El punto más fuerte de la experiencia
Escape Dead Island es lo interesante que resulta para los fans de la saga, atando cabos de las 2 primeras entregas y anunciándonos algunas de las novedades de
Dead Island 2, y además haciéndolo con un nuevo personaje (odioso, pero muy divertidos) y cambiando la mecánica de juego hacia la acción directa en tercera persona. El resultado, pese a los fallos técnicos y jugables que arrastra, nos ha parecido interesante, y un buen punto de partida para otra franquicia
mata-zombies. Más que correcto.