Driver Renegade 3D - Análisis Nintendo 3DS

Ubisoft lleva tiempo anunciando las grandes novedades que incorpora Driver San Francisco, desgraciadamente no mencionó prácticamente nada sobre esta versión para Nintendo 3DS, Driver Renegade 3D. Ahora comprendemos el por qué, una versión desazonada de las versiones de sobremesa, donde encontramos multitud de fallos, probablemente por un desarrollo apresurado, un intento de aprovechar el tirón de una consola nueva con un catálogo escaso.



Driver Renegade 3D nos pondremos en manos de un ex-policía - bien conocido por los fieles de la saga - llamado Tanner, que intentará destruir una red de maleantes moviéndose margen de la ley, lo que irá desarrollando una historia que se presenta en formato cómics, que nos lleva de un enemigo a otro, por distintas zonas de la ciudad.

A la hora de conducir, contamos con un sistema que premia la agresividad; los botones L y R nos sirven para dar volantazos ? embestidas ?a izquierda y derecha, respectivamente; además de poder eliminar a los competidores, esto nos da un pequeño turbo (automático); este sistema es uno de los puntos más divertidos del juego.

El modo historia de Driver Renegade tiene varios tipos de misión, aunque se puede resumir fácilmente en que existen 2, llega a un punto sin que te destruyan y destruye todo lo que se ponga en tu camino. Al final la fórmula queda repetitiva y tediosa, ya que las misiones son muy cortas pero hay una gran cantidad de ellas.



En el Modo Carrera contamos con más variedad de pruebas. Además de la competición libre (por la ciudad, y con circuitos abiertos) tenemos pruebas como Arrasar (Hay que acabar con un número de contrincantes), PostCombustión (acabar con todos los rivales), Contrarreloj ó Eliminación, una competición por vueltas en la que el último en cada una sale de la carrera. Las Carreras Demoledoras están hechas para destruir rivales y escenarios, mientras que en las Asesinas nuestro objetivo es el primer corredor. Hay 12 retos en cada modalidad que irán subiendo nuestro nivel de conductor y nos permitirán desbloquear nuevos vehículos (hasta 50). Eso sí, las posibilidades de edición de los mismos son mínimas.

El juego técnicamente no dice demasiado de la potencia real de Nintendo 3DS; ni los modelados de los coches, ni la ciudad, ni las "deformaciones" de los vehículos, etc. Además presenta un problema muy grave de popping, tan grave que podemos chocar en más de una ocasión contra vehículos invisibles que se materializan antes nuestros ojos una vez hemos chocado.
El aprovechamiento del 3D es muy mejorable, una pequeña sensación de profundidad y poco más, lo que mejor está implementado en 3D es el menú principal, lo que dice bastante poco del juego. El dibujado de los cómics es sin duda lo mejor del apartado artístico
Por otro lado el sonido es medio-bajo, da igual el modelo de vehículo que tengamos porque prácticamente todos suena igual; lo mejor es el doblaje completo de Tanner que va soltando frases predeterminadas al realizar ciertas acciones.

El juego cuenta con dos modos de juego principales, el modo Historia y el Carrera, y ninguno de ellos llega a engancharnos nunca, las misiones son excesivamente parecidas y la dificultad (y sensación de reto) es inexistente. En pocas horas (4 ó 5) superaremos el modo historia en la dificultad más alta? Y ya poco tiene que ofrecernos el cartucho, más de unas decenas de misiones de desafío o la posibilidad de intercambiar nuestros tiempos mediante el StreetPass

Sin duda el mejor apartado del juego, al ser un juego arcade cumple perfectamente con los elementos tradicionales del género: mucho acelerador, poco freno y golpes a mansalva. El funcionamiento del freno no llega a ser correcto del todo, al igual que el efecto de chocar contra elementos de la pantalla. También un tanto incómodo el uso del nitro, que además apenas afecta al desarrollo de las carreras.

Ya que estamos en los primeros meses de vida de 3DS en este apartado es relativamente fácil de sacar buena nota. Aún así, Driver Renegade tampoco queda muy bien situado, ya que los únicos elementos nuevos es la destrucción de vehículos enemigos, y la interacción con algunos objetos de pantalla (un tanto escasa, y la idea podía ser buena si estuviese bien aprovechada). Una lástima que no hayan seguido las grandes novedades de las versiones de sobremesa

Aunque la base gráfica del juego es correcta, sí que vemos algunos fallos graves, como el modelado de los vehículos, que deja mucho que desear. Mencionar que parte del escenario es destructible, algunos objetos pueden arrancarse aunque desaparecen inmediatamente. La banda sonora y efectos de sonido no dicen demasiado. El punto más positivo es la traducción total de las voces a nuestro idioma