Análisis Armello - Mezcla original

Armello nos pone los pies en una tierra donde el rey (el león) ha sido infectado por la corrupción y está acabando poco a poco con el reino, por lo que los cuatro clanes de existentes (conejos, lobos, osos y ratas) toman la decisión de por su cuenta acabar con él y reclamar el trono. Para ello en función del héroe que escojamos( hay dos al principio por cada clan) será conveniente seguir más o menos una estrategia acorde a sus características. Los hay que se centran en la magia, en el ataque físico o en poner trampas y robar.



El tablero del juego se genera aleatoriamente en cada partida, formado por montañas, bosques, pantanos, ruinas, poblados, círculos de piedra sagrados y terrenos normales, cada uno de ellos con diferentes efectos tanto de día como de noche. El tamaño del tablero es un poco pequeño y la variedad de casillas un poco corta.

El objetivo del juego es eliminar al rey o aguantar hasta que muera por la infección de la corrupción .El sistema de juego se desarrolla por turnos con ciclos de día y de noche, donde debemos aprovechar las ventajas de cada casilla y nuestro personaje en cada uno de ellos, lanzar hechizos, poner trampas, matar a otros héroes, equiparnos objetos y realizar misiones para mejorar nuestras estadísticas en aras de lograr la victoria.



El planteamiento no funciona del todo bien porque hay ciertos desajustes, los personajes que empiezan con más ataque (dados) tienen cierta ventaja con respecto a los que no. Cierta combinación de cartas equipables nos harán prácticamente invencible. O las misiones que son resueltas aleatoriamente sin que podamos intervenir y que son pura aleatoriedad.

La IA es otro punto negativo en el desarrollo del juego, a veces parece ajena a lo que ocurren en el tablero y sigue a lo suyo o tomando decisiones absurdas, algo que desluce bastante en un juego tan estratégico. Ahora si jugamos online todo esto desaparece y es cuando disfrutamos de verdad del título y donde nos harán sudar para obtener la victoria.



A nivel gráfico hay que destacar el magnífico trabajo realizado a nivel artístico en el juego, las cartas son una gozada, y el diseño de los personajes caracterizados por animales son un encanto. La banda sonora y efectos de sonido cumplen con lo que un juego de este tipo requiere.

Los amantes de las intrigas, las acciones meditadas, la suerte y los juegos de mesa deben en nuestra opinión hacerse con este título sin dudar. ¿quién no quería ser rey.....?

La original propuesta del estudio League of Geeks funciona de maravilla al principio, ir descubriendo la mecánica, las cartas, los personajes....pero con el paso de las partidas vamos echando en falta algo más de variedad en el sistema de juego, diversidad de situaciones o tipos de casillas del tablero, aun así cada partida es única y si jugamos online todo un reto para los amantes de los juegos de mesa y la estrategia.

El juego se resuelve por turnos en el que cada jugador mueve su personaje, juega sus cartas y planifica sus movimientos. Debemos ser conscientes de los puntos fuertes y débiles de nuestro personaje y en consecuencia seguir la mejor estrategia. Debemos reseñar que existe cierto desequilibrio entre los personajes. Otro pequeño problema es que los turnos de la IA se pueden hacer un poco largos.

La mezcla de juego de dados, cartas y tablero se fusionan perfectamente. La figura del rey, sus guardias, la corrupción, la magia, el prestigio, las trampas, ciclos de día y noche con sus ventajas y desventajas forman un conjunto complejo y original que hacen único al título. En el punto negativo se nos antoja corto el número de tipos de casillas del tablero, unas pocas más le daría más posibilidades estratégicas todavía al juego.

El nivel gráfico cumple con su cometido, centrándose en el diseño de las cartas y personajes, el tablero, efectos y sonido son correctos sin alarde significativo aunque con original y buen diseño. La IA no acaba de convencer y parece actuar más aleatoriamente que intentando seguir una estrategia ganadora o intentar evitar que algún rival se haga con la victoria.