Donkey Kong Jungle Climber - Análisis Nintendo DS

Donkey Kong hace su reaparición como protagonista en la Nintendo DS con una adaptación (por llamarlo de algún modo) del título para GBA King of Swing. Este título de plataformas que nos mantendrá pegados a nuestra portátil muchas horas, gracias a una alta jugabilidad.

Están todos, no falta ninguno; Donkey Kong, Diddy, Dixie, Cranky, Funky y Candy, todos en un momento u otro del juego harán aparición. El anciano Cranky Kong será nuestro guía al principio de la aventura, explicándonos todo lo necesario para hacernos con este inusual modo de jugar con un plataformas. Diddy Kong será un compañero inseparable con el que podremos hacer movimientos especiales, como ataques a distancia y uso de objetos especiales, como alas, antorchas, un martillo y hasta un mapa. Dixie Kong y Funky Kong se unirán al juego multijugador, en el que podrán competir hasta cuatro jugadores. Candy Kong hace una aparición casi anecdótica, es la que nos abrirá la puerta a los retos (minijuegos) que iremos desbloqueando a lo largo de la aventura.

Y como no podía ser de otra forma, el malvado líder de los Kremlings R. Kool será nuestro enemigo a derrotar, a quien perseguiremos en una alocada aventura a lo largo de diferentes islas del mundo de Donkey Kong.

Lo que hace realmente especial este juego no es su uso específico de las capacidades de la DS; bueno, si que se le saca partido a la doble pantalla, pero tampoco es algo excesivamente innovador. Lo realmente interesante es el manejo del juego y es que 3 botones nos bastarán para manejar todo el juego. Los gatillos derecho e izquierdo equivalen a cerrar el puño derecho o izquierdo respectivamente, y pulsar los dos a la vez hará que nos impulsemos; mientras que el botón A sirve para tomar un impulso especial que llegará más lejos y al mismo tiempo servirá como ataque. Realmente no te puedes hacer una idea de lo versátil y simple que es este tipo de control hasta que lo pruebes.
Haciendo un buen uso de la física podremos desplazarnos por toda la pantalla con relativa facilidad, pero para ello necesitaremos ajustar nuestros reflejos para centrarnos en las manos de Donkey Kong.

Diddy Kong, cuando lo encontremos, irá encaramado a nuestra espalda y nos servirá para llegar más lejos con el ataque, entrar en zonas inaccesibles para Donkey Kong y coger objetos especiales vitales para avanzar en el juego. Además nos dará una oportunidad más de no morir en caso de ser alcanzados por un enemigo, a no ser claro está que caigamos al vacío, así que cuidado con tirarnos por la parte de abajo de la pantalla. La cruceta puede ser muy útil para ver si estamos cerca del borde, pulsando arriba y abajo moveremos el scroll y veremos un poco más allá.

El juego es completamente en 2 Dimensiones, hasta los personajes son simples sprites en 2 dimensiones, a pesar de ello el efecto de movimiento y cómo se agarran las manos a los objetos móviles está bastante conseguido. La visión es lateral como en todos los juegos de plataforma de la familia Mario y Donkey Kong. Cada isla está compuesta de varios niveles, y los niveles a su vez están compuestos de varias pantallas de tamaño mediano por las que nos desplazaremos, aunque en más de una ocasión una vez que pasemos por una pantalla no podremos volver atrás. Esto puede ser problemático ya que podemos dejarnos atrás items importantes y no los podremos conseguir a no ser que comencemos el nivel entero desde el principio. Una vez que alcancemos el último nivel de cada isla nos enfrentaremos a un jefe final. Estos surrealistas enemigos pueden tener un tamaño bastante grande gracias a las dos pantallas.

En los niveles además de las superficies donde agarrarse encontraremos algunos elementos cuya física se ve modificada con nuestra interacción, como por ejemplo gigantes ruedas que se moverán bajo la acción de nuestro peso o pelotas gigantes que botarán contra nosotros y usaremos como superficies donde rebotar y llegar más alto. También hay secciones cuyo scroll es fijo y tendremos que mantenernos dentro de la pantalla para no morir, y en algunos niveles nos veremos a los mandos de un barril a propulsión que usaremos a modo de cohete y con el que avanzaremos esquivando obstáculos.

Para completar un poco (sólo un poco) el juego, tendremos los minijuegos que nos presenta Candy en forma de retos, son 6 en total y cada uno de ellos trae 3 niveles de dificultad; de estos 6 podremos jugar en multijugador a sólo 2.

Los retos son los siguientes:

- Leña al mono, tendremos que saltar unos troncos que van cayendo rodando por una pendiente.
- Manos de mono, tendremos que coger los plátanos que van cayendo del cielo para devorarlos.
- Trepa trepa, es una carrera contra el tiempo para llegar a la cima.
- Lanza y destruye, donde tendremos que tirar piedras para destruir todos los barriles de una pantalla.
- Naranjas a mansalva, tendremos que recoger un número determinado de naranjas antes de que se agote el tiempo.
- Carrera explosiva, a bordo de un barril surcaremos el cielo para llegar a la cima antes que nuestro contrincante.

En determinados momentos será más útil desbloquear los extras ocultos en cada nivel que intentar avanzar a lo loco, y es ese ansia de intentar recorrer todos los niveles en su totalidad lo que eleva la adicción de este título. A veces investigar un poco será una recompensa impagable.

Manejar un juego con solo 3 teclas y que aún así acabe siendo divertido es algo que no tiene precio hoy día, cuando los juegos están plagados de acciones y teclas especiales. Un manejo divertido y simple. La cantidad de retos disponible sabe a poco y lo único malo es el modo multijugador, que acaba siendo un esbozo de algo que podría haber dado un 10 a este apartado.

Aquí es donde este juego cae sin remisión, juegos de plataformas ya existen en DS y a cada cual mejor. La frescura de una jugabilidad nueva se la lleva el título predecesor, la historia y argumento del juego viene traída con alfileres, aunque tampoco es óbice para un buen juego de plataformas. Los personajes son los mismos de siempre. Tal vez algunas cosas novedosas como niveles que se juegan en ambas pantallas a la vez. Pero aún y con eso pasan sin pena ni gloria.

Aunque la realización técnica es correcta, la sensación de estar jugando a un juego antiguo en una consola antigua es muy alta. Ni siquiera el uso del stylus, o incluso del micrófono se ha considerado para este juego. Un despropósito para los que vinieron a este juego atraídos por el anterior King of Swing y pensando que en DS tendría nuevas sorpresas.