Mario y su amigos se enfrentarán a héroes y monstruos de
Dragon Quest en
Boom Street, un juego de tablero con mucha solera en Japón que a los occidentales les puede recordar al
Monopoly, aunque con algunas reglas cambiadas.
Nuestra misión es multiplicar nuestra fortuna y arruinar al resto de jugadores, y para ello un punto clave es
comprar propiedades y hacer que los demás nos paguen cuando caigan en ellas; cada tablero -
hay 15 distintos, desde castillos inspirados en Dragon Quest a pistas de Mario Kart - tiene sus
trucos y puntos
calientes que es interesante dominar. Y si queremos aumentar las opciones
podemos activar la opción de invertir en bolsa, lo que irá alterando el precio de las propiedades y nuestros valores.
El mecanismo nunca es demasiado complicado, aunque
la suerte siempre tiene más influencia que la habilidad y la táctica; podemos tomar decisiones acertadas o muy desacertadas, pero al final es siempre el dado el que decide...
Aunque
Square Enix se ha quedado un poco cortita en la selección de personajes - por parte de
Dragon Quest - y no ha cuidado tanto la franquicia como
Hal Labs con los
Mario Party hay que reconocerle sus aciertos, entre otros
el interesante editor de Miis, que nos permite escoger un montón de disfraces si queremos jugar con nuestro avatar personalizado, desde guerrero a millonario con
esmoquin.
Boom Street cuenta con un sólido modo para un jugador en el que iremos conquistando los distintos tableros, y que garantiza muchas horas de juego; eso sí,
su salsa es el modo multijugador, que permite partidas de hasta 4 aspirantes a millonario; aquí aparece otro problema, y es que la mecánica de juego
no es tan simple o intuitiva como un Mario Party, lo que puede complicar encontrar a 3 rivales. Afortunadamente el juego cuenta también con
soporte para partidas online vía
Wi-Fi, aunque aquí muchas veces se hace todavía más patente
la influencia de la suerte en la partida, que puede dar la vuelta con muchísima facilidad; si no os importa demasiado, el título no os defraudará...
También queremos dejar claro que, en nuestra experiencia,
la longitud de las partidas afecta también al factor suerte. Si jugamos muchos turnos, las mejores estrategias son más proclives a dar buenos resultados... Pero claro, esto también puede eternizar el juego.