convencional (pongamos por ejemplo de convencional Monkey Island o la saga Atlantis), si no una donde deberemos llevar a cabo acciones más allá de hablar con los personajes no jugadores o resolver pistas. De entrada manejaremos a tres protagonistas, Lucas Kane, asesino de un perfecto desconocido que tendrá que ir un paso por delante de la policía para descubrir lo que le ha pasado, la inspectora Carla Valenti, y el oficial Tyler Miles, que estarán a cargo de investigar la ola de crímenes que asola Manhattan. Conforme más avancen en la investigación, más se meterán de lleno en un mundo de macabros rituales. La forma de manejar a los protagonistas será idéntica, por medio de un sencillo interfaz. Recomiendo realizar el tutorial que nos brinda
David Cage, guionista y director del juego (increíble el modelado del personaje, sobretodo los movimientos corporales).
El juego cuenta con diferentes escenas que iremos solventando de diversas maneras, según nos aparezcan una serie de iconos en la parte alta de la pantalla. Los iconos serán los típicos como hablar, y otros que variarán según la acción que pueda llevar a cabo nuestro protagonista.
Por ejemplo, cuando el personaje debe realizar un esfuerzo físico (por ejemplo arrastrar un cuerpo), aparecerá una barra azul que deberemos mover con las teclas de dirección izquierda y derecha del teclado. Si la coordinación es correcta, el personaje realizará el movimiento. Así contado puede parecer algo complejo e incluso poco ortodoxo en una aventura, pero en la práctica queda realmente bien, pues hace al usuario más participe de la acción.
Para realizar una tarea digamos normal (abrir un grifo, una puerta, mirar algo), se realiza con la combinación del botón izquierdo del ratón y un movimiento preciso (por ejemplo, para abrir una puerta deberemos pulsar el botón izquierdo del ratón y mover el ratón hacia adelante). Creedme si os digo que cuando estéis moviendo el ratón hacia adelante y veáis que vuestro personaje mueve el brazo y abre una puerta os dará la sensación de que sois vosotros mismos los que la estáis abriendo.
Las conversaciones (o mejor dicho el modo de conversar) es quizá lo que menos me ha gustado. Cuando queramos hablar con alguien, bastará con acercarnos a la persona en cuestión y aparecerá el icono de conversar. Cuando hagamos la combinación que nos pida (botón izquierdo y una dirección del ratón), nos saldrán varios temas de conversación y una barra debajo a modo de temporizador. Si esa barra llega a cero y no hemos dicho nada saldremos del modo conversar. La barra es un medio para intentar dar dinamismo a la conversación y para que seamos rápidos a la hora de elegir un tema de conversación. La velocidad de esa barra dependerá del estado mental de nuestro personaje.
El detalle que más me ha gustado sin duda a nivel de jugabilidad son las cámaras. Podremos controlar en cualquier momento tres cámaras. Una que gira en torno a nuestro protagonista, otra que nos sirve para observar la habitación en la que estamos desde todos los ángulos y otra que nos permite ver desde los ojos de nuestro personaje. Todo esto influye en que no nos perdamos detalle de lo que pasa a nuestro alrededor y a la vez nos permita ver el juego como espectador y protagonista.
Además, contaremos con una barra de salud mental que nos indicará cómo se encuentra nuestro personaje en cada momento. Esto condicionará las acciones que podrá llevar a cabo. Por ejemplo, si nuestro personaje está deprimido, no podrá realizar ciertas acciones que sí podría llevarlas a cabo en otro estado, y esto conlleva que estemos más limitados en determinadas situaciones, lo que añade más tensión al ya de por si agobiante argumento.
Por último me queda añadir que en determinados momentos del juego la pantalla se dividirá en dos. En una mitad controlaremos a un personaje y en la otra veremos lo que hace otro. Esto ocurrirá en momentos en los que debamos hacer algo antes que el otro personaje, así podremos ir controlando sus movimientos y tomar decisiones en base a lo que el otro haga (esto pasa por ejemplo cuando nada más empezar tenemos que encargarnos del hombre al que acabamos de asesinar y el policía comienza a dirigirse hacia el servicio).