Los fanáticos de esta saga, ya sabrán, que estamos ante la quinta entrega de la saga (sexta, si contamos
Burnout Dominator, que salió para
psp y
ps2 el año pasado); durante todo ese tiempo,
Criterion ha conseguido - sin eliminar las bases que tanto gustan - añadir la suficiente innovación para que cada entrega sea más interesante y adictiva que la anterior...
La dinámica de Burnout Paradise es muy sencilla, tenemos una ciudad completamente abierta desde el primer segundo (esto es heredado de sus hermanos
Need for Speed). En ciertos semáforos nos encontraremos con un círculo de color, dependiendo del que sea nos indicará que tipo de prueba podremos disfrutar, para comenzar cualquiera de ellas, tan sólo tendremos que hacer chirriar nuestras ruedas en ese punto y para iniciar la competición.
En el juego podemos distinguir tres grupos de coches: trucos, velocidad, o de ataque. Cada grupo de coches, tiene sus propias ventajas e inconvenientes. A medida que vayamos superando determinadas pruebas, o subiendo de categoría, iremos consiguiendo nuevos coches, también tendremos la posibilidad de añadir algunos más haciendo takedown a algunos coches que nos encontramos por las calles de la ciudad.
Pero metámonos de lleno en el análisis y veamos que nos ofrece el juego en todos sus apartados.
La calidad gráfica, en líneas generales, es bastante buena, tanto el modelado de nuestros coches, como las deformaciones que podemos sufrir en ellos, que además, disfrutaremos en un tiempo bala y desde el mejor ángulo posible, realmente espectaculares. Si nos fijamos en los coches de nuestros rivales, tampoco se quedan atrás.
El tráfico que nos encontramos por las calles, quedan bastante por debajo de lo deseado, unas líneas demasiado rectas, y una escasez de texturas, les dan un aspecto un poco pobre. Pero esto tiene una justificación que bien merece la pena mencionar, mientras nos movemos por toda la ciudad (que dicho sea de paso, es bastante grande), no hay ni un solo momento en el que notemos carga alguna, ni siquiera existe
?popping?.
En los decorados podemos ver de todo, desde montañas desiertas sin apenas vegetación, a increíbles avenidas llenas de edificios con multitud de detalles. Otro punto a tener en cuenta, es la física que podemos disfrutar a lo largo de Paradise city, hay multitud de objetos que podremos hacer añicos chocando con ellos, cajas, farolas, semáforos, bancos, vallas, y un largo etc.
En general el manejo del coche es bastante sencillo, metiendo toques de simulación que lo hacen interesante, hay factores que afecta a la conducción, uno de ellos es el coche que estemos usando, nuestra forma de controlarlo puede variar radicalmente. En general los coches de ataque serán muy torpes dando las curvas, y con los coches de trucos, será muy fácil hacerlos derrapar. Otro de los factores que tiene interesante, es que a más velocidad, más dificultad para dar las curvas.
El juego es bastante divertido, y lo consigue gracias a varios puntos: el primero es una dificultad progresiva, al principio superar las pruebas no nos representará mucha dificultad, pero a mediada que ascendamos en nuestro carné, cada vez será más complicado ganar, pasando a ser muy importante el tipo de coche usemos. El aliciente de ir ganando coches a medida que vamos jugando, también es un punto a su favor.
Por último llegamos al apartado de la originalidad, que es en el que se queda un poco más corto que el resto. La primera novedad que salta a la vista, es la existencia de la propia ciudad, como ya hemos mencionado. Se han incorporado dos tipos de pruebas que antes no existían, caza y captura, y trucos; en la primera de ellas tenemos que llegar desde un punta ?A? a uno ?B? sin que nos machaquen por el camino, durante todo el recorrido tendremos unos coches acosándonos, e intentando destrozar el nuestro. En la segunda, tendremos que llegar a un número determinado de puntos, haciendo piruetas por los escenarios, si combinamos varios tipos de piruetas, y añadimos algunos factores multiplicadores iremos añadiendo puntos a un combo. Desgraciadamente han quitado el modo crash que tanto gustaba a todos.